miércoles, 11 de marzo de 2009

Entrevista - homenaje a Carlos Ortiz

Carlos Ortiz

La siguiente entrevista permanecía inédita desde mediados de 1996. Fue realizada en la redacción del diario La Voz del Interior, en la ciudad de Córdoba. El propósito de la entrevista era publicarla en lo que iba ser el regreso del suplemento “El Espejo. De los dibujantes del sur”, que resultó fallido. Durante el mismo viaje se entrevistó a Crist y quedó pendiente otra a Peiró, quien en ese momento se encontraba de viaje.
Pocos años atrás, en Internet apareció al pasar una breve referencia al posible fallecimiento de Ortiz. No se lo podía verificar a través de Internet, ya que, llamativamente para un autor del renombre de Ortiz, no existían datos al respecto. Se consultó a otros dibujantes y especialistas en el mundo de la historieta, y hasta se enviaron mails al diario, pero no sabían o no había respuesta. Nadie podía confirmar o no, hasta que hace poco apareció un texto escrito por un hijo de Ortiz.
Lamentablemente confirmada su muerte, se publica esta entrevista a este autor que supo transitar páginas de revistas emblemáticas del humor gráfico y la historieta argentina.
Vaya esta entrevista a modo de homenaje.
Por Alejandro Aguado


Carlos Ortiz

Carlos Ortiz: Soy nacido, criado, educado y vivido en Córdoba. Tengo 50 años.
El dibujo
La mayoría de nosotros empezamos por el dibujo publicitario, aunque la vocación del dibujo venía de chico. Yo dibujé de chico y bueno, después por razones de necesidad, queriendo trabajar, terminé en el dibujo publicitario, hasta que comencé a dibujar en Hortensia.
De una manera muy fortuita fue mi incorporación a Hortensia. Yo hacía dibujos, chistes para mí, y alguien me robó un dibujo y se lo llevó al director de Hortensia, le gustó y lo publicó. A partir de ahí me empecé a introducir en el mundo del humor gráfico. Iba compartiendo horas, un poco para el humor y un poco para la publicidad. Después hice números y me di cuenta que el tiempo que demandaba un chiste y lo que me pagaban, era mucho más gratificante que lo que podía hacer con un dibujo para publicidad con un original, con lo que sea. En esa época no había computación, se trabajaba todo a mano, al principio ni siquiera había aparecido el letraset. Se dibujaban hasta las letras. El cambio fue obvio, dejé la publicidad para dedicarme al dibujo. A partir de ahí nunca dejé de trabajar en esto.



Carlos Ortiz en 1996, en el espacio que poseía en la redacción de La Voz del Interior.

Publicaciones
Sería innumerable, pero desde entonces empecé a trabajar en Buenos Aires, en revistas que fueron muy importantes, como Satiricón, que después se transformó en Humor. En una revista que se llamaba Siete Días, que era la competencia de Gente, que sacaron un suplemento de humor, creo que una vez al mes. Ahí empecé a hacer color. Después en casi todas las publicaciones de humor que hubo en Buenos Aires.
Tuve ofrecimientos para irme a dos diarios (de Buenos Aires) y prefería quedarme acá por razones de comodidad. Con el tiempo, esas publicaciones lamentablemente desaparecieron y lo poco que quedó ya perdí el contacto y dejé de enviar material para allá.
Ahora trabajo para acá, para el diario La Voz del Interior, que digamos que lleva un gran porcentaje de mi trabajo. Además, regularmente, colaboro en publicaciones periódicas, revistas, periódicos de algunas instituciones, publicaciones específicas. También en algún trabajo que tenga que ver con el humor, como almanaques para agencias de publicidad.
Trabajé en todos los diarios de Córdoba. Empecé en Los Principios, un diario que se clausuró durante la dictadura y no salió más. Ahí estuve preso durante una semana, me sacaron con un revólver en la cabeza, por algún chiste que no les gustó. Estuve a punto de ser un desparecido. Pero se enteraron rápido, todo el mundo, y salieron. Fue parecido a lo que se armó por la muerte de este fotógrafo (Cabezas). Llevaron presos a varios, periodistas, y a mí como dibujante. Algunos estuvieron más de un año presos, yo salí en una semana.
Después trabajé en El Tiempo de Córdoba. En todos trabajé. De los otros no queda ninguno, el único, el más fuerte, es La Voz del Interior.

Trabajo en La Voz del Interior
Aca hago chistes sobre la actualidad, sobre política. Si la política no tiene un tema muy fuerte algún día, puedo hacer temas sobre economía, de deportes, algo cotidiano. Depende de lo que sea noticia del día. Eso es un dibujo diario por el cual me comprometí a venir acá al diario a dibujarlo, para estar en ambiente, cerca de la información. Hablo con los periodistas, veo los cables. Además de hacer chistes todos los días, tengo que hacer chistes para los suplementos. Los días sábados hago una plancha, un dibujo grande con varios globos en colores. A veces tengo que ilustrar notas. Trabajo no me falta. Me lleva no menos de ocho o diez horas hacerlas. Primero tengo que buscar las ideas, dibujarlas, colorearlas. Desde que el diario incorporó el color se me duplicaron las horas de trabajo. Desde hace 14 años que trabajo en el diario.
Tuve la suerte de viajar mucho enviado por el diario. Viajé a Australia, para la clasificación de Argentina, para el mundial, porque tengo un personaje, una tira que publico sólo días lunes de un hincha de fútbol. Entonces fui a mandarla de allá. También fui al mundial de Estados Unidos. Fue una experiencia muy linda. Allá me encontré con Rep, con Fontanarrosa. Rep dibujaba en el auto, yo hasta dibujé en el inodoro de un departamento. Estaba en un departamento con los fotógrafos, debía mandar rápido antes que se editara el diario y había poco tiempo. Era una cosa increíble.
Muchas cosas que hago son de acá, no todo. A veces utilizo un léxico bien cordobés si es necesario, si el tema lo requiere. Aparte soy un “negro”, soy de un barrio popular, de reos, lo he mamado. Esos términos (regionalismos cordobeses), se conocieron a través de Hortensia, lo que hizo fue graficar el humor hablado en la calle.

Publicar a diario
Hay que ponerse a pensar, nada más. Puede haber algo de gimnasia. Pero bueno, agarro las noticias y pregunto cuáles van a ser las de tapa, las anoto y empiezo a garabatear ideas. A mí me ayuda mucho eso. No son muchos los que van a dibujar a los diarios, salvo Landrú, Sábat. Ahora casi todos trabajan en su casa, con la tecnología que hay ahora, fax, hasta podés estar ligado por computadora si estás conectado a la red.

Publicaciones de humor - publicar
Es una bendición de Dios, ganarte la vida haciendo lo que te gusta garabateando. De todos modos pienso que me podría haber ganado la vida en cualquier otra cosa. Aparte de hacerlo en esto, y tratarlo de hacerlo lo mejor posible, pienso que si me hubiera dedicado a otra profesión, otra tarea, hubiera puesto el mismo empeño.
En referencia a este tema, saco a colación un refrán que dice: “la felicidad no consiste en hacer lo que nos guste, sino que nos guste lo que tengamos que hacer”. Eso le digo siempre a todos los pibes que suelen venir a verme, a hacer notas. O chicos que se están iniciando en el dibujo y que quieren llegar pronto, vivir de esto. Y es una época difícil por la situación económica.
Paulatinamente las publicaciones de humor han ido desapareciendo y el humor gráfico se ha ido refugiando en los diarios. Es el gheto que tenemos los dibujantes para poder trabajar. Lamentablemente no hay tanto lugar como para que podamos trabajar todos. Hay muchos chicos, buenos profesionales, en el caso de Buenos Aires con los cuales mantengo un contacto, nos encontramos en alguna muestra, o a través de llamados telefónicos, cartas. Hay muchos tipos que son muy buenos profesionales, gente ya hecha de muchos años de experiencia, y que no tienen donde publicar.



Revista Hortensia
Hortensia fue un boom, fue una moda, con un estilo nuevo. Los avisos publicitarios eran todos chistes. Hay una compañía de teléfonos, hacíamos un chiste de teléfonos y ahí le poníamos el logotipo abajo. Entonces llamó la atención. Fue un hito que no se si se inició ahí, pero después, casi todas las campañas publicitarias de televisión que ganaron Clio, fueron todas hechas con humor. Las que más impacto causan son las que tiene que ver con el humor.
Fue una moda, vendía 100 mil ejemplares en todo el país, íbamos a todos posprogramas en Buenos Aires. Inclusive llegó a tener publicidad nacional. Pero como todas las modas, pasan. Después habrán sido otras, habrá sido Humor. Pero después de eso, ni acá ni en Buenos Aires.

Libros
Cuando cumplió 90 años, La Voz del Interior editó el libro 10 años de Demogracia, con trabajos de Ortiz.
Ellos, de lo que se editó, se quedaron con una cantidad y lo utilizaron como regalo. Era un regalo empresarial, una especie de regalo selecto, el director no se a quién se lo regalaría. Ese fue el acuerdo, un porcentaje de lo que se imprimía y el resto me lo dieron para que lo venda. Y hace 15 días edité mi segundo libro, que se llama Los años se pasan riendo. No se vende, el negocio lo hizo una radio, la radio más fuerte que hay en Córdoba. Le pidió permiso al diario, ellos lo editaron y como un aporte que hace la radio, lo vendió a tres pesos. Se vende en una universidad privada y en distintos negocios que han adherido con publicidad en el libro.



Premios, concursos
Perdí el contacto con los concursos internacionales. Hace muchos años empecé con los concursos de Canadá, cuando trabajaba en Hortensia y después de ahí surgieron concursos en México, en Brasil, Bulgaria, Francia, Bélgica, Japón. En Japón eran los más interesantes porque no había menos de diez mil concursantes y era lindo participar. Había buenos premios en plata. Yo lo gané tres veces. Dos veces fueron medallas y una medalla y plata. En Indonesia gané un premio, una medalla de Plata. No me perdía ninguno, pero después perdí contacto, me mudé y al cambiar de dirección no me llegaba la correspondencia.
Ahora si participo en un concurso y llego a ganar algo, tal vez me contacte y diga, “págueme la estadía, algo”.
Hace unos años la Municipalidad me dio un premio como vecino destacado.



Devolución del lector
Yo nunca me pongo a pensar ni me interesa, aunque todos tenemos nuestra vanidad, nuestro ego, pero los que dibujamos somos gente desconocida. No somos gente de televisión, entonces no me ubican por la imagen. Voy por la calle y nadie me reconoce, salvo por el libro, alguna promoción, entonces la gente en la calle me dice: “usted es Ortiz, lo felicito” . Es en algunos momentos específicos, que apareciste en un programa, un reportaje, hasta que la gente se olvida. Pero recibo cartas y llamadas. La repercusión la noto por los otros medios, la radio, la televisión, que comentan. De alguna manera, institucionalmente la recibo por los políticos que comentan mis chistes o te mandan a pedir dibujos, copias. Los políticos ahora se están educando bastante. En alguna época no eran tan permeables al humor como son ahora. Nunca me han puteado. Es más, los dibujos míos, alguna vez los han usado en campañas políticas. Un chiste nunca se hace un favor, se hace en contra entre “comillas”, no se puede ser oficialista. Una vez me ha pasado, una gran pueblada con 50 mil personas en la calle y había dibujos míos. Esas cosas notás que repercute, ahí lo notás.

Bio Carlos Ortiz: Nació en Córdoba en 1946. Desde 1981 se dedicó al diseño publicitario. En 1972 comenzó a publicar en la revista “Hortensia”Fue colaborador de los diarios “Los Principios”, “Epoca” de Corrientes, “Córdoba”, “Tiempo de Córdoba” y “Diario de Cuyo” de San Juan. También colaboró publicó en las revistas “Siete Dias”, “Satiricón”, “Tia Vicenta”, “Gente”, “El Gráfico”, “Somos”, “Humor”, “SexHumor”, y participó en la dirección de la revista “Sexomente”. En 1983 ingresó a “La Voz del Interior”.Fue invitado a participar en concursos y muestras internacionales de humor en Canadá, Australia, Italia, Bulgaria, Rusia, China, Turquía, Bélgica y Francia, entre otros países. También obtuvo muchísimos premios y distinciones.
Falleció el 27 de febrero de 2000

1 comentario:

marcelo pont dijo...

GRANDE CAPO! we love yo nigger!

el escritorio que se ve detrás de ortiz en la foto de la redacción de la voz del interior era el que ocupaba yo a finales de los 80!
QUE DOLORES DE ESPALDA!