Jorge Meiji es un reconocido dibujante y guionista de humor gráfico e historietas satíricas. Desarrolló la mayor parte de su carrera en la desaparecida revista Humor y entre sus personajes más memorables se cuenta “La Clínica del Dr Cureta” o las series “67 Bis”, "Vida Interior" o "Protección al menor".
En la siguiente entrevista, cuenta de su trabajo en la revista, o de cómo su profesión de médico –que hoy no ejerce para dedicarse de lleno al humor- le sirvió para dar contenido a la serie El Dr. Cureta. Serie que funcionaba como un reflejo de prácticas corruptas, un espacio donde se denunciaban negociados en el ámbito de la medicina. Denuncias, muchas de las cuales, eran producto de investigaciones, que no estuvieron exentas de juicios.
Por Alejandro Aguado
Taro y Jorge Meiji
Los comienzos
En el año 74 empecé en una revista de entretenimientos que se llamaba Mente Agil. Hacía viñetas y chistes. Después empecé a trabajar en la revista Clave de Ja, que era de la revista Siete Días, que hacía un suplemento semanal. Ahí trabajaron varios, como Fontanarrosa. Después en otra que se llamaba Trampolín, que hacía cuentos infantiles. En el 77 empiezo a trabajar en Tía Vicenta, en la última etapa de la revista. Simultáneamente, cuando aparece Humor, comienzo a colaborar ahí y estuve hasta que cierra en el 99.
En Humor empecé a publicar en el año 78, cuando la revista aparece para el mundial. La primera tapa era de Menoti y De Oz. Bueno, era la revista que se estaba esperando, era la revista de humor que estaba faltando. Estaba Tía Vicenta, pero a punto de cerrar. Entonces junté material y en el número 4 empecé a publicar.
Viñeta de Meiji
Tiempo de revistas y Humor
Fue una buena época, estaba también Hortensia en Córdoba. Cerraba una y aparecía otra. Después aparece Blotta que recicla todo lo que era Eroticón, no Satiricón, sino Eroticón, con todo un humor muy puntual, con erotismo y ese tipo de cosas. Ahí también trabajé. Pero era un momento de revistas. En ese momento también apareció una revista de editorial Perfil, que duró muy poco, creo que se llamaba Morisqueta, que no llegó a tener la inserción que necesitaba y ahí quedó.
Humor surgió como la gran revista y finalmente en la época de Menemismo, acosada por juicios, con muy poca publicidad, teniendo solamente la venta de los ejemplares, la revista empieza a languidecer y finalmente en el 99 murió.
Viñeta de Meiji,publicada en Humor entre fines de la última dictadura militar y el comienzo de la democracia.
Cascioli y Humor
Uno con el tiempo valora las cosas cuando no están. Cascioli fue un tipo que supo hacer revistas. Y era un laburante, porque vos ibas a la editorial y estaba siempre laburando, al pie del tablero, haciendo esas tapas maravillosas. Nunca me olvido de una tapa que estaba haciendo, ya en los finales del proceso, era un naufragio, con todas las caras de los milicos. No le chingaba un solo gesto, ni aún con gesto de susto, eran ellos. Esa es la virtud del caricaturista. Vos podés hacer la cara mas o menos rígida para mantener el gesto, pero él la hacía expresiva, mantenía el gesto de la persona, sabías de quien se trataba y tenía un movimiento alucinante. El siempre laburando, armando página, haciendo las tapas.
Cascioli decía: “yo no quiero hacer un éxito, una revista masiva, quiero hacer humor, seguir con esa veta que había aparecido con Satiricón, con Chaupinela, Mengano. Seguir con la linea de revista de humor argentina”.
Cascioli era un tipo que distribuía el juego, muy bien lo distribuía. Si vamos al caso, el gran mérito de Humor era Tomás Sanz, que era el cerebro. Cascioli era el brillante caricaturista, el que tiraba ideas y Sanz era el ejecutor de muchas notas, que por ahí veías ilustradas por Ceo, por Grondona. Por ahí decían, “Idea: Humor”, ni siquiera ponía él la firma. Fue un gran valuarte de la revista.
Viñeta de Meiji
La Urraca, fuente laboral
(La Urraca, editorial de Cascioli, editaba Humor, entre otras)
Ya mucha gente, por peso, llamaba: “che tano, tengo esto” – “Si, traelo”. Después cuando el material rebalsaba lo publicable, crea la revista Sex Humor. Mucho material gráfico, porque ya no había espacio en Humor, lo pasa a Sex Humor. Después se piensa en Sùperhumor pero ya con historietas. Había obras maravillosas ahí. Después hubo una revistita de humor erótico que se llamó El Mes, que no duró mucho.
Había una fuente de trabajo muy importante. Después con el tiempo uno lo valora. Llegué a hacer tres historietas semanales. Después la revista se hizo quincenal, después mensual. Uno ya veía que se acercaba el fin. No había forma de salvarla.
Después de ver en los quioscos que reventaban las pilas de Humor, y después mucha gente me decía: “¿y Humor sigue saliendo? Voy al quiosco y no la veo?” Había una pilita escondida, fue triste ver ese final. Quedó después como un hito en el humor.
El Dr. Cureta, un clásico del humor gráfico nacional, con guiones de Meiji y dibujos de Ceo.
Humor que deriva en juicios
Cascioli se jugó, porque había que hacerla a esa revista. Todos los juicios que tuve en Humor, estaba el “Tano” (Cascioli) y el abogado. El tipo ponía la jeta. Si bien algunas veces tuve algunos encontronazos, nunca, nunca me dijo: “mirá, esto mejor no lo digas”
Tuve cuatro juicios. A mí uno me lo hizo juicio un brigadier que estaba en Vialidad Nacional. Otro un médico, que lo llevó al ámbito del Colegio Médico, me hizo un juicio por ética. Era médico de la policía y usurpó el poder en una maternidad a punta de pistola. Eramos pendejos, inconscientes. Entonces lo escraché al tipo. En el ámbito de la justicia no le dieron bola, entonces me hizo un juicio por ética. El tipo, lo que dijo: “yo, lo que pido, es que vos hagas un historieta donde me dejes bien”. Ya estábamos en democracia, asi que al juicio lo cajonearon.
Otro fue la Gorda Mattosa. De los años 60 en adelante era un poco la jefa de la hinchada de River. Para esa historieta la satirizaron junto a Angel Labruna, que era el técnico de River, en la que le cantaban una canción satírica a Boca, utilizando cambiada una conocida publicidad de vino Termidor. Labruna y Matossa terminaban en la cama. Les inició juicio por injuria, por daño moral.
Al respecto agrega Meiji: lo que era la gorda en el juicio, de trajecito, no le llegaban las piernas al piso porque era petisita. Yo decía: “soy de River y la gorda me hace juicio”. Un abogado la fogoneo. En el fallo quedó en claro que alguien que había hecho de su comportamiento un ejemplo poco constructivo no podía hacer ese reclamo y que el hecho de estar en la misma cama no convalidaba que se consumó una relación sexual.
Viñeta de Meiji que alude a Martinez de Hoz, primer ministro de economía de la última Dictadura Militar.
Dr Cureta
Respecto del Dr Cureta, yo ya tenía antecedentes del personaje, ya venía trabajándolo con nombres alternativos. Nunca se llamó Dr Cureta, porque yo lo publicaba. En las guardias que yo hacía como médico, tenés unas habitaciones que son como un bunker, donde dormís, descansas, estudiás, te vas a ver una historia clínica. Te vas ahí porque estás más tranquilo, a veces hasta comíamos ahí. Entonces empecé a tomar la habitación como un lugar para exponer mis dibujos. Muchas veces hacía chistes y los publicaba, muchas veces eran protestas producto de la clínica donde estaba. Así comenzó a gestarse el Dr Cureta, que era un personaje que se llamaba el Dr Sulconar, que era una sátira a un medicamento que no servía para nada, que usaban para jubilados. Aludía al director de la clínica. Obviamente terminé en la calle.
Pero estaba siempre esa veta del humor en función de una denuncia. Siempre me gustó ese tipo de humor. Después quedó ese personaje. (sigue)
Viñeta de Meiji
Un día le digo a Cascioli que tengo ganas de hacer un personaje médico, el dueño de una clínica. Nos juntamos con Ceo y salió. Salió el primer número y gustó. Yo decía, “bueno, dará para dos o tres números, a quién le interesa el tema de la salud”. Y siguió, hicimos un libro, salió la película. Después el personaje siguió.
Con toda honestidad, pensé que Ceo la iba a hacer mucho mejor que yo. Quería que el personaje tuviera esa fuerza. Tenía el convencimiento que lo iba a hacer mucho mejor.
A veces me hacía algunas joditas internas adentro de la historieta. Yo soy de River. Entonces (en un episodio) había un médico que estaba haciendo vomitar a un paciente, le provocaba vómitos para desintoxicarlo, entonces le pone una foto del Beto Alonso para que mire el paciente. Yo lo quería asesinar. Me hizo una joda, formaba parte del folclore nuestro. Después poníamos gente de la revista, a pedido. Un día, a Tomás Sanz, que se había operado de hemorroides, lo hicimos como paciente sentado en una barra de hielo. El gordo Perez Larrea era el esposo de Manuela, la enfermera. Hugo Paradero, como era el crítico de cine, se había intoxicado con maní con chocolate. Eran todas jodas internas que no desviaban la historia.
"67 Bis", con guiones de Meiji y dibujos de Peni.
El Dr Cureta quedó como un registro de las prácticas corruptas
Exacto, como el “ana ana”, que es la cometa que te da un laboratorio, el que fabrica prótesis, o un colega en muchos casos. Todo eso fue reflejado y muchos adherían, otros no. Se generó una cosa muy interesante, muchos colegas médicos, jóvenes, que laburaban en residencias, en clínicas, me enviaban cartas a la revista, como una cosa muy confidencial. Decían: “pasa tal cosa en mi hospital, hacé lo que puedas”. Para mí era una satisfacción el haber generado esa cosa de complicidad, entre comillas. Entonces yo iba, me movilizaba hasta el lugar del hecho, hablaba con la gente. Algo que me da satisfacción, es que nunca hubo un error, hacer una denuncia que no haya sido verdad. Iba a las fuentes.
Viñeta de Meiji publicada en Humor, que alude a los secuestros de revistas practicados durante la úllima dictadura.
Entonces el Dr Cureta tenía un registro de lo real, basado en una investigación
Pasaba un quilombo en el hospital de Lomas, ponele, y yo iba hasta el hospital. Lo hablaba, cómo lo planteábamos. Tenía gente que me daba información. Generó una corriente muy buena, muy fuerte.
Hasta sirvió para desarrollar los personajes secundarios, con los que el lector se identifica
Claro, se daba la contrapartida, que son los dos residentes, Manuela la enfermera, la secretaria que tiene un cierto enamoramiento con Cureta, el camillero que es medio homosexual.
Tuvimos 20 años de publicarla. Después se publicó en la revista Médicos de Conurbano. Cuando se cierra Humor, me proponen publicarla ahí, en una sola página, la contratapa a color.
Después de Ceo la dibujó Rep, después Toul y al final nuevamente Ceo.
Ceo la había dejado de publicar porque tenía muchos encargues de la revista Humor. Le encargaban muchos trabajos de la historieta coyuntural, el tema del día que se te ocurra. Además en esa época el Menemismo daba para mucha joda. Le encargaban hacer historietas a color y no daba abasto. Entonces lo hablamos con Cascioli y lo pusieron a Rep.
Protección al menor, en Humor, con guiones de Meiji y dibujos de Tabaré.
67 Bis
Esa historieta también se la propuse al “Tano” (Cascioli). Me acababa de separar y sirvió para hacer catársis. Empecé a protagonizar situaciones que merecían ser “historietadas” y como el “Tano” se copó, apareció un folclore de los separados. Bueno, yo lo viví, o mis amigos me contaban historias y las recreaba. El clásico tipo separado que va con los hijos al cine, con el bolsito y lleva los bombachita. O la mina que un domingo el ex marido se lleva a los hijos, y de pronto tiene todo el día en blanco, llegan las seis siete de la tarde y se empieza a deprimir, extraña a los chicos. Después un amigo mío me decía: “la publicaste igual, guacho”, pero sin dar nombres.
El tema costumbrista me fascina.
Viñeta de Meiji, que alude con ironía a una popular canción de Charly García, de comienzos de los años 80. Publicada en Sùperhumor.
La historieta y el humor gráfico actual
Se puede ver poco, lamentablemente. En las generaciones nuevas hay algunas cosas interesantes, como fue El Cazador, pero por ahí hay un abuso de lo escatológico, de un lenguaje medio procaz. Prefiero un lenguaje más sutil, de más vuelo literario.
En el humor gráfico actual, en algunos casos veo falta de remate. Para mí el remate es fundamental. Sigo rescatando los Clemente, Matías, Diógenes, ni hablar de Mafalda. Pero veo algunas tiras con una cosa onírica, que no tienen remate, me parece que el cuadro más difícil es el cuarto, o el quinto: planteo, desarrollo y remate.
Vida Interior, en Humor, con guiones de Meiji y dibujos de Tabaré.
Trabajos en la actualidad
Ahora estoy trabajando en revistas médicas, de anestesistas, médicos municipales y en la revista de Las Madres. Hago un personaje que se llama José Lucas, que es un perdedor nato.
Siempre esperando la gran revista, para que reaparezca y meter algo. Pero hoy no se si hay lector, porque hoy la publicidad es toda humorística, en los noticieros mismo hay humor, bueno o malo pero hay humor. Está Tinelli, hay Internet, hay celular.
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