El personaje
Dago fue creado en 1981 por el renombrado guionista Robin Wood y el dibujante
Alberto Salinas, para la revista Nippur
Magmun de Editorial Columba. De
inmediato se transformó en un éxito entre los lectores y brilló hasta la
desaparición de la editorial hacia 2001. El protagonista es el veneciano César
Renzi, cuya familia fue asesinada por no querer involucrarse en los negocios
turbios de la elite de Venecia. A César lo encontraron flotando en el mar unos piratas
turcos, con una daga que le clavó el que era su mejor amigo. Desde entonces, en
alusión a la daga, se lo conocería como Dago y comenzarían las aventuras y
desventuras del personaje que se transformaría en leyenda.
Mientras que en la Argentina el héroe de
Wood que mayor repercusión obtuvo fue Nippur, en Italia ese éxito le
correspondió a Dago. En 1983 la historieta se empezó a publicar en la península
itálica, a través de las revistas de la editorial Eura. Hoy, en ese país, Dago
es uno de los personajes de mayor renombre y se publica por episodios en las
revistas Skorpio, Lancio Story, y en relatos auto
conclusivos que aparecen en libros mensuales de la editorial Aurea (ex Eura).
Desde 1996 el
principal dibujante de la serie es el argentino Carlos Gómez. La etapa de este
dibujante es la que desconoce la mayoría de los lectores argentinos.
Desde 2012 en el
país se contó con la posibilidad reencontrarse con el personaje, ahora publicado
en libro por la editorial Comic.ar. Hasta el momento salió Saqueo de Roma, en tres tomos, y Lucca, en dos tomos, con material que no se conoció entre nosotros.
Aunque el protagonista
es el mismo, estas historias transcurren entre las ciudades - estado de la Italia del siglo XVI. Las
notables notas introductorias de Ariel Avilez contextualizan al lector acerca
de los años en que la historieta no circuló en la Argentina. Esta
nueva etapa lo muestra al personaje como un duro guerrero implacable y
efectivo, que despierta admiración y odio entre amigos y enemigos. Las mujeres
caen rendidas ante sus encantos varoniles y él, cuando la ocasión lo amerita,
se enamora.
Las narraciones,
al igual que las de la primera etapa, están impregnadas de una atmósfera de intrigas
y violencia que, al estallar, alcanza niveles de alto impacto visual. En
cambio, a diferencia de la etapa de la editorial Columba en la que se les imponía
a los autores estrictas restricciones, se aprecian oportunas escenas de sexo y
la presencia de desnudos femeninos, que posibilitan que al personaje se lo perciba
más humano.
Los guiones de
Wood, reconocido maestro de las aventuras clásicas, se muestran despojados de
los extensos textos que caracterizaban su paso por Columba. Ahora son acotados,
funcionan en armonía con el dibujo, cada cual ocupa el lugar que le corresponde
enriqueciéndose entre sí. Se trata de escritos sólidos, imaginativos y con
relatos atrapantes. Tienen “gancho” y cada página fluye hacia la siguiente,
haciendo que el lector quiera más y no pueda dejar de leer.
Carlos Gómez es
uno de los mejores dibujantes de la actualidad en la línea clásica de los
grandes maestros. Se trata de un virtuoso que posee un trazo exquisito, vigoroso
y fluido, visualmente muy atractivo A diferencia de su maestro Alberto Salinas
–otro artista excepcional-, que se inclinaba hacia la ilustración, el de Gómez
es un dibujo netamente historietístico, con un grafismo plantado en función de
la narración.
En el plano
documental el trabajo es notable. Los detalles de las edificaciones, las
exuberantes y ornamentadas vestimentas, los armamentos y todos los elementos
que conciernen a la vida cotidiana de la época responden a una cuidada investigación.
Cuando las referencias históricas resultan excesivas, pueden cobrar un
protagonismo que estorba al relato, pero este no es el caso, ya que funcionan a
modo decorativo – escenográfico: por allí se mueven los personajes.
Al ver el
trabajo de Gómez no queda otra que preguntarse con admiración: ¡¿cuántas horas
pasa sentado frente al tablero?!
En Italia,
cuando un dibujante alcanza la categoría de “maestro” entre lectores y colegas,
es convocado para dibujar el personaje Tex, el de mayor renombre en ese país.
Es una especie de reconocimiento al rol alcanzado. Gómez dibujó un episodio de
230 páginas, editado en libro en formato tamaño “gigante”, como para que no
queden dudas de la importancia del personaje y de los autores.
Las tecnologías
actuales posibilitan, con la aplicación del color digital y otros efectos,
mejorar o destacar trabajos que en blanco y negro perderían riqueza gráfica. La
calidad del dibujo alcanzada por un autor se la aprecia en toda su
magnitud en blanco y negro.
Afortunadamente, los tomos están impresos de ese modo, con lo cual el trabajo
de Gómez se luce y aprecia en todo su esplendor. Por fin los lectores argentinos
tienen la oportunidad de (re)conocer a este notable artista.
Estos dos
títulos de Dago, pese a que fueron realizados hace una década, se corresponden
con la época actual, con una forma de narrar y una figuración que pese a su
factura clásica resulta contemporánea. Contiene relatos subyugantes que
“narran” historias condimentadas de subtramas, con personajes secundarios de
gran riqueza y notables escenas de acción, en las que se luce el dibujante. Se muestra
a un Dago que sufre, pero también disfruta de la vida.
Tapa de edición italiana |
Durante décadas,
hasta fines de los años 90, en la
Argentina prevaleció la historieta de aventuras clásica. Sin
embargo, tras la crisis 2001-2002 y la extinción de la historieta como
industria, la presencia de esa línea editorial se fue apagando hasta casi
desaparecer. Aunque en pequeña medida esa tendencia está presente a través de las ediciones de varios
sellos editoriales, se debe celebrar que la misma retorne con una historieta de
la calidad de Dago. Para aquellos que
la extrañaban, solo les queda disfrutarla otra vez. Los nuevos lectores tienen
la posibilidad de conocer una leyenda de la historieta argentina, de la mano de
dos autores en su esplendor estético.
En este mismo blog pueden leer una entrevista que le realizamos en noviembre de 2011 a Carlos Gómez, y ver páginas aún inéditas
en el país, tanto de Dago como del personaje italiano Tex.