Enrique “Quique” Alcatena es uno de los grandes autores de la historieta argentina. Es alguien a quien los colegas toman como referente al momento de citar a dibujantes que se admira o respeta por la calidad de su obra.
En Argentina, Alcatena desarrolló la mayor parte de su obra en la desaparecida revista Skorpio. Allí dibujó numerosas series en las que desplegó un nutrido imaginario y una gráfica elaborada y personal. Hoy publica su obra en el exterior y esporádicamente los lectores nacionales podemos disfrutar de su trabajo en álbumes compilatorios.
Las siguientes entrevista, que consta de dos partes, se desarrolló vía mail y en una confitería de la ciudad de Buenos Aires. Aguado y Toto fueron los encargados de la charla en Bs As.
(nota: esta entrevista fue publicada en el número 7 de la revista La Duendes, del año 2009)Alcatena ¿Cómo llegó a la historieta? ¿Lee historietas?
Sí, desde que aprendí a leer. Y es un gusto que el profesionalismo no ha conseguido deslucir, por suerte. Está conmigo desde siempre, así que no podría decir precisamente cómo llegué a ella, del mismo modo que no podría afirmar cuándo vi el color rojo por primera vez.
Usted enseña literatura. ¿Sus lecturas le sirven de inspiración para su trabajo de dibujante?
Por supuesto. No sólo de historietas debe nutrirse el historietista; cuanto más amplio el campo de tus intereses, mejor. Inevitablemente, se abrirán camino hasta tu obra.
¿Cómo es su proceso de creación?¿ Realiza estudio de personajes, bocetos de la puesta en página, etc?
Muy por arriba, generalmente. Lo usual es despacharme con todo sobre la página misma, sin red.
¿Qué opina de los estilos de dibujo para historieta que se están imponiendo en Europa, los híper simplificados?
No me gusta que se imponga nada: hay lugar para todos los estilos. Y a pesar de que mi estilo es abigarrado, y a veces de manera excesiva, eso no significa que admire y disfrute del trabajo de los que han hecho de la síntesis una virtud. Dos de mis admirados de siempre son Hugo Pratt y Jesse Marsh.
Página de Merlín, con guión de Robin Wood, publicado en el país por Columba. También fue editado en formato libro.
¿Sólo se puede experimentar en el dibujo a través de dibujos «raros» o también se puede experimentar con estilos de dibujo de línea clásica?. Pregunto esto porque he notado que autores de líneas «serias», como por ejemplo Alberto y Enrique Breccia, Altuna, Zanotto, Lucho Olivera y tantos otros experimentaban con el diseño de página, encuadres, utilización de texturas, la luz, etc. Me da la impresión que trabajos de ellos realizados tres o cuatro décadas atrás hoy podrían ser considerados hiper modernos, ya que utilizaban elementos que hoy se le atribuyen a los cómics de súper héroes y el manga (diseño de páginas, líneas cinéticas, etc).
La experimentación no está limitada a un solo estilo de dibujo. Coincido en tus apreciaciones. Y hay cosas «viejas» que sorprenden por su modernidad, como Mort Cinder y Krazy Kat.
¿Su estilo de dibujo siempre fue muy personal, pero con el transcurrir de los años y las series es como que acentuó una gráfica y un universo temático muy propio, aún cuando aborde temas clásicos, como Merlín o Marco Polo. Cómo se llega a esa mirada tan particular?
El universo temático que me interesa condiciona el estilo de dibujo, y ahí entra a tallar los intereses extrahistorietísticos de los que hablábamos. Si hago una historieta ambientada en la Rusia medieval , buscaré que el dibujo refleje la tradición iconográfica de esa tierra, por ejemplo.¿Ser dibujante, artista, es estar siempre aprendiendo?
Debería serlo, por lo menos. El riesgo de caer en monótono oficio está siempre presente, pero también lo está el acicate de intentar algo nuevo cada vez que te sentás frente a la hoja en blanco.
¿Qué rescata o valoriza de la historieta extranjera (europea, norteamericana, manga)?
En todas ellas hubo y hay cosas interesantísimas. Y más allá de que existen características distintivas y totalmente individuales, prefiero hablar de la buena historieta a secas, más allá del país en la que se origine.
¿Qué le recomendaría a los dibujantes que hoy no encuentran espacios en papel donde publicar?
Seguir intentándolo. Internet ha acercado a los países y abierto las comunicaciones: si el trabajo es bueno, alguien, en algún lugar del mundo, se interesará por él. Como en cualquier otra disciplina, la constancia y la paciencia son esenciales.
¿Cómo es su forma de trabajo para Europa?
La misma que para cualquier otro lugar del mundo. Trato de dar lo mejor de mí en cada trabajo que hago: si lo consigo o no, es otra cuestión. Que se pague más o menos por tu trabajo no debería influir en la calidad del mismo.
¿Cuánto tiempo le demanda realizar una serie?
Depende del largo de la misma. Ahora, por ejemplo, ya hace dos casi dos años que junto a Eduardo Mazitelli estamos realizando «Shankar», a un ritmo de 24 páginas mensuales. Con ya casi 500 páginas, es la serie más larga que hemos hecho.
¿Qué autores de la actualidad son los que más le gustan y por qué?
Daniel Clowes, por sus inquietantes historias; Chris Ware, por su virtuosismo formal; Gilbert Hernández, por la saga de Palomar. Y, por supuesto, Alan Moore.
Tapa del libro La Fortaleza móvil, publicado por Record en los 90, con guión de Ricardo Barreiro.
¿Puede ser que la historieta ya no interese como pocas décadas atrás?
Parece que así es, ya que debe competir con otras formas de entretenimiento, y la gente ya no lee como antes. Además, se descuidó a los lectores infantiles y juveniles, que fueron los que sostuvieron al medio tradicionalmente.
¿Qué le faltaría a la historieta actual para volver a ser masiva, volverá a serlo?
No lo creo, por lo menos en nuestro país, si las cosas siguen así. Ya no hay una industria interesada en venderla. Pero no hay que ser agoreros: nunca se sabe que vendrá. ¿La historieta actual viró hacia un lenguaje más propio, más de autor? ¿Desapareció la historieta clásica de aventuras?
Habría que ver a qué llamamos historieta «clásica» de aventuras. La Liga de los Extraordinarios Caballeros, de Moore y O´Neill, ¿pertenece a esa categoría? Abreva en el género, pero los autores le imprimen un sello personal que la diferencia de producciones más adocenadas. No sé, creo que la fascinación por la Aventura es parte de nuestros anhelos.
¿Considera que el autor de historietas está más valorado que tiempo atrás, se lo considera más un «artista»?
No lo sé, ni me interesa. Hay mucho vedetismo y mentalidad de «rock star», cuando en el fondo, y fundamentalmente, somos dibujantes de cuadritos. No me quita el sueño ser valorado como «artista». Estoy de acuerdo con Pratt, que estaba muy orgulloso de ser sólo un «fumettaro».
La pregunta infaltable. ¿Cómo ve el panorama actual de la historieta en Argentina?
Siguen apareciendo autores valiosísimos, por suerte. Faltaría que surgieran editores a la altura de los creadores.
Técnicas de dibujo
Trabajo con todo un poco, no soy muy fiel a nada en particular. Ahora trabajo mucho con las estilográficas descartables, es mucho más rápido que el plumín. Pero lo que más me gusta es el plumín. Ahora al Photoshop lo uso para levantar los negros.
No quiero ser un dinosaurio, pero con lo digital se puede mentir mucho, disimular mucha falencia en el dibujo, en el color. Hay tipos que lo hacen bien, como lo hacía Meglia. La pucha, con la mano o la máquina lo hacía realmente bien. Lo de Meglia (su muerte), fue muy jodido, muy triste. Meglia, además de un don natural, se notaba que tenía estudios, el tipo pintaba como los dioses, dibujaba. Tenía una formación sólida.
Yo no tengo esa formación y se nota, soy más limitado.
Nunca quise trabajar con ayudantes, muy pocos trabajos. Alguna vez cuando estaba muy cansado, para Inglaterra. Pero el trabajo para Skorpio era más personal.Travesía por el laberinto en Skorpio, con guión de MazitelliDibujantes (Lucho Olivera, Enrique y Alberto Breccia)
Alcatena: Lucho (Olivera) era como mi guía, yo lo veía mucho a Lucho, charlaba bastante con él. Creo que él sentía que nunca había despegado del todo, que al trabajo de los últimos años lo hacía como con miedo, como diciendo “en cualquier momento nos quedamos sin laburo”. El venía enfermo desde hace mucho tiempo. Si Lucho hubiera tenido otra vida, si no lo hubieran cagado en Columba, porque Columba era una máquina de picar carne. Aún así hay laburos de Lucho, de Gilgamesh, de Nippur, que son geniales.
Las cositas que pegaba en las historietas las afanaba de la biblioteca, las recortaba, quedaba bueno el contraste entre el grabado y el dibujo de Lucho. El laburo de Lucho en D´Artagnan me parecía impactante, nadie trabajaba así. Después lo descubrí a Breccia y vi que algunas técnicas las había sacado de él, como el raspado.
Columba te pagaba por cantidad y por algunos episodios (muy trabajados y experimentales), Lucho perdió guita. Ahí había que producir y producir.
Después de Yo Ciborg comenzó a trabajar más con ayudantes.
-Usted nunca trabajó para Columba
- Alcatena: No, por suerte. Yo entré en Columba con Merlín, que la había hecho para Italia y después Columba la editó acá. Por eso no tenía el estilo rajado de Columba. Después hice con Eduardo Mazitelli, pero nada más. Si hubiera entrado a Columba al principio hubiera pasado por esa aplanadora, de sacar y sacar.
Me gusta mucho Enrique Breccia y hasta cierto punto me gusta más que Alberto. Porque de Alberto me gustan algunas cosas, no todas. La otra vez hablábamos con un amigo, un español que hizo la nueva edición de Mort Cinder. Hicieron todo un trabajo de reconstrucción. Por ejemplo, las páginas originales apaisadas las reprodujeron apaisadas, la original como era. Eran trabajos del 73, que nadie en el mundo hacia eso. Me contó este pibe, que trabajaba en Planeta, que a la convención de Barcelona (de historietas), estaba invitado un famoso editor de la DC, que fue uno de los guionistas de Creepy, y él le regaló el libro. Al día siguiente el tipo fue y le dice: “¿esto es del año 73? No lo puedo creer» El tipo estaba como shoqueado.
A diferencia de Alberto, a Enrique no le gusta mucho hacer historietas. A él le gusta pintar y es un pintor de la puta madre, de caballete. Pasa que lo que él hace es muy poco comercial. Fijate que el viejo (Alberto) pasó la etapa del aprendizaje y Enrique fue bueno de entrada.Sobre guiones y tendencias del dibujo en la actualidad
- Toto: ¿No nota que ahora existe como cierta flojera en los guiones?
- Alcatena: Bueno, pero antes no todos eran grandes guiones, algunos eran más flojos que otros. No todo lo que escribió Oesterheld fue excelente, pero había un oficio. Bueno, pero es inevitable. Charlando con García Durán, hablando justamente de eso, me decía que sentía que nosotros tuvimos la suerte, llego hasta mí y algunos más jóvenes como Manco y Ariel Olivetti, de tener el aprendizaje pagado. Nosotros mal que mal tuvimos editoriales. En Skorpio, cuando empecé, no cobraba igual que él, pero cobraba algo. Ahora no. Ustedes se tienen que pagar. A nosotros nos pagaban el aprendizaje, por eso había otro oficio. Ahora existe una cosa menos formal, tenés un blog, te mostrás donde podés.
- Aguado: ¿No siente como que en la actualidad se impuso una cierta línea surgida de Internet?
- Alcatena: Si ¿no? Viene también un poco de la historieta nueva francesa, que es un dibujo más simple, taquigráfico diría. Esta bien, pero también se abusa, es una moda. El buen dibujo es como que queda antiguo.
- Aguado: Eso es algo que no entiendo, que un buen dibujo pueda quedar antiguo.
- Alcatena: Bueno, hay tipos que hasta han hecho una teoría de eso. El buen dibujo, virtuoso, conspira contra la historieta. Como que el dibujo te distrae de la narración. Es como que la historia, la secuencia, sufre, porque el dibujo bonito distrae, se impone por sobre la narración.
- Aguado: Me suena medio como justificación de la línea nueva que se está imponiendo.
- Alcatena: Si, a mí también.
- Aguado: Tiene que haber como un equilibrio.
- Alcatena: Pratt para mí lo logró, si bien el último Pratt se fue al carajo.
- Toto: De ahí los franceses se agarran (del último Pratt) para largar el nuevo estilo.
- Alcatena: Si, pero Pratt aún en Mu sigue siendo Pratt. Aparte por el concepto, la academia que tenía en conocimientos, en formación, se nota. Admirable.