CON TODOS USTEDES
DAGSSON
de
Ugleikur Dagsson
(Editorial
Anagrama, Barcelona, 2018, sin numeración de páginas)
Como diría Hugo
Pratt, en este siglo XXI el humor gráfico goza de excelente salud y larga vida.
Sus producciones no solo pululan por páginas de internet y las redes sociales,
sino también en revistas y diarios.
En estos
trabajos Hugleikur Dagsson (Reykjavik, 1977, Islandia) no utiliza viñetas sino
páginas en blanco con dibujos prácticamente infantiles que se limitan a unos
pocos trazos. Aunque se graduó en la Academia de Artes de su país (ver nota de
Andrea Guzmán, «Oscuro como el invierno», en Radar del 14.4.19) desechó el realismo para priorizar el humor del
texto. Concretó algo similar a la propuesta de Chester Gould con su Dick Tracy (1931), cuya simplicidad gráfica
favorecía la calidad narrativa de su historieta.
Esas líneas
mínimas e ingenuas van acompañadas por los diálogos o pensamientos de los
personajes que están encerrados en globos. El espíritu lunático de los mismos
asume el absurdo, un humor negro de una crueldad y una ferocidad inimaginables,
y hasta el nonsense. Por ejemplo, la
muerte pregunta por un señor que la atiende en la puerta de su casa, y este le
responde que no es él.
Aunque son cartoons para ver y leer, se
transcribirán algunos diálogos ilustrativos.
–“Disculpe,
señora…Mi familia y yo nos estábamos preguntando… ¿está usted embarazada o solo
está gorda como una vaca?”.
–“Mami, este
desodorante no funciona. “/”Eso es porque es mi vibrador”.
–“Papá, cuando
sea mayor voy a ser puta.”/ “¡Gracias, MTV!”.
–Una señora que
ve a su hijo con una chica en la cama se lamenta: “¡¿Cómo has podido
engañarme?! ¡A mí, a tu propia madre!”.
Y así sigue
Dagsson: los ángeles suelen ser perversos sexuales, un padre cocina a sus
propios hijos y se muestran mujeres que sacrifican a bebés para entretenerse.
En el final predominan
los chistes desaforados; un hombre descubierto por su mujer en un acto
comprometido se queja: “¿Yo gay? Por Dios, Anne. ¿Es que dos hombres adultos no
pueden tener sexo anal hoy en día sin que les llamen ´gays´?”. En otra página
aparecen hombres copulando con cebras.
Correctísima la
traducción de Margo Baldrich.
Este actor
islandés que practica el stand up, que realizó una serie de animación para la
TV, escribió tres obras de teatro y compiló sus chistes en veinte libros
(algunos traducidos al castellano), puede desagradar y escandalizar, pero no
hay duda de que se trata de un creador original, audaz y talentoso. Vale la
pena leerlo y visitarlo en internet, pues no hace más que recrear con humor las
atrocidades que ocurren en este mundo aún más salvaje y siniestro que su obra
gráfica.
Germán Cáceres