martes, 31 de julio de 2012

LA AVENTURA CONTINÚA, por Germán Cáceres


Consulté por teléfono a Oscar González,  presidente de la Comisión de la Feria del Libro Infantil y Juvenil, sobre qué tema debía abordar, porque yo tenía ganas de encarar una aproximación a la aventura. Y me dijo que quedaba en completa libertad.
Claro, lo ideal sería charlar de las historietas de aventuras, citando títulos, argumentos y a sus dibujantes y guionistas. Pero en este 3er. Festival de la Historieta se hará un homenaje al recientemente fallecido Carlos Trillo, que brindó incontables joyas al género, y estarán presentes nada menos que los consagrados Robin Wood, Ray Collins, Lito Fernández y Domingo Mandrafina, de modo que la historieta y sus héroes serán comentados en forma estupenda.

Savarese, de Wood - Mandrafina 

Por eso creo que mi mejor aporte es aprovechar el título del Festival, “La aventura continúa”, e intentar acercarme a esta maravilla.
Antes de seguir se torna imprescindible recordar que nos encontramos en la sala “Caloi”, ese grande que sostuvo que “La historieta está para hacer más felices a los pueblos”.

Empezaré afirmando que hoy la narración de aventuras propiamente dicha es la que se encasilla dentro de la noción de género, la destinada al entretenimiento y que proviene de la industria cultural: un ejemplo sería el personaje Indiana Jones. De este modo, no serían aventuras los milenarios poemas de la India El Ramayana y el Mahâbhârata, salvo en la versión historietística que bajo el título de A la conquista de Jastinapur realizaron Leonardo Wadel y Emilio Cortinas.


La narrativa aventurera nace con el romanticismo, con su repudio a las exigencias sociales que coartaban la libertad del individuo, con su exaltación de la antigüedad y las zonas remotas, el culto del heroísmo, de las inmensidades oceánicas y la fascinación experimentada por los ámbitos exóticos. Esta perspectiva por desgracia hay que enlazarla con la expansión del imperialismo que tuvo lugar en el siglo XIX. Tal vez la mejor muestra del relato aventurero –y colonialista- sea la que forjó Rider Haggard con su personaje Allan Quatermain. En Las minas del rey Salomón, la búsqueda de míticas riquezas enfrenta al cazador y a su grupo con el pueblo perdido de Kukuanaland. Se debe recordar que detrás de la figura glorificada del explorador intrépido hay un rastreador de regiones econonómicamente ventajosas, cuya acción precede a una intervención militar. De paso, informo que nuestro extraordinario dibujante José Luis Salinas aportó antológicas historietas con adaptaciones de las novelas de Haggard.
Pero también hay producciones de diferente signo ideológico. Así, en la versión de El Eternauta que plasmaron Oesterheld y Alberto Breccia, las grandes potencias negocian con el invasor extraterrestre la entrega de Latinoamérica a cambio de no ser atacadas.

El Eternauta, versión Oesterheld - Alberto Breccia, en revista Totem, España, 1979.

Una irresistible fruición produce la lectura del Alejandro Dumas de Los tres mosqueteros, cuya continuación prosiguió en Veinte años después y El vizconde de Bragelonne. El autor francés fue un precursor de la literatura de consumo, pues tenía un taller de escritores, que le permitió concretar varios centenares de novelas.
Es muy común que clásicos personajes de aventura literarios se transplanten al cine, a la televisión y a las historietas. Este cambio de soporte admite también otra lectura: el Tarzán que interpretó Johnny Weissmuller tiene poco que ver con el de Edgar Rice Burroughs, como tampoco con los recreados por lo excelsos dibujantes Harold Foster y Burne Hogart. Y dentro de una misma historieta, el original Batman, de Bob Kane, está bastante distanciado del Dark Knight, de Frank Miller, y el Killing Joke, del binomio Alan Moore y Briand Bolland.
Una característica del género es que suele comenzar con un viaje que aleja al héroe de su medio, pero a veces esa travesía es la misma aventura. Sin embargo, ocurre que con el turismo el viaje se ha tornado realidad, y la persona es capaz de vivir su propia aventura porque puede acceder a insólitos y paradisíacos países y conocer a extrañas razas. Y están los video juegos cada vez más perfeccionados y cercanos a la realidad. Por tanto, ya no sería tan importante leer libros o historietas ni ver filmes de aventuras. ¿Será el fin de este tipo de relatos?

Corto Maltés en las Helvéticas, de Hugo Pratt

Rotundamente no, porque esos paisajes oníricos de los video juegos están poblados por el tipo de héroe que habita en los múltiples filmes, novelas e historietas. Es que forma parte de un imaginario colectivo que se ha grabado en forma indeleble en la humanidad. A través de las narraciones de aventuras el individuo puede evadirse de la aplastante rutina cotidiana que debe soportar. Es su posibilidad de soñar y proyectarse hacia un futuro y una vidas más plenos. Además, el sortilegio que emana de ellas es único e irreemplazable, incita a la fantasía, enriquece la sensibilidad y estimula la vida interior. Para terminar, nada más oportuno que recurrir a las palabras de Hugo Pratt, el genial creador de Corto Maltés: “La aventura forma parte del patrimonio humano (...) La veo como un fluir dorado, y a mi trabajo como la posibilidad de espaciar, de hacer ida y vuelta, de viajar y a acceder a un universo mágico”. 

sábado, 28 de julio de 2012

Murió Osvaldo Mosconi ("Pelayo"), autor de “Agapito y Pulga”, personajes icónicos del humor gráfico de Chubut


Históricamente los diarios de la provincia del Chubut se caracterizaron por tener una fuerte presencia de humor gráfico creado por autores locales, con personajes de características regionales. Recién con la aparición de Internet, algunos de esos personajes y autores han comenzado a trascender un poco las fronteras de la provincia.
Uno de esos personajes, “Agapito y Pulga”, en el día ayer perdió en un accidente automovilístico a su autor, Osvaldo Mosconi (1946 – 2012), conocido popularmente como “Pelayo”. Muchos años llevó saber que tras el seudónimo se escondía un reconocido ingeniero experto en energía eólica.

Viñetas recientes

Nacido en 1980 en el diario Crónica de Comodoro Rivadavia – el diario es más antiguo que el de Bs As del mismo nombre-, el personaje se transformó en un ícono regional. Recorrer la viñeta diaria en el tiempo, es hacer un recorrido a través de la historia de las tres últimas tres décadas de Comodoro Rivadavia y el sur de Chubut. Allí quedaron reflejados los vaivenes políticos, económicos y sociales de la región y el país, siempre analizados desde el humor y una fuerte impronta local. Esa impronta hizo que los lectores se identificaran con los personajes, a través de las charlas de Agapito -el hombre- y Pulga -su perro-. Y esa repercusión se hizo notar, por ejemplo, en la fiesta de la primavera, en el festejo que los alumnos de colegios secundarios realizan cada año con un desfile de carrozas. Una de ellas, estuvo dedicada a los personajes, caracterizándolos con unos enormes y vistosos muñecos.
Como no puede ser de otro modo para personajes que son íconos, resulta muy común ver alguna viñeta recortada de la hoja del diario y pegada en vitrinas de comercios de la ciudad. Mayor reconocimiento social que ese, imposible.  

La primera viñeta hace referencia a lo "agrandados" que estaban los personajes por haber sido caracterizados en unas carrozas (quien lo comenta es Chiri Von Fiesta, personaje de Aguado) y en la segunda Agapito y Chiri en 1995, como ficticios integrantes del partido político "Humoristas Unidos". 

Los lectores se habían -nos habíamos-, sanamente acostumbrado a que cuando se quería tener una visión que no fuera llamativamente “favorable” sobre ciertos temas y personajes regionales, recurríamos a la lectura de la viñeta diaria. Y no nos defraudaba, siempre iba un pasito más allá, abordando con valentía los temas más espinosos.
Al respecto escribía Antonio Valeriev en 2003, en el único libro dedicado a los personajes “Agapito, Pulga y el nacimiento de una irónica crítica”: “Agapito y Pulga cumplen la función que el filoso bisturí cuando la mano experta del cirujano tantea el foco purulento. Obviamente no es el chorro de pus el que salta sino la coima velada, la licitación arreglada, la rendición moral de algunos seudos políticos, el descalabro total de los ineptos y la humorada simplemente graciosa”.

Tapa del libro de 2003

Para el autor y sus personajes, lo importante era su sociedad y lo que repercutiera en ella. Por ejemplo, cuando Comodoro sufría cortes de agua varias veces a la semana, porque el viejo acueducto no daba abasto por su antigüedad y el crecimiento de la población, el personaje se puso al servicio del tema para instalarlo con fuerza en la sociedad. El motivo: convencer a las sucesivas autoridades sobre la imperiosa necesidad de construir un nuevo y postergado acueducto, algo que muchos prometían durante las campañas pero no cumplían.

Viñetas con temas de 1986

Asimismo, entre muchos otros temas, la viñeta también registró la terrible crisis económica y social que sufrió Comodoro Rivadavia tras la privatización de las empresas del Estado en los años 90. Agapito era un desocupado, todos los desocupados, que sobrevivían con los bolsones de alimentos que les facilitaban los estados municipales y provinciales.  
Con la partida de su autor, también nos dejan dos personajes entrañables, dos compañeros de ruta, dos amigos. Se los va a extrañar.

Viñetas de 1990.

Resultaría muy grato, en un futuro cercano, ver las estatuas de “Agapito y Pulga” acompañándonos desde alguna plaza de la ciudad.

Alejandro Aguado

jueves, 26 de julio de 2012

Entrevista: OSCAR EDGARDO VÁZQUEZ LUCIO (SIULNAS)


Siulnas, comenzó su labor como dibujante en 1947 y desde entonces ha desarrollado una enorme obra en medios gráficos claves de Argentina. A la par, ha desarrollado una muy importante labor de editor y autor de valiosísimo libros que rescatan a autores y personajes de la historieta y el humor gráfico nacional. Siulnas conoce el ambiente desde adentro, por ser protagonista del mismo, algo que le brinda una enorme riqueza a su labor de rescate. En la actualidad se encuentra abocado a la realización del libro  Diccionario enciclopédico ilustrado del Humor Gráfico y Escrito en la Argentina”.



Edad, lugar de nacimiento, de residencia
Nací en la Capital Federal, el 7 de setiembre de 1932, trasladándome en 1956 a la localidad bonaerense de Morón.

Siulnas

Desde cuándo el gusto por el dibujo, el humor y las historietas?
Decía mi madre que hice mi primer dibujo a los 2 años de edad; al parecer era una pava de cuyo pico salía una línea, que expliqué entonces, era el vapor.
Me formé mirando, antes que leyendo (aún no sabía hacerlo) los personajes de Walt Disney y los de Dante Quinterno (mis preferidos de entonces); los primeros, a través del suplemento de historietas de los miércoles, del diario “Crítica”, los segundos, desde el primer número (noviembre 1936) de la revista “Patoruzú”.
Ya a los once años, realicé a puro plumín (inclusive los textos en letra de imprenta), y pinceladas de color con acuarela, una revista mensual de ejemplar único por edición, con ediciones especiales de más páginas a Fin de Año, que mantuve durante tres años, haciendo circular el ejemplar de cada mes durante treinta días entre familiares y amigos. Aún faltaba mucho para que surgieran las fotocopiadoras, y los mimeógrafos y su técnica no estaban a mi alcance. Conservo todos los ejemplares menos uno que un día llevé a la escuela primaria donde cursaba, y un compañero no individualizado se llevó como recuerdo.


¿Cuándo y dónde comenzó a publicar?
Como muchos de mis colegas, publiqué mi primer dibujo en las páginas reservadas a los lectores; en mi caso, en la revista “Ra-Ta-Plan”. Como profesional –aunque de entrada, sin cobrar- en la revista “Cascabel”, la primera y la única que acogió de buen grado mi estilo de dibujo “modernísimo” para esa época, que después no tuvo cabida en otras revistas aunque sí elogiosos comentarios en la sección de Arte de los diarios, ante cada nueva exposición mía. Un crítico definió a mis dibujos como “geometría humanizada o humanidad geometrizada”; además me basaba en la composición de cada uno de ellos, en el principio del construtivismo. En la última parte de mi libro “Todo en rayas” (1985) rescato parte de esos dibujos que sólo pudieron ser apreciados en exposiciones, pues la necesidad de publicar, me alejó de esa modalidad, 5 años antes de que apareciera “Tía Vicenta”, la primera en dar cabida a estilos muy modernos, cuando yo ya me había resignado a ser un dibujante de corte tradicional.


Desde 1947 en adelante colaboró con publicaciones claves del país, ya sean de humor como de interés general. ¿Qué nos podría contar acerca de tan rica experiencia profesional?
Prescindiendo de la geometría y del constructivismo, me mantuve en lo demás, en una línea moderna, sin poder hacerlo en todos los casos; por ello en un comienzo se alternaron en mis colaboraciones, las firmadas por Vázquez Lucio (las más tradicionales) y las más modernas (firmadas por Siulnas). Tal vez esa ductilidad obligada ha sido la que me posibilitó después hacer algunos trabajos especiales como los que me fueron encomendados en la revista “Tía Vicenta”, cuando entre 1961 y 1962, se propusieron “disfrazarse” de otras revistas: parodié entonces el estilo de varios de mis colegas: Kalí (Raúl Alonso) en mi versión de la tapa de “Claudia”; Lino Palacio, en la de la tapa de “Billiken”; A. Fedini, en la de la tapa de “Enciclopedia Estudiantil”: todos los historietistas de la contratapa de La Razónsegún mi versión, etc. También en algunos casos, parodié el estilo redaccional, como en “Selecciones del Readers Digest”.
La primera propuesta que llevé a “Tía Vicenta” a partir de su Nº 3, fue la adaptación de los juegos de mesa a la sátira política, pero hubo muchas propuestas acordes con la amplitud de temas que posibilitaba la revista de Landrú.
Anteriormente, entre mis primeros trabajos debo mencionar las caricaturas deportivas que hacía en la revista La Cancha y la sección fija “Y viven su vida”, en el diario “Crítica”.
En cuanto a personajes de historieta, el primero fue Cristalino, en el diario “El Laborista”; le siguió Magolín, en la revista “Tío Vivo”, y Videojito, en la revista “Canal TV”. Otro personaje que tuvo mucho éxito, aunque ya en una revista empresarial, fue Siulnas maneja, con dos protagonistas: el autor de la historieta y su vehículo humanizado: un Citroën 2CV, en la revista “Mundo Citroën”.  En el “Rico Tipo”, de Divito (1959) abordé preferentemente el humor escrito, dejando las páginas de humor sin palabras, para la revista “Dr. Merengue”..
Realicé tapas y adaptaciones en historieta semicómica de grandes novelas, en “Mundo Infantil”; humor gráfico automovilístico en “Parabrisas”, e ilustraciones modernas con reminiscencias de la etapa del humor geométrico y constructivista (pero menos humorístico) en la revista “El Hogar”.


Colaboré con bastante libertad temática en la revista La Hipotenusa, y llegué a hacerlo en los tres primeros números de “Satiricón”, cuando la propuesta temática no era aún tan “agresiva” (esto corre por mi cuenta, en relación al estilo de humor que siempre cultivé)
También hubo otras publicaciones, hasta que llegué a la revista propia: “Humorón”, que empecé como algo eminentemente localista del lugar donde habito, y se fue extendiendo, primero a la Capital Federal, después al interior del país, y finalmente a los vecinos países de Uruguay y Paraguay. Allí se popularizó especialmente, mi personaje El super Don José, cuyo protagonista era el dueño de una librería comercial que de paso, se publicitaba subliminalmente.
Sin contar con una estructura editorial, competía en pie de igualdad, con las editoriales en los quioscos, pero sobrevino el “rodrigazo”, frenando por razones económicas, mi expansión –lo liquidado por los distribuidores, de lo recaudado por la venta del número anterior, debía invertirlo íntegramente en el pago (constantemente incrementado) del número a retirar de la imprenta. A partir de ahí, la situación no mejoró, sino que se repitió: yo siempre digo: después del “rodrigazo”, vino el “mondellinazo”, después el “cafierazo”, y por último el “martínezdehozaso”, así que en enero de 1978, decidí discontinuar la publicación, sintiendo que moría el humorista editor.


Desde hace muchos años que una parte de su actividad la dedica al rescate histórico de autores y obra de colegas, como el que realizó en los años 70 con la revista Humorón. Ese trabajo luego fue compilado en libros, ¿es asi? Cómo fue la experiencia?
La “muerte” del humorista editor, trajo consigo el nacimiento del humorista historiador. Hoy a la distancia, descubro que es lo mejor que podía haberme pasado a mí y a la profesión. En aquel momento comencé a escribir un libro, más como catarsis que con propósitos literarios; lo titulé “Mis memorias, antes que me olvide”; los originales de texto tipiados, junto con todas las ilustraciones escaneadas, esperaron en vano un editor y permanecen inéditos. Pero gracias a ese libro inédito, hoy soy historiador del humor.
Porque “Mis memorias antes que me olvide” me posibilitó llegar a la conclusión de que lo importante de ese libro, no era yo, sino toda la gente que había conocido a lo largo de mi carrera profesional. Y empezaron las notas rememorando a algunos de mis colegas, que se fueron publicando en “Todo es Historia”, “Pájaro de Fuego” y otros medios… impulsándome la aceptación de este tipo de notas, a investigar todo lo que desconocía del humor en la Argentina, más allá de mi entorno. Así pude llegar a la “Historia del Humor Gráfico y Escrito en la Argentina en dos tomos (1801-1939 y 1940-1985) publicados por Eudeba entre 1985 y 1987.
En una de las presentaciones de entonces, prometí que mi siguiente aporte sería un “Diccionario enciclopédico ilustrado del Humor Gráfico y Escrito en la Argentina –lo que estoy llevando adelante ahora a todo ritmo-; claro que no esperaba tardar tanto tiempo en cumplir aquella promesa (hoy siento un poco de vergüenza viendo la fecha de algunas respuestas a mi primera convocatoria con ese fin), pero una cosa es investigar becado, como les ocurre a investigadores de algunos otros países, y otra, investigar robando todo el tiempo posible a otras tareas profesionales que tiene que hacer un jubilado para poder incrementar mínimamente sus ingresos. 


¿Por qué el interés en rescatar obras del pasado y presente, y a sus autores?
Son muchas las causas: en la inauguración de la sede propia del Museo de la Caricatura Severo Vaccaro en diciembre de 1981, Lino Palacio dijo: “Hacer sonreir es una obra de amor, y creo que nosotros al hacer lo que hacemos, estamos dando a la gente que nos rodea, unos momentos de sosiego, de paz, de tranquilidad…”. ´Durante la segunda guerra mundial, antes de interiorizarse de las cruentas noticias de lo que pasaba en Europa, los lectores de La Razón iban a su contratapa a leer las historietas…
¿Quién ha prescindido de la lectura de historietas cómicas en la infancia? ¿Quién, un poco más adulto, no ha reído leyendo “Patoruzú”, “Rico Tipo”, “Tía Vicenta”, o tantas otras revistas de humor? ¿Quién ha soslayado las historietas publicadas en los diarios?
¿Los de mi generación, hubiéramos llegado a ser humoristas sin el aporte de los que nos precedieron? ¿Hubieran llegado ellos sin ese mismo aporte anterior?
Pero no sólo es cuestión de hacer reír: las caricaturas de la época de “El Mosquito”, “Don Quijote”, “Caras y Caretas”, y muchas otras publicaciones de menor duración o trascendencia, indirectamente nos hacen un llamado de atención para que veamos que nuestra Historia no es tan literal como nos la enseñaron en la Escuela en base a versiones interesadas en demostrar que todo lo bueno estaba del lado de quienes la escribieron, y todo lo malo, del otro lado.
Sin duda, los humoristas de todos los tiempos merecen un reconocimiento. Yo sólo espero no incurrir en ninguna omisión involuntaria por no haber detectado un nombre, una publicación, o no haber contado con quien me lo pudiera señalar (el autor, ya retirado de la actividad; un familiar, amigo o colega si ese autor ya no existe; descendientes –hijos, sobrinos, nietos, biznietos- de autores desaparecidos mucho tiempo atrás). Por ello estoy permanentemente atento a lo que pueda llegar a mis correos electrónicos siulnas2004@yahoo.com.ar y vazluc@hotmail.com


 ¿Qué recepción ha tenido de sus libros?
La recepción ha sido inmejorable, y hasta el día de hoy se me consulta cómo y dónde conseguirlos. Lamentablemente, la respuesta de quienes sucedieron a Gregorich en la dirección de Eudeba, dejó mucho que desear, y la obra no se reeditó. Gregorich había apreciado desde un comienzo la trascendencia de mi obra, y así lo había hecho saber a quienes trabajaban cerca de él; el día que fui a la imprenta que trabajaba para Eudeba, a revisar pruebas de páginas, el Jefe de Taller se apersonó para saludarme y felicitarme; lo miré con cierta sorpresa, y me aclaró que Gregorich le había comentado que mi libro era la obra más importante que encaraba Eudeba, con el retorno de la democracia.


En la actualidad está realizando un “Diccionario Enciclopédico del Humor Gráfico y Escrito en la Argentina”. ¿En qué etapa se encuentra el libro, estima cuántas páginas tendrá?
Es difícil calcular páginas cuando, si bien tengo ya registrados a casi todos -(utilizaré el “casi” hasta el día antes de enviar la obra a la imprenta, aunque aspirando a que sea “todos”)-, los autores (dibujantes y redactores); personajes y secciones fijas, y publicaciones humorísticas (a las de papel, ahora se suman los blogs) e instituciones  ligadas a la actividad, la mayor o menor obtención de datos complementarios en cada caso, puede originar variantes.
Como prueba piloto tengo ya completada y diagramada en su totalidad, la letra A, y la misma abarca 72 páginas. Tampoco puedo tomar esto como base para multiplicar por la totalidad de las letras del alfabeto, pues no en todas hay la misma cantidad de vocablos.





¿A las nuevas generaciones les interesa conocer el pasado de nuestra historieta y humor gráfico?
Creo que ese aspecto negativo se dio en alguna generación anterior; por el contrario, en los últimos tiempos he visto resurgir en los más jóvenes, aquel interés y entusiasmo que caracterizaba a los de mi generación en los encuentros con los veteranos de entonces.
Quienes en los últimos años se esforzaron por dar al Museo de la Caricatura Severo Vaccaro, todo el protagonismo por el que yo luché como Asesor y Coordinador general (un diario a nivel nacional me había señalado entonces como director, lo cual, aprovecho a aclarar ahora, era inexacto), entre 1981 y 1983, fueron todos gente joven.


 ¿Cómo ve el panorama actual de la historieta y el humor en el país?
Estamos en un período de transición en lo que se refiere a los medios para manifestarse; Internet representa sin duda una gran revolución tecnológica, pero los blogs no han marcado el certificado de defunción de las revistas impresas en papel. Es cierto que hoy son impensables revistas como “Rico Tipo” y “Patoruzú” –“Tía Vicenta” ya no había podido llegar a  tanto- con tirajes semanales de 250.000 hasta 300.000 ejemplares; pero muchas propuestas en blogs y páginas web, tienen su complemento en papel, por lo que las revistas siguen vigentes.


martes, 24 de julio de 2012

Fotos para el recuerdo (de los maestros de la historieta argentina)

Todas las fotos que se presentan, pertenecen al archivo personal de Juan  Dalfiume, a quien se agradece la gentileza de compartirlas.
En los nombres de los autores que aparecen linkeados, se puede cliquear para ver las entrevistas que se le realizaron a los mismos y se han publicado en este blog.

Despedida de Horacio Altuna, que partía para radicarse en España, 1982. De izq. a der: Domingo Mandrafina, Enrique Breccia, Alberto Macagno, Dalfiume y Altuna.

Dalfiume y Hugo Pratt, Córdoba, 1979.
Carlos "Chingolo" Casalla y Dalfiume, 1990, Bariloche.
De pie: Néstor Olivera, Alberto Caliva, Horacio Lalia, Dalfiume, Eugenio Zappietro (Ray Collins), Lito Fernández, Mandrafina y Meiji. Sentados: Macagno y Solano López
Dalfiume y Alberto Breccia, 1980.

jueves, 19 de julio de 2012

Entrevista: Patricia Breccia (segunda parte)


En la década del 70 Patricia Breccia comenzó a trabajar como historietista, actividad que era casi exclusiva de hombres. Con ello se sumó a un acotado listado de mujeres pioneras de la historieta argentina (entre ellas Martha Barnes, por ejemplo). Aunque en los comienzos debió afrontar el poseer uno de los apellidos emblemáticos de la historieta mundial, supo abrirse paso a fuerza de talento, trazarse un camino propio. Patricia es hija del referente mundial Alberto Breccia y hermana de los también talentosísimos dibujantes Enrique y Cristina.
Hoy cuenta con una obra personal, extensa y reconocible, publicada en varios de los medios claves de la historieta nacional, como Humor, Súperhumor, Mengano, Humi, la vieja Fierro, etc.

Patricia Breccia y Martha Barnes, durante la presentación del libro Evocando Viñetas, de Germán Cáceres, durante el evento "La semana de La Duendes"

Otra serie, muy original en la propuesta por comenzar y terminar cada episodio remitiendo a cuadros de pintores famosos, fue Museo. ¿Qué puede comentar acerca de la misma?
La idea de "Museo" fue de Juan Sasturain. Sí, comenzábamos con un cuadro a color de un pintor famoso, en el medio la historia se desarrollaba en B y N y terminaba con otro cuadro a color del mismo autor. Me acuerdo que en aquel entonces, (década del ochenta) teníamos problemas con el tema de intercalar color con el blanco y negro, o salía muy caro, o era dificultoso hacerlo.
Fue una serie muy linda, muy original. Hace un tiempo la continué, (para la nueva Fierro) pero ya con guiones de M. Buscaglia.
 
El gran zoo, publicado en Humor

¿En qué consiste la serie Manoblanca?
Manoblanca es una serie que hice junto a M. Buscaglia (guión). Una suerte de pequeño folletín costumbrista, muy porteño, donde se entremezcla la Magia Negrala Literatura y el Humor. Los personajes son: Blanquita, (dueña de una Santería) Alberto, (un viejo escritor, un tanto loco, que dirige un taller de escritura)  Cora, una vecina gorda, y  chismosa) y un gato blanco, personaje clave en el desarrollo de la historia. Todo eso acompañando por el clima de un Bs. As. que ya no existe, ( el de lo años cuarenta y cincuenta )  y por las letras de algún tango que sale desde un cuadrito y persigue a los personajes. Si bien transcurre en la actualidad, yo traté de enmarcarla un poco en el pasado. De hecho, "Manoblanca" es el  nombre de un tango.
 

¿Qué serie realizó con Ricardo Barreiro?
Con Ricardo Barreiro hicimos "Alicia a través del desván", Para Eura editoriale, de Italia. Una serie lindísima. Era un poco la "Alicia en el país de las maravillas". De Lewis Caroll, pero para adultos, y con el talento de ese guionista fenomenal que fue Ricardo.
 
Fragmento de página de la serie Sol de Noche
En sus historietas noté que además de prevalecer personajes femeninos de fuerte personalidad, aborda temas que podrían decirse “duros” y también tienen gran presencia la noche y los gatos. ¿Es así? y si es así ¿por qué?
Si, en realidad, me parece natural que prevalezcan los personajes femeninos en mis historias, ya que dibujo y narro lo que conozco. En las historietas realizadas por hombres, en cambio, prevalecen los personajes masculinos. Creo que es más fácil abordar lo conocido, que internarse en  territorios que uno no conoce demasiado.  En cuánto a los temas, si se refiere a las historias de "Sin Novedad en el Frente", puede ser. Creo que ha sido una mezcla de lo que viví, lo que leí, lo que vi, y lo que sentí.
Con la noche me pasa algo especial. Los colores de la noche son mas frescos, mas agudos, tienen un contraste mas fino .Me gusta caminar la ciudad cuando no hay nadie, y me gusta vivirla dentro de mi casa, por eso, tal vez, mis historias casi siempre transcurren durante la noche. En cuánto a los gatos, es genético.
No tengo remedio.
 
Página de la serie "Museo", con guión de Sasturain

Algo que se elogia mucho a la vieja Fierro, fue la enorme apertura y novedad que representó (elogios a los que me sumo). Sin embargo, lo que veo y se suele pasar por alto, es que esa era en definitiva una característica de la editorial La Urraca, que editaba esa revista, además de Humor, Humi, Sex Humor, Sùperhumor, El Péndulo, etc. ¿Le parece que esto es así?
Absolutamente. Una característica de "La Urraca" era justamente la enorme libertad que había en todas sus publicaciones. Fue novedosa, creativa, inteligente, y , sin lugar a dudas, hay "un antes y un después" en el mundo editorial.
 
Tras haber elaborado una gran obra y de carácter muy personal ¿qué balance puede realizar acerca de su obra?
Bueno, creo que hice lo que tenía ganas de hacer. No sé si fué una gran obra, pero me hizo (y me hace) feliz, y eso es lo importante.
 
Página de Museo

Se podría decir que la historieta en Argentina, como industria murió con el nacimiento del nuevo siglo. ¿Le parece que es así, se podrá revertir en algún momento?
Sí, yo creo que la historieta está agonizando aquí, y en el mundo...Aunque mi mirada sea un tanto ingenua, (seguramente) me  parece que con la llegada de lnternet, y la tecnología en general,  cada vez mas avanzada , necesariamente la está dejando afuera del resto. Quién se  sienta ahora a leer una revista...? ¿Y para qué? si ahora se puede ver, escuchar y leer cualquier cosa,  que sale a través de una pantalla...para pensar y dibujar una historieta se necesita tiempo, para leerla también. Es un ritual que está casi en extinción. El  nacimiento del nuevo siglo llegó sin ese tiempo.
Y si, yo espero que se revierta, ojalá.
 
¿En que países publicó/a y cuáles trabajos fueron?
Publiqué y publico aquí, y en Italia. Los trabajos fueron muchísimos. Algunos son series, otros son episodios que empiezan y terminan.

Página de Museo

¿Cambia mucho el modo de trabajo en el país y el exterior?
Para poder trabajar en el exterior, y para esas editoriales, tuve que modificar el dibujo, es decir, hacerlo  mas realista. El método es el mismo, salvo por  detalles específicos que son exigencias del editor.
 
 
Página de "Sin novedad en el frente", publicada en Fierro 44 -primera época-,  1988.


¿A grandes rasgos, cómo se realiza una historieta?
Bueno, puedo contar como la realizo yo.. Leo el guión, (yo no boceto)  así que directamente comienzo con el cuadro número uno. Después que hice todo el lápiz, comienzo con la pluma, y dejo para el final los negros.  Lo que hago con un pincel, (como antes...)
 


¿Autores que considera que habría que revalorizar o destacar?
Bueno... desde autores como el olvidadísimo Mirco Repetto, (la maravillosa Vaca Aurora, y muchísimos otros personajes mas) Quién lo recuerda a Mirco Repetto? Nadie. Ricardo Barreiro. El GENIAL Oski (Oscar Conti) uno de los mas grandes humoristas que tuvo ( y tendrá) este país.
Wadel, uno de los primeros guionistas que abarcó el género fantástico.
 Todavía hay dibujantes que no saben quién fue Calé, o Medrano... Estaría buenísimo, por ejemplo, que hubiera Concursos de Humor,  que se llamaran "Oscar Conti" Oski, como los hay con El Eternauta...Sería lindísimo, y justo. Sobre todo justo.


Historieta de dos páginas publicada en Súperhumor

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lunes, 16 de julio de 2012

LA MILONGA DE ORQUÍDEO MAIDANA de José Massaroli, por Germán Cáceres


(La Duendes, Comodoro Rivadavia, 2012, 100 páginas)


Orquídeo Maidana posee una personalidad rígida, una suerte de estereotipo iterativo que, sin embargo, siempre encuentra una nueva manera de actuar ante las diferentes circunstancias que le plantean los episodios. Según el Dr. Bambú (Oscar Bevilacqua): “Con sus pantalones chupados, su lengue volador, su cuchiyo siempre listo para el entrevero y su inteligencia siempre lista para la huida”. 

Presentación del libro en la Biblioteca Nacional. Rep, Massaroli, Meiji y Maicas.

La historieta apareció entre 1982 y 1983 en la revista Caras y Caretas, y tanto el guión como el dibujo instauraron un clima poético. Abundan los textos en los globos y, sin embargo, ni lentifican el ritmo ni impiden que el grafismo de Massaroli sea ágil y fresco, y en el cual la mayoría de las viñetas carecen de marcos. Como comenta Miguel Rep en el prólogo: “en los márgenes de su estilo madre, el realismo, apelando al semi funny y la caricatura, el chiste, el remate con panorámica de cierre de película”. El humor está cargado de alegría y de vitalidad, y los diálogos son impecables, con ocurrentes réplicas por parte del antihéroe.
El dibujante realiza una distorsión del espacio barrial (edificios, faroles) lo que le otorga un toque fantasmagórico a la saga e imágenes bellas, con oportunos negros plenos y sombreado con rayas, a lo que añade un gusto por los pequeños ornamentos gráficos y los personajes silueteados.


Lograda la versión paródica de Jorge Luis Borges, cuya Milonga para Jacinto Chiclana, con música de Astor Piazzolla, inspiró este simpatiquísimo Orquídeo Maidana. En todo momento Massaroli exhibe su gran admiración por el autor de “El Aleph”, a la vez que se introduce en la trama, y no deja de advertir al lector que se está frente a una historieta, o sea una obra de ficción, y juega con esta circunstancia haciendo que los personajes dialoguen con él, muy en la línea que proponía el eminente escritor Miguel de Unamuno en Niebla.
“Orquídeo Maidana  ... y los alephnautas” son tiras publicadas en el diario La Voz en el año 1985. Según la opinión del artista, en esta parte se “llega a la aventura como a mí me gusta: acción continuada, variada y con un humor ajustado a la acción, brotando naturalmente de los sucesos que iban ocurriendo”. Se observa más síntesis en sus dibujos, que en forma constante buscan ángulos y ornatos, y pasan con fluidez del primer plano o medio al plano general lejano.


En el período de Caras y Caretas se encuentran varios homenajes al tango, pero en la etapa de La Voz aparece el mismo Carlos Gardel. La escena que reúne a éste, a Orquídeo Maidana, a Jorge Luis Borges, a Doña Berta y a una tribu punk es realmente desternillante, de un clima casi lunático.
Estas tiras diarias –con el primer cuadrito que aclara algo de lo que sucedió y el último que genera suspenso-, al ser reunidas en un libro hacen adquirir a la narración un ritmo vertiginoso. Además, Massaroli despliega un inteligente desarrollo de desplazamientos temporales.  


La estilización de los cuerpos de los personajes constituye un hallazgo visual: sus movimientos son perfectos y lucen soltura y espontaneidad. Las figuras femeninas, a pesar del trazo “semi funny” a que alude Rep, desbordan sensualidad.
“Los alephnautas” fue abandonada en 1985 por la clausura del diario La Voz, pero continuada a partir de 2010 con las tiras y los guiones que ya en parte el historietista tenía elaborados y que fueron subidas al blog de La Duendes.


Como sostiene Ariel Avilez en el epílogo: “Don José (...) se atrincheró en el bar de la esquina del farol con Maidana, a esperarnos a nosotros, sus lectores, que comenzamos a llegar de a poco, curtidos pero felices, listos para bromear con él acerca de milonguitas, libros y cosas que nunca estarán de moda pero siempre estarán vigentes”.
Se sabe que es casi una hazaña crear un sólido personaje de historieta, pero es indudable que José Massaroli lo logró holgadamente con Orquídeo Maidana.


Germán Cáceres

jueves, 12 de julio de 2012

Viñetas de Celuloide - Constantine (2005)


Constantine (2005)
Cómo NO hacer adaptaciones de historieta al cine.
Parte 2

     Si bien en un principio las adaptaciones del mundo del comic al cine fueron esporádicas (setentas y ochentas, Superman y Batman, como ejemplos taquilleros), hoy día nos encontramos con que prácticamente la gran mayoría de los estrenos hollywoodenses que resultan éxitos de taquilla son adaptaciones. La trilogía de Batman de Nolan, la serie mutante de Marvel (X-Men y spin-offs), Transformers (dirigidos por un Michael Bay que debería suicidarse de acuerdo a la opinión general) y más recientemente, Vengadores (precedida, por supuesto, por películas de casi todos los integrantes del super grupo marvelita), todos estos previos ejemplos fueron o serán fuentes incombustibles de dinero para las productoras “made in comic”. Recordemos que no solo DC tiene sus propios estudios y la colaboración de Warner Brothers sino que además la fusión de Marvel con Disney solucionó la desventaja de la compañía mutante a la hora de producir películas basadas en sus franquicias. El futuro, según algunos, viene con capa y superpoderes.
 

     Ahora bien, el futuro viene con superpoderes, pero algunas películas levantan dudas. El fracaso de taquilla de Green Lantern (sobran razones) hace que la adaptación de Flash y la JLA se retrasen y rediscutan continuamente. La adaptación de Magneto termino convirtiendose en “X-Men Origins” por la falta de confianza en una película protagonizada por el mutante alemán. Según algunos, entonces, hay que aprender de los errores. Pero ¿de qué errores exactamente? ¿Qué se hizo mal? ¿Cómo? Constantine es el segundo ejemplo de adaptación del que vamos a hablar, luego de Wanted. No es una película horrible como pueden haber sido Gatubela o Elektra, adaptaciones que se hicieron sin cuidado ni respeto (por el personaje en que se basaban o por el público), sino una buena película, interesante, que lamentablemente destruye los puntos más importantes de la serie en la que se basa, resultando en algo completamente diferente. Una adaptación que significa algo en sí misma más allá de la inspiración.

     Esta película abreva de uno de los grandes éxitos de la línea Vertigo de DC: Hellblazer. La serie, que es la única que originalmente se continúa publicando hoy día 24 años después de su primera aparición cuando el subsello de DC no existía, narra las vivencias de John Constantine, personaje surgido en 1985 en las páginas de Swamp Thing como resultado del deseo del guionista Alan Moore y los artistas Stephen R. Bissette y John Totleben de dibujar un personaje semejante a Sting (?!). El logro del trío fan de The Police, es aún visible en la serie donde aparece este cazador de demonios / experto en lo oculto o sobrenatural / egoísta insoportable y desinteresado.

     El tono general de la serie (demasiado larga ya para comentar su historia en detalle) es sobrenatural, siempre virando hacia el costado demoníaco de todo tipo de creencias a lo largo del mundo. Constantine, experto en esto, se encarga de diversos asuntos ocultistas (a veces también lidiando con otros problemas personales del protagonista que poco tienen que ver con lo sobrenatural y más con su incapacidad para relacionarse con otros, ya sean amigos o familia) recurriendo a todo tipo de herramientas y conocimientos no reducidos a un solo cúmulo de creencias. A lo largo de todas sus aventuras, es acompañado por diversos amigos y/o familiares, quienes eventualmente desaparecen, mueren o se alejan, incapaces de mantener el ritmo de John o simplemente de comprenderlo. Tampoco es que a este le importe mucho, claro.

  
La Película.

     Pero pasemos a lo importante, que es la crítica y comparación entre comic y película. Basada principalmente en el arco argumental “Hábitos Peligrosos”, la película adapta muy libremente al personaje, su forma de ser y la naturaleza general de sus aventuras. Ya desde el principio, Constantine es un cazador de demonios que trabaja para las huestes divinas. No hay más cielo ni infierno que el cristiano y eso marca un gran choque con lo que es la mitología interna de la serie en papel, que mezcla todas las creencias del mundo, generando (como ocurre en Sandman) un universo donde conviven todo tipo de criaturas y demonios de distintas religiones. Una mención aparte merece la evidente influencia del cristianismo en casi todas las producciones en celuloide que tocan la palabra “demonio”. Aparentemente, si decimos “demonio” es OBVIO que hablamos de un demonio según el bestiario católico y no según los mitos griegos o hindúes, lo cual cambia la idea del bien y el mal radicalmente. Pero eso es discusión para otro momento. Esta es una película sobre el bien y el mal, negros o blancos, sin grises intermedios.


     La acción comienza de manera espectacular, con John (Keanu Reeves) realizando un exorcismo atado con alambre (con cables en realidad, pero la metáfora es efectiva). Este primer demonio exorcizado demuestra ciertas actitudes antes de desaparecer que hacen sospechar al protagonista que algo esta mal y empieza a investigar qué esta ocurriendo en la tenue linea que separa los mundos del infierno y la realidad. A partir de allí descubrimos que John esta prácticamente condenado a ir al infierno por sus acciones y sobre todo por un intento fallido de suicidio (momento en el que vislumbró el infierno) en su juventud. Nada puede redimirlo, no importa cuantos demonios destruya ni que tanto ayude a otro, pues sus actitudes están condicionadas por su egoísmo y su completa falta de empatía. Y para colmo de males, tiene un cáncer de pulmón que lo aproxima cada vez más a la muerte.

     El quiebre a esta situación sin salida viene con la aparición de una investigadora policial Angela Dodson (Rachel Weisz), quien le pide que la ayude a averiguar qué pasó con su hermana gemela, aparentemente suicida. La película girará entonces alrededor de la relación entre John y Angela que, en el final, le dará la clave necesaria para superar su soledad, su condenación y la invasión del mundo por parte del hijo del demonio (si, tal como lo escuchan).


     Ahora bien, cambiemos de tema. No nos vamos a meter más con la película o los actores en sí, para eso la pueden ver ustedes. Vamos a comentarles cuales son las diferencias entre adaptación y original que nos hace pensar que la respuesta del director a la pregunta “¿qué adaptaste exactamente?” sería “lo que se me cantó”.

     Primero, el personaje. Keanu Reeves, devenido en héroe de acción que lamentablemente no resalta sin anteojos negros que tapen sus ojos inexpresivos, resulta una elección fallida para interpretar a un personaje que se caracteriza por una gestualidad y una corporalidad avasallante, satírica, sombría y ácida. Más allá de que el personaje sea o no rubio originalmente, hay un algo que falta en su actuación que nos impide creerle. Constantine es un hijo de perra a conciencia al que no le importa casi nada y lo deja entrever en su cara, su cuerpo. Reeves es incapaz de hacer otro gesto irónico más que el alzar una ceja o sonreír a un costado y con eso perdemos un costado riquísimo a la hora de definir un carácter.

     Otros aspectos enfrentados respecto del carácter de John, es la acción vs. el conocimiento. En el comic, John sabe. Sabe muchísimo. Cómo conjurar demonios, como controlarlos, quién es quién en el mundo sobrenatural y donde pertenece. No anda cazando demonios por ahí y muchas veces se discute cual es la gracia de poseer dicho conocimiento y no poder usarlo para cosas realmente importantes o, en su caso, salvar su alma de alguna manera. En la película ocurre lo contrario. Constantine es un cazador lleno de armas de carácter religioso que revienta (discúlpenme la expresión) demonios a balazos bendecidos. El esoterismo está, pero toma más importancia la acción y la lucha contra demonios que los conflictos internos de los personajes y el misticismo general de la serie.

Segundo y, quizás, importantísimo: la capacidad de redención. Ahora sí, veamos algunos detalles de la historia para entender. En “Hábitos Peligrosos”, Constantine termina al borde de la muerte. Atrapado entre la espada y la pared por su cáncer y su condenación inevitable, recurre a una estratagema para liberarse: engaña a los tres reyes del infierno y les vende el alma por separado, luego de lo cual se corta las venas. Corruptos por naturaleza y hartos de los problemas que les ha dado a lo largo de su vida, su alma es preciadísima entre todos ellos y ninguno esta dispuesto a cederla. La muerte de Constantine originaría, entonces, una lucha que llevaría a los tres reyes a la destrucción total, dejando al paraíso como único ganador. Por ello, se ven forzados no solo a salvarlo de este “suicidio” sino también a curarle el cáncer de pulmón para vivir hasta que encuentren una forma de solucionar el problema. Feliz, Constantine enciende otro cigarro (la razón de su cáncer, demostrando que no aprendió nada ni esta dispuesto a dejar de fumar para salvarse) y los manda a paseo a todos, regodeándose de su triunfo frente a los tres demonios.


     En la película, esto ocurre de manera diferente. El hijo del demonio Mammon intenta pasar del infierno a la realidad y para eso debe poseer a una mujer (Angela) que, literalmente, lo pariría. Para detener esto, en el clímax de la película, John se corta las venas, provocando también que el diablo venga a buscar su alma y, de paso, note el plan de su traicionero hijo. El diablo se lleva a Mammon, libera a Angela e intenta reclamar el alma de John. Sin embargo, no cuenta con el hecho de que lo que el cazador de demonios hizo lo redimió, pues dio su vida a sabiendas de lo que podía pasarle solo para salvar a Angela. El diablo, como en el comic, lo salva antes de que muera y le dice que estará ahí para verlo corromperse de nuevo aunque supuestamente ya esta salvado del infierno. Al final, se ve al héroe de espaldas levandose a la boca algo que no vemos y nos damos cuenta de que es simplemente un chicle.

     Por más que a alguno pueda parecerle un dato menor, ese detalle resulta clave a la hora de definir “adaptación fiel” y “adaptación libre”. El personaje del comic es un alma torturada que, aunque a veces lo intenta, esta condenada a la soledad y el fracaso. Fracaso no leído como fracaso ante las batallas que debe lidiar, sino fracaso como ser humano. No puede tener relaciones duraderas, la gente cercana a él muere... es un humano fracasado. El tono general de la historieta es oscuro y trágico. Constantine se ve definido por la tragedia sin solución. En la película este aspecto es destruido en pos del final feliz. El típico mensaje “el hombre aprende de sus errores y puede redimirse” se erige como moraleja y así, se rompe la esencia que da valor a la obra original.

     En definitiva, todos los cambios argumentales realizados transforman a la adaptación cinematográfica en una obra aparte que tiene, de la obra original en la que se basa, solo el nombre (y ni siquiera el nombre de la obra sino la del protagonista).

En nuestro país.

     La historieta es conseguible en tomos aunque no muy baratos (tampoco todos ellos). La película, por el contrario, esta disponible en casi todo videoclub que se precie de serlo. Así también esta a la venta en formato simple y doble dvd con todos los comentarios, fotos y demás cosas que vienen hoy para hacer más apetecible la compra del formato físico.


La crítica dice:

     La película resulta interesante y atractiva visualmente a pesar de Shia La Beouf y la eterna cara de nada de Reeves. El aspecto gráfico, la única aparición del diablo, y Tilda Swinton como ángel, salvan la película. Al menos para mí. Aquellos fieles a la obra original, abstenerse. El papel, en este caso, resulta mil veces más atractivo que el celuloide.

Próximo:
     La liga de Caballeros Extraordinarios (2003).

EXTRA:
Películas o series basadas en historietas que deberían hacerse.
Justo hablando de DC y vertigo y etc. The Sandman, de Gaiman. Otra serie sin dibujante fijo pero muy interesante como para armar una mini serie sobrenatural-esotérica-mítica con los capítulos más representativos.