Nació el 19 de
agosto de 1917 y falleció en Buenos Aires el 4 de marzo de 2011.
Ya a los
dieciséis años dibujaba como profesional cuando ingresó a El Purrete, un suplemento infantil editado por el Buenos Aires Herald. Colaboró también en
las publicaciones Pololo y Mustafá y creó historietas como Don Pitazo y Aserrín y Pan Rallado para
la revista La Cancha. Luego, en 1936,
realizó Pepe Boleto en Pilucho, mientras que Ñangapirí Tereré comenzó a publicarse alrededor
de 1940 en el periódico El Pampero.
En esos años inició la tira Chapaleo
para el diario La Razón. Colaboró en
la animación del cortometraje Upa en
apuros (1942), con dirección de Tito Davison y guión de Dante Quinterno,
titular de la editorial que llevaba su nombre. Durante esa década, empezó a
dibujar El fantasma Benito se divierte
en Patoruzú (de la citada editorial),
donde siguió introduciendo personajes como Cara
de Ángel, Bólido, Pandora, Taraservice
y tiras de humor costumbrista. El 1/10/1945 inició en Patoruzito su historieta más memorable: Langostino Mayonesi, el navegante independiente. En los años
ochenta fue profesor en la escuela de dibujo de Carlos Garaycochea. También creó
en 1981 la historieta Yirolamo
corresponsal que salió en Superhumor.
El joven Pepe Boleto no es estudioso y elige el
gimnasio con el propósito de convertirse en el futuro en una persona preparada.
Ñangaipirí Tereré,
un gaucho correntino que viaja a Buenos Aires para radicarse en la ciudad, sufre
varios inconvenientes debido a la ingenuidad de sus actitudes frente a la condición
ventajera de los porteños.
En revista Patoruzú, 1941. |
El fantasma Benito se divierte fue creado originalmente por Dante Quinterno y lo continúo
Ferro a partir de 1937. Solo sugería con líneas los contornos del personaje que
registraban el ícono clásico del fantasma con dos puntitos para los ojos y una rayita como boca. El dibujo era
sencillo, prácticamente sin fondos: se basaba en líneas, en grises y en el
clásico blanco y negro. Su humor ahora resulta ingenuo, propio de esa época. El fantasma Benito primero ayudaba alguien y luego, cuando este lograba su propósito,
lo traicionaba haciéndolo fracasar para desternillarse de risa con su desgracia.
En síntesis, era un mal bicho. Desde entonces Ferro empleaba muchas líneas
cinéticas y onomatopeyas, las que constituirán un importante recurso de su
estilo.
En Libro de oro Patoruzu, 1981. |
Chapaleo es
un buzo que en poquísimas oportunidades se quita su enorme escafandra y vive
casi permanentemente sumergido. La palabra chapalear es sinónimo de chapotear,
es decir jugar en el agua con los pies y con las manos. Es petiso, narigón y
ostenta un ridículo bigote. Su gracia reside en los diálogos, en los
razonamientos disparatados con que se maneja el personaje. Ya en esta tira se
vislumbra un universo lunático que se disparará con Langostino. En cuanto a Yirolamo
corresponsal, que realizó para Superhumor,
se basa también en las salidas insensatas del personaje, pero su grafismo
es menos despojado y se detiene en algunos detalles de la vestimenta y en los
trazos de los personajes. Chapaleo es
asimismo un solitario, como los demás héroes concebidos por el artista.
Bólido |
Chapaleo |
La historieta Cara de Ángel comenzó a salir en los
años cuarenta firmada con el seudónimo Yuyo. En su ejecución dominaban los
cuadritos mudos.
Bólido –apareció
en setiembre de 1948– es un personaje que contradice el significado de este
vocablo. En astronomía se denomina bólido a un meteoro que atraviesa el espacio
a gran velocidad; también se designa así a un automóvil rápido. Pero este rubio
gordito, con un jopo gigante y párpados caídos es todo lo contrario, tarda
tanto en responder a una pregunta o a una cuestión que parece tonto. Sus
reflejos son lentísimos y llega a decir de la tortuga que es una “disparadora”
porque considera que su caminar es acelerado. Otro ejemplo: Bólido está atendiendo a una persona que
espera detrás de un mostrador mientras aquel hace una llamada por teléfono. De
repente grita que no lo atienden y entonces recién se da cuenta que intentaba
conectarse con la persona que lo está esperando.
En libro de oro Patoruzu, 1978. |
Pandora es
una mujer estrafalaria a partir de su vestido negro y largo que acentúa su extrema
delgadez. Aparece en la década del sesenta. Se enamora perdidamente de
cualquier hombre que pasa, hasta que finalmente cambia de look usando ropa
provocativa a la vez que pierde su pudor arrojándose sin escrúpulos sobre todo varón
con el que se cruza. En los hechos se ha convertido en una prostituta que
intenta formar un sindicato, preanunciado los años actuales en los cuales se habla
de los derechos de la trabajadora sexual.
Taraservice lo
gestó en 1962. Trata sobre un técnico que no consigue arreglar nada, al
contrario, destruye todo lo que toca convirtiéndolo en un grotesco aparato.
En su debut (que
se publicó en el Nº 1 de Patoruzito) Langostino Mayonesi, el navegante
independiente compra un barco, ´´Corina”, tan pequeño que lo lleva en
brazos hasta el río. “¡Aventuras! ¡Tiburones! ¡Mi ´Corina´! ¡Las correremos
juntos!”, exclama cuando se aleja de
Buenos Aires a bordo de la nave. Cada historieta trae un cuadrito inicial con
un resumen del episodio y otro final donde Ferro se hace cómplice del lector
comentando atemorizado sobre el dudoso futuro de este émulo de Vito Dumas, el
navegante solitario, en quién se inspiró el dibujante por pedido de Quinterno.
La imaginación de Ferro es descomunal: inventa las más extravagantes e
insólitas aventuras, propias de un delirio o de una pesadilla, las que a veces se
llevan a cabo en tierras tan extrañas como Golania, Sincerilandia, Desconfialia,
Futbolia, Malignia, Bondadnia, Curronia (en alusión a nuestro país). La
representación gráfica es de una belleza plástica maravillosa: gesta innumerables
metáforas visuales y deslumbrantes onomatopeyas. “Hoy como ayer, mañana como
hoy!...¡Un horizonte abierto y andar, andar!”, exclama el héroe, que – como
sostiene Oscar Steimberg– “…no era ´bueno´ (…); pero tampoco era ´malo´.” Langostino es un personaje
simpatiquísimo y además un solitario y melancólico romántico, y en su
historieta colmada de textos, la palabra –tan cara a los escritores y poetas–
cobra un valor superlativo. Concluiré con la misma frase que en el «Homenaje a
Eduardo Ferro», organizado por el Museo de la Caricatura “Severo Vaccaro” el 3
de diciembre de 2004: “Langostino
forma con ´Corina´ un todo inseparable, está unido a ella en cuerpo y alma.
Ferro ha logrado el milagro de crear un nuevo ser fabuloso, una deidad acuática
que se unirá a las sirenas y tritones que andan por ahí.”
En revista Patoruzu, años 70. |
Germán Cáceres
Bibliografía
-Albertoni, Carlos W., Santas
Historietas, Enciclopedia de los cómics. Catálogos, Buenos Aires, 2004.
-Gociol, Judith y Rosemberg, Diego, La historieta argentina-Una historia. Ediciones de la Flor, Buenos
Aires, 2000.
-https: //es.wikipedia.org/wiki/Eduardo Ferro.
-https://ilustración.fadu.uba.ar/2014/10/24/langostino-por-eduardo-ferro/.
-https://imaginaria.com.ar :«Eduardo Ferro 1917-2011).
-https;//luisalberto941:wordpress.com.:«Ferro: De El fantasma Benito a Yirolamo, pasando por Langostino».
-laduendes.blogspot.com: «Eduardo Ferro (1917-2011)».
-Siulnas, Aquellos
personajes de historieta (1912-1959). Puntosur Editores, Buenos Aires,
1986.
-sonrisasargentinas.blogspot.com.
-Steimberg, Oscar, Leyendo
historietas. Ediciones Nueva Visión, Buenos Aires, 1977.
-Szymanczyk, Oscar, Historia
de las historietas en la Argentina. Editorial Dunken, Buenos Aires, 2014.
-Trillo, Carlos y Saccomanno, Guillermo, Historia de la historieta argentina.
Ediciones Record, Buenos Aires, 1980.
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