Durante años se especuló acerca de quiénes fueron los “verdaderos”
autores de la tercera parte del Eternauta. En la siguiente entrevista, el
dibujante Mario Morhain cuenta el trasfondo de cómo nació, cómo se realizó, los
motivos por los que se mantuvo en silencio la autoría y quienes hicieron esa tercera
parte.
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Mario Morhain |
¿Cuándo y cómo surgió la idea y la posibilidad de dibujar la historia de
la tercera parte del Eternauta? ¿Fue Scutti o un editor italiano, el de la
idea?
El Eternauta nunca se había vendido al exterior pues
su relato, emparentado totalmente con la nación Argentina era difícil de
instalar. Sin embargo, Alfredo Scutti, dueño de
La Editorial Record, le vende a Alvaro Zerboni la
primera parte y ésta cae de maravillas entre el pueblo lector de comics en
Italia y, claro, éste editor le solicita a Alfredo Scutti una segunda parte
para seguir con el negocio y allí va la segunda versión del personaje. Pero no
termina allí la fiebre de “Eternautismo” y requieren una tercera parte y allí
empieza el problema. Desaparecido Héctor Oesterhed comienza la controversia
para saber quién escribiría esa versión. Jorge Morhain hace algún “piloto”,
pero el peso de Zerboni hace que se le entregue a Alberto Ongaro, reconocido
escritor de aventuras italiano, la responsabilidad. Aparece así la tercera
parte.
Pero hay otro inconveniente, el dibujante original,
Francisco Solano López, ya subido de años, está trabajando mucho para Europa y
cree que no tendrá tiempo para cumplir con las exigencias del trabajo. Alfredo
le ofrece un trato: le pondrá un ilustrador de lápiz, Osvaldo Viola “Oswald” y
tratará de conseguir alguien que complete la tinta a partir de las “cabecitas”
que Solano pasará en la historieta.
Yo trabajaba con Scutti desde hacía bastante tiempo y
me encargaba, no por saber, sino por necesidad y caradurismo, de “limpiar” y
poner en posibilidades de impresión a cantidades de trabajos de dibujantes que,
como en el caso de Jorge Moliterni, ya fallecido, la esposa le vendiera a la
Editorial Récord y que sólo estaban disponibles en las páginas impresas en
papel casi “prensa” de los momentos en que se publicaron, sin conseguirse
originales. Entonces se hacían “fotolitos” de gran tamaño de las páginas y yo
retocaba y completaba todas las líneas cortadas o desaparecidas en lo peludo de
las hojas impresas. Así resucitábamos obras maestras con total impunidad y
falta de respeto. Lo mismo se hizo con trabajos de Pascual Guida y otros que ya
ni me acuerdo, además de “armar para las páginas de Skorpio de producciones
extranjeras tales como Al Capp y su “Lil Abner” o “Viaje a las estrellas”, procurando
no mutilar demasiado y que entrara en el formato.
Esto creo que lo inspiró a Alfredo a ofrecerme
completar cuerpos y fondos al nuevo estilo de Solano López que había pasado del
pincen y la pluma a la Rotring.
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Tapa de libro que compila la historia. |
Mas allá de que era un trabajo, supongo que debe haber sido un
compromiso bastante grande dibujar a este personaje en particular, con el peso
que tiene en la historia de la historieta argentina ¿es así, cómo lo tomó?
Por supuesto que me asusté, pero también me gustó y lo
primero fue ir hasta las “Barrancas de Belgrano” donde vivía Solano y
participar del pasado a tinta de varias páginas de historieta para Europa en el
estilo que utilizaría para El Eternauta, una especie de estilo Moebius.
Llegó algo de guión y Oswald le echó mano y presento
las primeras páginas que Solano paso a tinta, pero sólo las cabecitas de los
personajes principales y entregó a Scutti. Alfredo me mostró las páginas y me
rogó que “no se las fuera a arruinar”, que él salía de vacaciones y que cuando
regresara quería verlas terminadas. Las pasé de acuerdo a mi leal saber y
entender y, cuando Alfredo las vio….le gustaron.
Entonces dijo que había que hacer doce catorce páginas
por semana, o que era mucho hacer, pero que eran las exigencias de Italia.
Empezamos.
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El Eternauta III, página publicada en Skorpio 76, de 1981. |
Leí que el lápiz lo hizo Oswal y usted la tinta ¿fue asi?
Sí. Osvaldo era un magnífico y plástico dibujante de
movimientos y, aunque no se adaptaba mucho a los cuadros de Solano en la parte
uno y dos, era rápido y bastante cumplidor.
¿Cómo trabajaban con el guionista, charlaban la historia o él se la
enviaba y usted o ustedes la dibujaban?
Ninguno podía tener contactos con el guionista pues
Alberto Ongaro vivía en Italia y desde allí enviaba lo que había pensado para
este nuevo episodio. Yo jamás lo vi y creo que, aunque vivió algún tiempo en
Buenos Aires allá por los 50’s, no volvió nuevamente al país.
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El Eternauta III, página publicada en Skorpio 77, de 1981. |
¿Cuánto tiempo les llevó hacerlo?
Entre saltos y disparadas por atrasos de guion o
dibujante de lápiz creo que fue algo así como un año. Ya no me acuerdo bien.
¿Se publicó antes en Italia o de forma simultánea en Argentina?
La publicación fue simultánea en Skorpio aquí y en una
nueva revista que sacaron allá “L’Eternauta” con bastante material argentino y
algo de Europa. Allá se coloreó y se prologó con la historia de Oesterheld y la
situación nacional argentina.
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El Eternauta III, página publicada en Skorpio 81, de 1982. |
Durante mucho tiempo no se supo quiénes eran los autores, aunque se
especulaba quiénes podrían haber sido. ¿Por qué se lo mantenía en silencio, era
por algún motivo en particular?
No cabía dudas que el “famoso” era Francisco Solano
López, luego de haber introducido en el país europeo El Eternauta 1 y 2 y no se
quería desilusionar a la clientela, así que nos pidieron que guardáramos el
anonimato y, ya se sabe, el hambre manda más que el arte o la pasión. Sin
embargo, en el último cuadro en el cartel debajo del de la librería me atreví a
poner nuestros nombres y lo hice, también en algún tomo de los libros de
aquella librería, de bronca, nomás.
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El Eternauta III, página publicada en Skorpio 86, de 1982. |
¿Qué repercusión siente o supo que tuvo la tercera parte?
Yo creo que las buenas son las primeras partes. Cuando
el éxito se prolonga sin estar en el tintero antes, generalmente se desvirtúa
la bondad de la historia. Sin embargo muchos estaban ávidos de otra parte del
Eternauta para saber cómo seguía su historia en los “continuums” y …bueno, hay
negoscio para todos.
Si mal no recuerdo, Solano López comentó que él dibujó caras de los
personajes en distintas vistas, con la finalidad de que las utilicen en esta
nueva versión, ya que él no podía o quería dibujarla, y que luego se cortaban y
pegaban. ¿Es así, se las utilizó?
Lo que sucedió fue que Solano López, acosado por sus
muchos trabajos para “afuera” del país y quizás un poco aburrido por las
muchísimas hojas de Juan Salvo, decidió no seguir adelante después de unas 30 o
40 páginas de las 300 más o menos que duró el tratado. Allí Scutti casi se
infartó y me llamó para decirme cómo íbamos a hacer para seguir. Le dije que le
haría, ese fin de semana unas muestras de las caras de Salvo y que él
decidiera. (Yo vivo a 47 km del centro de la ciudad de Bs. As.)
Así que me puse a practicar, le hice una página grande
con unas treinta cabezas en distintas posiciones y Scutti volvió a respirar. No
era lo mismo, pero quizás salvaría la cosa. Y parece que la salvó, porque nunca
vino una página de vuelta o una queja y la verdad sea dicha que muchas veces la
cara se iba un poco más que nada por los apurones en entregar. Nunca se
cortaron cabecitas ni se pegaron. Salieron mal pero originales.
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El Eternauta III, página publicada en Skorpio 95, de 1983. |
¿Recibió comentarios de Solano López acerca de este trabajo?
Al principio él vio las primeras páginas y le gustaron
a las que aplicó algunos consejos de su nuevo estilo, pero le gustaron. Después
yo no volví a verlo porque los apuros eran demasiados para andar paseando.
Vista esta tercera parte en el tiempo ¿cómo la ve? ¿Le haría cambios, la
dejaría tal cual está?
Hay mucho que arreglar. 33 años después y habiendo
aprendido algo más sobre dibujo ya que yo me considero un dibujante medio,
seguramente habría mucho para retocar. Asi y todo el tema era un poco raro y
retorcido que no se condice con la primera y buenísima parte.
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El último cuadrito de la tercera versión, donde los dibujantes "colaron" sus firmas. |
Desde los años 90 a esta parte, se hicieron más versiones del Eternauta,
¿las conoce? Si es así, qué le parecieron?
Sí, desde luego. Las he comprado a todas y las he
leído con cariño y con expectativas. Algunas versiones no está tan mal, pero
insisto: no son “El Eternauta” que más me gusta. Hay buenos y regulares
ilustraciones. Solano incurre en otras técnicas que me parecen novedosas y no
quiero ser irrespetuoso sobre la obra de arte de otras personas. Dicen que los
cuadros se aprecias con el corazón y que no hay dos opiniones iguales. El éxito
es de lo que cada uno considere que “vio” en la obra, y yo, seguramente, con
reflejos de viejo, tengo la mía que no tiene porqué ser la de los demás.
Respeto y aprecio los laburos ajenos.
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El Eternauta III, página publicada en Skorpio 76, de 1981. |
Fotos tomadas en las oficinas de Editorial Record, en la época en que se publicó
El Eternauta III
Todas pertenecen a Mario Morhain