martes, 13 de junio de 2017

MALVINAS El sur, el mar, el frío de VVAA, por Germán Cáceres

(Editoriales de la Universidad Nacional de Rio Negro y de Villa María, Viedma, 2016, 96 páginas).



Nueve historias desgarradoras acerca de un hecho bélico que, según el prólogo de los editores, ocasionó la muerte de  “…907 personas, 649 eran argentinos. Se estima que luego del conflicto –no hay datos oficiales – unos 500 excombatientes se suicidaron”.  
Mind the gap se podría considerar una microficción: en pocas viñetas se describe el sentimiento de culpa que perseguirá hasta la muerte al soldado inglés que mató a un argentino desarmado. Texto y dibujo están ensamblados en una historieta donde priman una síntesis inteligente y las imágenes mudas. Y todo sucede en una única escena. (Guión: Mariano Antonelli/ Arte: Oscar Capristo).


Hay cosas que no se te olvidan nunca tiene una gráfica original, con un bello juego de blancos, grises y negros que apela a la esencia de la historia en tanto los diálogos optan por el sobreentendido. (Guión: Sofía Cunha/ Arte: Rodrigo Luján).


Soldados es un emotivo relato sin textos, solo cuadritos mudos. Resulta difícil que un argentino no se sienta conmocionado ante esta tragedia tan tremenda como injusta, una impresión que trasmite la totalidad  del libro. (Guión y arte: Eduardo Molina).


En Jugar a la guerra, Fer Calvi (guión y arte) despliega, a través de su técnica de reportaje historietístico, los testimonios recopilados por Francisco de Zárate y realiza una contundente denuncia sobre una guerra que hizo tanto daño a la Argentina.


Asesinos exhibe dibujos crudos y realistas para narrar este suceso de horror que hace pensar que la vida carece de sentido. (Guión: Mariano Antonelli/ Arte: Diego Aballay).


Chelo Candia (guión y arte) en Meen a Casilda se permite plasmar un logrado juego simbólico de alucinaciones, en el cual un soldado muerto parece venir del más allá.


En Recuerdos de la guerra, Alejandro Aguado (guión y arte) propone un original relato que exhibe el terror de los habitantes de Comodoro Rivadavia ante la posibilidad de un bombardeo británico. También se permite deslizar una nota de comicidad dentro de un estilo gráfico emparentado con el dibujo humorístico.


Una sugestiva ficción onírica alusiva a la soledad y a la muerte que desembarcaron en las islas Malvinas plantea en El número más bajo Mariano Antonelli (guión y dibujo).


En Viaje a la línea, Kristian Rossi (guión y arte) expresa gráficamente, mostrando el vuelo de las gaviotas, la belleza natural de las islas, pero también refiere que de ese mismo cielo caen las bombas que dan muerte al soldado que narra los acontecimientos.


Malvinas, el sur, el mar, el frío es un libro conmovedor. Los editores aseveran en el citado prólogo: “Como tampoco es posible disociar las islas de la guerra de abril de 1982. Como tampoco es posible desmembrar la guerra de la dictadura que comenzó del 24 de marzo de 1976…”.


Germán Cáceres

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