lunes, 3 de enero de 2011

Carlos Magallanes, por Gerardo Canelo

Carlos Alberto Magallanes fue un dibujante de un talento excepcional, con un estilo de dibujo minucioso, realista, expresivo y trazo preciosista. Pese a ello es uno de los menos citados al momento de inventariar a los notables de la historieta nacional. Ello se motiva en el hecho de que Magallanes se especializó en los géneros del gauchesco; género que albergó a varios de los mejores dibujantes del país (Rapela, Roux, Roume, Arancio, Casalla, entre otros), pero que no suele contarse entre los destacados cuando se escribe la historia de la historieta argentina. Ello porque la historia de la historieta argentina se escribe desde el centro, donde el gauchesco no es un género con gran repercusión, pero en cambio si lo es en la mayor parte del territorio nacional.

Al lado de otro gran dibujante, Eugenio Rapela, dibujó dos personajes de notable éxito popular, como “El Huinca” y “Fabían Leyes”. Otro de aquellos personajes que calaron hondo entre los lectores y del cual Magallanes fue uno de sus dibujantes, fue Martín Toro, para la editorial Columba. Otras historietas donde también se destacó, fue en las del género de época: western, invasiones inglesas, edad media en Europa, etc.

El siguiente es un texto que escribió otro dibujante de enorme talento, Gerardo Canelo, íntimo amigo de Magallanes, con motivo de su fallecimiento varios años atrás.



Retrato de Magallanes realizado por Gerardo Canelo.

Boceto realizados por Magallanes y cedidos a su amigo Canelo.

Cuando un amigo se va

¡Ah, ese maldito cigarrillo!!

Vos sabías que el cigarrillo mata. Entonces ¿Por qué fumabas tanto Negro?

¡Qué pregunta! Los por qué pueden ser muchos y en tu caso lo son.

Ya el día que naciste, en Rosario de Tala en Entre Ríos, estaba nublado. Tu niñez como peoncito de estancia, se me ocurre que no fue muy fácil que digamos. Nunca me contaste demasiados recuerdos de esa época, salvo los referidos a tu descubrimiento de la historieta. Te acordabas prácticamente de todas las historietas que, vaya uno a saber habrás releído.



Unitario con dibujos de Magallanes, publicado en la revista Skorpio, en 1987.

De tu adolescencia tampoco me contaste mucho, aunque creo adivinarla, salvo que por entonces ya andabas por Buenos Aires. Según conversamos más de una vez es posible que cuando andábamos por los veinte años, nos hayamos tropezado más de una vez en algún pasillo o aula.


Unitario "La virgen", con dibujos de Magallanes, publicado en la revista Fabían Leyes, en los años 70.

Vos andabas buscando algo. Seguramente tratando de no dejar de ser protagonista en la historieta, ahora como dibujante.

Y no te fue fácil la cosa. Sé que hubo muchos días nublados. Quizá demasiados.

Y remaste contra la corriente duramente como pocos, quizá poquísimos, días de sol.

Te metiste, quizá fortuitamente en la historieta de ambiente gauchesco cuando estabas llegando a los treinta años. Allí encontraste parte de tus orígenes, el campo, los caballos, la soledad.


Martín Toro, en la revista El Tony.

Tomaste seriamente la profesión, con vergüenza y dignidad. No te regalaron nada como nos pasa a todos los de abajo, que pretendemos que se nos reconozca por medio del trabajo.

Y te ganaste un lugar. Y tuviste algunos días de sol. No muchos. Cuando los había, descubriste que también podías destacarte con el color. Cuando se nublaba volvías al blanco y negro, a la historieta, ya que no tenías más remedio que trabajar para vivir.

A esta altura, nos conocimos personalmente. Dejaste pero al tiempo volviste a pintar. Eso indicaba que andabas con cielo despejado. Te entusiasmabas hablando de pintura y cuando el precio valía la pena, mostrabas hasta dónde sabías dibujar historieta. Y lo hacías sin olvidarte de aquel peoncito del campo entrerriano que soñaba releyendo historietas treinta años atrás.


Fabián Leyes, con dibujos de Magallanes.

Te habías ganado con creces unos largos días de sol pero tu lucha en la vida había sido dura. Y eso generalmente desequilibra al más pintado.

Y por qué no a vos.

Y ese desequilibrio a veces uno lo quiere compensar a puro “faso”. Y uno lo hace sin preguntarle al corazón si está de acuerdo con que uno tenga esa debilidad.

Y vos sabías que el cigarrillo mata. El día que te moriste había un solazo terrible. Lo recuerdo bien. Era un cálido y soleado mediodía de sábado. Pero yo sé que era un día de mentira. Que realmente estaba nublado, muy nublado.


El mismo texto, publicado en 1988 en la revista Pucará y como fuera remitido por Canelo.

Y que al otro día, cuando te enterraron, el sol salió con “tutti”, creyendo que podía con su luz hacer que las cosas se vieran claramente en un día totalmente nublado, casi negro, Negro. NEGRO.

Gerardo Canelo. 10 de julio de 1988.

5 comentarios:

José Massaroli dijo...

"El faso mata"... el trabajo a destajo, como te acostumbraba Columba, mata también.
Pero el afecto y la capacidad expresiva de un amigo como Canelo pueden mantener vivo a un dibujante y a su obra, pese a su prematura partida hace ya tiempo.
Magallanes conocía y amaba lo que dibujaba, eso se percibe claramente en sus trazos llenos de talento.
No lo había leído antes, Gerardo, pero tu emotivo texto me ha traído ante mí en esta tarde calurosa y gris, en toda su humanidad y calidad artística, a un dibujante a quien traté poco pero que aprendí a apreciar a través de su trabajo.
Un abrazo, che, gracias!

Diego Aballay dijo...

Gerardo, que hermoso lo que usted escribió, muy sentido realmente. Quiero contarle que yo he sido un admirador de su trabajo, me encantaba "Carbajo, Ganzúa y Cía." con los increíbles guiones de Julio Alvarez Cao. Me hacía reir tanto esa historieta, y pintaba el Buenos Aires tanguero y de guapos que tanto me contó mi abuelo.
Le envío un abrazo inmenso y toda mi admiración. Me gustaría mucho sentarme alguna a vez a compartir un café con usted y que me cuente de aquella época maravillosa de Columba, editorial en la que llegué a meter un par de unitarios, de la mano de Ricardito Ferrari.
Hasta pronto maestro.
Diego Aballay.

laduendes dijo...

José: Canelo te dejó el siguiente mensaje, que envio por mail:

A José le digo que el Negro no se dejó enganchar con la alta producción que proponía Columba. Se enganchaba en la alta producción el que aceptaba el juego de esta editorial. Lo del Negro fue consecuencia de una vida puta que llevó desde el mismo nacimiento. Luego, el piolín se le cortó temprano; a otros, aún fumadores, la vida les posterga la "fecha de vencimiento".

Vaya uno a saber porqué.

Gerardo

laduendes dijo...

Diego: Canelo te envió este mensaje por mail:


Diego, gracias por tus comentarios.

La historieta Carbajo, etc tuvo un personaje clave que fue Julito Álvarez Cao. Quizá fue uno de los guionistas con más cultura de los guionistas que conocí. Julio era hijo de quien fuera director en los mejores momentos de la revista Caras y Caretas. El papá, Eduardo Álvarez, se "rozaba" con tipos de gran cultura, cosa que le llegó a Julito y que luego trasladó estos conocimientos a LO POPULAR.

Carbajo y su calidad en los primeros capítulos la debe a esa calidad de Julito.

Yo aporté mi cariño hacia lo de los suburbios de ciudad que es donde yo me crié desde nacer.

O sea que los que hacíamos esta historieta QUERÍAMOS MUCHO LO QUE ESTÁBAMOS ELABORANDO.

Diego, no sé por dónde vivís; yo vivo en José Mármol, unos 20 kms al sudeste de gran Buenos Aires. Si andás cerca de casa, te espero para charlar.

Dale.

Gerardo.

Diego Aballay dijo...

Gerardo, que placer recibir estas líneas. Bueno, ya nos pondremos en contacto, le aseguro.
Le envío un gran abrazo y hasta pronto.

Diego Aballay.