miércoles, 27 de noviembre de 2013

El regreso del personaje DAGO a la Argentina

El personaje Dago fue creado en 1981 por el renombrado guionista Robin Wood y el dibujante Alberto Salinas, para la revista Nippur Magmun de Editorial Columba.  De inmediato se transformó en un éxito entre los lectores y brilló hasta la desaparición de la editorial hacia 2001. El protagonista es el veneciano César Renzi, cuya familia fue asesinada por no querer involucrarse en los negocios turbios de la elite de Venecia. A César lo encontraron flotando en el mar unos piratas turcos, con una daga que le clavó el que era su mejor amigo. Desde entonces, en alusión a la daga, se lo conocería como Dago y comenzarían las aventuras y desventuras del personaje que se transformaría en leyenda.


Mientras que en la Argentina el héroe de Wood que mayor repercusión obtuvo fue Nippur, en Italia ese éxito le correspondió a Dago. En 1983 la historieta se empezó a publicar en la península itálica, a través de las revistas de la editorial Eura. Hoy, en ese país, Dago es uno de los personajes de mayor renombre y se publica por episodios en las revistas Skorpio, Lancio Story, y en relatos auto conclusivos que aparecen en libros mensuales de la editorial Aurea (ex Eura).
Desde 1996 el principal dibujante de la serie es el argentino Carlos Gómez. La etapa de este dibujante es la que desconoce la mayoría de los lectores argentinos.
 
Tapas de libros italianos de Dago


Desde 2012 en el país se contó con la posibilidad reencontrarse con el personaje, ahora publicado en libro por la editorial Comic.ar. Hasta el momento salió Saqueo de Roma, en tres tomos, y Lucca, en dos tomos, con material que no se conoció entre nosotros.
Aunque el protagonista es el mismo, estas historias transcurren entre las ciudades - estado de la Italia del siglo XVI. Las notables notas introductorias de Ariel Avilez contextualizan al lector acerca de los años en que la historieta no circuló en la Argentina. Esta nueva etapa lo muestra al personaje como un duro guerrero implacable y efectivo, que despierta admiración y odio entre amigos y enemigos. Las mujeres caen rendidas ante sus encantos varoniles y él, cuando la ocasión lo amerita, se enamora.


Las narraciones, al igual que las de la primera etapa, están impregnadas de una atmósfera de intrigas y violencia que, al estallar, alcanza niveles de alto impacto visual. En cambio, a diferencia de la etapa de la editorial Columba en la que se les imponía a los autores estrictas restricciones, se aprecian oportunas escenas de sexo y la presencia de desnudos femeninos, que posibilitan que al personaje se lo perciba más humano.
Los guiones de Wood, reconocido maestro de las aventuras clásicas, se muestran despojados de los extensos textos que caracterizaban su paso por Columba. Ahora son acotados, funcionan en armonía con el dibujo, cada cual ocupa el lugar que le corresponde enriqueciéndose entre sí. Se trata de escritos sólidos, imaginativos y con relatos atrapantes. Tienen “gancho” y cada página fluye hacia la siguiente, haciendo que el lector quiera más y no pueda dejar de leer.


Carlos Gómez es uno de los mejores dibujantes de la actualidad en la línea clásica de los grandes maestros. Se trata de un virtuoso que posee un trazo exquisito, vigoroso y fluido, visualmente muy atractivo A diferencia de su maestro Alberto Salinas –otro artista excepcional-, que se inclinaba hacia la ilustración, el de Gómez es un dibujo netamente historietístico, con un grafismo plantado en función de la narración.
En el plano documental el trabajo es notable. Los detalles de las edificaciones, las exuberantes y ornamentadas vestimentas, los armamentos y todos los elementos que conciernen a la vida cotidiana de la época responden a una cuidada investigación. Cuando las referencias históricas resultan excesivas, pueden cobrar un protagonismo que estorba al relato, pero este no es el caso, ya que funcionan a modo decorativo – escenográfico: por allí se mueven los personajes.


Al ver el trabajo de Gómez no queda otra que preguntarse con admiración: ¡¿cuántas horas pasa sentado frente al tablero?!
En Italia, cuando un dibujante alcanza la categoría de “maestro” entre lectores y colegas, es convocado para dibujar el personaje Tex, el de mayor renombre en ese país. Es una especie de reconocimiento al rol alcanzado. Gómez dibujó un episodio de 230 páginas, editado en libro en formato tamaño “gigante”, como para que no queden dudas de la importancia del personaje y de los autores.
Las tecnologías actuales posibilitan, con la aplicación del color digital y otros efectos, mejorar o destacar trabajos que en blanco y negro perderían riqueza gráfica. La calidad del dibujo alcanzada por un autor se la aprecia en toda su magnitud  en blanco y negro. Afortunadamente, los tomos están impresos de ese modo, con lo cual el trabajo de Gómez se luce y aprecia en todo su esplendor. Por fin los lectores argentinos tienen la oportunidad de (re)conocer a este notable artista.



Estos dos títulos de Dago, pese a que fueron realizados hace una década, se corresponden con la época actual, con una forma de narrar y una figuración que pese a su factura clásica resulta contemporánea. Contiene relatos subyugantes que “narran” historias condimentadas de subtramas, con personajes secundarios de gran riqueza y notables escenas de acción, en las que se luce el dibujante. Se muestra a un Dago que sufre, pero también disfruta de la vida.

Tapa de edición italiana

Durante décadas, hasta fines de los años 90, en la Argentina prevaleció la historieta de aventuras clásica. Sin embargo, tras la crisis 2001-2002 y la extinción de la historieta como industria, la presencia de esa línea editorial se fue apagando hasta casi desaparecer. Aunque en pequeña medida esa tendencia está  presente a través de las ediciones de varios sellos editoriales, se debe celebrar que la misma retorne con una historieta de la calidad de Dago. Para aquellos que la extrañaban, solo les queda disfrutarla otra vez. Los nuevos lectores tienen la posibilidad de conocer una leyenda de la historieta argentina, de la mano de dos autores en su esplendor estético.  


En este mismo blog pueden leer una entrevista que le realizamos en noviembre de 2011 a Carlos Gómez, y ver páginas aún inéditas en el país, tanto de Dago como del personaje italiano Tex.


jueves, 21 de noviembre de 2013

Germán Cáceres nombrado “Miembro de número en la Academia Argentina de Literatura Infantil y Juvenil”




Con gran orgullo informamos que Germán Cáceres ha sido nombrado “Miembro de número en la Academia Argentina de Literatura Infantil y Juvenil

Cáceres, además de instruirnos con excelentes notas sobre la historieta y sus autores en el blog de LA DUENDES (compiladas en parte en el libro “Evocando Viñetas”), es autor de la novelas: Soñar el paraíso, Traficantes de la selva, Lluvia de esqueletos, El enigma del Siambón, El detective despistado y El misterio del profesor ausente.

Felicitaciones al maestro por tan importante distinción!!!

Cáceres (al centro) durante la presentación de su libro "Evocando Viñetas", durante el evento "La Duendes en Buenos Aires 2", en 2012.

martes, 19 de noviembre de 2013

CARLOS CLEMEN: UN PRECURSOR OLVIDADO, por Germán Cáceres

Nació el 13/2/1913 y murió el 8/5/1964: en cincuenta y un años desarrolló una obra prolífica, casi inabarcable. Sin embargo, apenas se lo recuerda y hasta Internet que, según se fantasea, posee todo el saber del mundo, sólo aporta datos aislados sobre su trayectoria.

Páginas de serie publicada en la revista Figuritas, 1939.

Carlos Clemen mostró desde los diecisiete años pasión por el dibujo y en la década del treinta comenzó a colaborar en las revistas El Purrete, Pololo, Mustafá y Barrilete, entre otras. Dado que su producción era vastísima debió adoptar varios seudónimos como John Cóleman, Arturo D´Saa, Big Boy, José Llanos, Víctor Amatos, Paul Coridón y Perry Morrison. En Pololo publicaba las historietas humorísticas Pulgarín y Don Cirilo Blanco, que eran ingenuas y de trazos algo rudimentarios. También salían Pedrito, La Barra de Pipiolo y Carocito

Páginas de "El olfateador" y "Fargo Kid"

En cierta forma Clemen estaba encarando con titubeos los cimientos del género, que se había iniciado dos décadas atrás con Caras y Caretas, PBT, El Hogar y La Novela Semanal. En Barrilete, los personajes de la historieta Barrilete y los suyos empleaban un lenguaje callejero. Las graciosas aventuras de Chiquitón podían leerse en Mustafá y, a partir de 1935, debutó Kharú, el hombre misterioso, con guión de Leonardo Wadel.

Tapa ilustrada por Clemen

Desde 1937 Clemen abordó en Figuritas, la revista argentina del escolar, la temática de aventuras y el dibujo con intención docente. Allí se destacaban El tesoro del muerto (firmada como Arturo D´Saa), que utilizaba textos al pie y exhibía corrección pero no destreza gráfica, ya que faltaba tiempo: había que producir y producir; Pawnee Bill (que atribuye a José Llanos), en la que pudo mostrar una planificación más profesional, personajes en siluetas negras y buenos enfoques; Piratas del aire, que contiene globos y un lenguaje gráfico superior con escenas de dirigibles y aviones. Un tema caro a Carlos Clemen fue la prehistoria y lo demostró en El mundo perdido, que exhibía esmero en la composición de página, en los cuadritos circulares y en los planos generales lejanos de vastos escenarios panorámicos. Entre sus historietas se destacaban también El pie del diablo, El imperio submarino, Urania, La isla misteriosa y El misterio de la estrella polar. El humor  lo plasmaba a través de Carpincho y de Las aventuras de Pepe Bujía y su ayudante Cometa.

Página de "Mister Radar", de Clemen


Desde el primer número de Patoruzito (11.10.1945) se conoció su famosa historieta Mitzy y Volatín, en la cual en un estilo a lo Raymond relataba las aventuras de una pareja de acróbatas que, además de su actividad circense, recorría el mundo resolviendo casos policiales que auxiliaban a vidas en peligro. Primaba en estas historias el espíritu del folletín.

Páginas de la serie "Papá y yo", en revista Figuritas, 1939.

Hacia fines de los cuarenta funda una escuela de dibujo de historietas, los Estudios Clemen, siendo uno de los precursores de la enseñanza del género. En su publicidad anunciaba que “Carlos Clemen hace dibujantes y los hace triunfar”. Este nuevo quehacer no desplazó su profesión y en Billiken publicó Más allá de Zanzíbar. Además, en 1949 fundó la revista Suspenso, en donde, con Mhu-Goa, se embarcaba de nuevo en la prehistoria y desplegaba una imagen que apelaba a la síntesis y evitaba todo lucimiento gráfico. También editó, hacia 1950/51, Filmograf, revista que incluía cine, otra de sus pasiones, y posteriormente les tocó el turno a Fargo Kid, Trinchera, Corso Pete y Comanche.  El especialista Carlos R. Martínez las llama “estrellas fugaces” por su efímera existencia y comenta que “Les queda no obstante a estas hoy olvidadas revistas el no poco mérito de haber permitido la formación de muchos dibujantes que se consagrarían años después, y, por supuesto, los momentos de fantasía, de humor y de aventuras que les brindaron a los ´purretes´”.

En la historieta Fargo Kid, que surgió en la publicación homónima, los guiones y dibujos pertenecían a Carlos Clemen, pero en no pocas oportunidades los textos los escribía José María Clemen, que junto a Juan Clemen y según el blog Top-Comics eran hermanos de Carlos. En ella, nuestro artista presentaba un excelente sombreado, perspectivas con angulaciones audaces para esa época y manejaba el pincel con autoridad. Sus episodios se acercaban más a la anécdota que a un desarrollo narrativo y las viñetas página simplemente agrupaban onomatopeyas de disparos y dibujos de cowboys heridos. En la misma revista se encontraba Mister Radar (que ya se había presentado en Suspenso), un superhéroe de rasgos fuertes y marcados que podía volar y usaba un mínimo antifaz. Poseía en su pecho un rayo-atomizador similar a la pila atómica, una de las atracciones de Misterix, que en 1947 gestaron Paul Campani y Alberto Ongaro. La falta de espacio por el ahorro de papel motivó que en cada página entraran de 15 a 17 cuadritos. La línea argumental estaba más desarrollada y era guiada por los textos. Para los guiones Clemen a veces recurrió al seudónimo de John Cóleman.


Hazañas como las de Carlos Clemen se deben rescatar y valorar porque de alguna manera los lectores y creadores de hoy somos descendientes culturales de pioneros como él.


Germán Cáceres

Historietas con seudónimo
Historieta de Clemen firmada con el seudónimo "José Llanos", 1939.

Páginas de historietas de Clemen donde utilizaba el seudónimo "Big Boy". 


Bibliografía

-Gociol, Judith, y Rosemberg, Diego, La historieta argentina/Una historia. Ediciones de la Flor, Buenos Aires, 2000.
- Martinez, Carlos R.:“Historieta argentina. Las olvidadas revistas de los años cuarenta”, en http://www.tebeoesfera.com.
-http://luisalberto941.wordpress.com: Top-comics: “SUSPENSO, una revista de Carlos Clemen”.
-http://luisalberto941.wordpress.com: Top-comics: “La revista FIGURITAS y su gran aporte a la historieta argentina”.
-http;//siulnas-historiador.blogsport.com.ar: “El múltiple y prolífico Carlos Clemen”.
-Siulnas, Aquellos personajes de historieta (1912-1959). Puntosur Editores, Buenos Aires, 1986.

-Trillo, Carlos y Saccomanno, Guillermo, Historia de la historieta argentina. Ediciones Record, Buenos Aires, 1980.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

¿POR QUÉ ESTÁN BUENOS LOS LIBROS CON OBRAS DE AUTORES DE RECONOCIDA Y AMPLIA TRAYECTORIA?:





- Porque crearon “clásicos” contemporáneos de la historieta argentina que hablan de su gente, su historia, sus costumbres y a la vez te entretienen.
- Porque son garantía de originalidad y calidad  tanto en los guiones como en los dibujos 
- Porque al ser grandes narradores crean historias atrapantes tanto desde las historias como desde la gráfica. 
- Porque, por lo citado, son los que posicionaron a la historieta argentina como una de las principales del mundo hasta no hace muchos años.

Esa es una de las propuestas de LA DUENDES, el rescate de obras y autores que gozaron de la aceptación de miles y miles de lectores.

Para que los nuevos lectores conozcan las grandes obras y autores del pasado reciente y la actualidad, y para que aquellos que ya los disfrutaron los reencuentren

Grandes nombres de la historieta que hemos publicado: Carlos Trillo, Domingo Mandrafina, Enrique Breccia, Patricia Breccia, Horacio Lalia, Grondona White, Limura, Crist, Carlos Casalla, Juan Dalfiume, Alcatena, Lito Fernández, Jorge Morhain, Ray Collins, Guillermo Saccomanno, Gerardo Canelo, Massaroli, Ricardo Ferrari, Osvaldo Laino, Reinna, Alberto Dose, Ricardo Barreiro, etc. 


Va tomando forma la tapa para nuevo libro de La Duendes, esta vez con un clásico de los dorados años 80, de dos grandes autores de renombre internacional: Alberto Dose y Ricardo Barreiro


viernes, 8 de noviembre de 2013

Presentación y charla en Dibujados de integrantes de LA DUENDES, este fin de semana

Presentación de “CABRÓN”, de Alan Dimaro, día sábado



Charla de Massaroli y Oenlao, domingo a las 15:00 hs.

Charla sobre leyendas patagónicas en las historietas, que darán el domingo a las 15:00 hs, contarán sobre vida y milagros de Los Grutynos, personajes patagónicos y su relación con los Templarios y el Santo Grial.

En el blog deHistorieta Patagónica se pueden ver las tiras



miércoles, 6 de noviembre de 2013

Entrevista: Lucas Varela

Lucas Varela es un autor que durante la última década se ha consolidado con un nombre propio, dando forma a una obra muy sólida, en forma individual o colaborando con guionistas como Carlos Trillo y Diego Agrimbau. Entre sus obras más renombradas se cuenta el perturbador e impactante “El síndrome Guastavino” con Trillo o su atractivamente malvado personaje “Paolo Pinocchio”.
Esta entrevista se refiere a su nueva etapa, que desarrolla desde Francia, país en el que reside en la actualidad. Con ustedes un autor dueño de un imaginario visual muy personal y de gran riqueza. 


Por medio de las redes sociales se supo que te fuiste del país, a Francia si no me equivoco. En Argentina sos un autor consolidado, con una obra reconocida y admirada, con una impronta muy personal ¿mudarte te posibilitó seguir desarrollándote profesionalmente, ampliar los horizontes?
Que buchonas son las redes sociales. Es así, me vine a vivir a Francia. Es una experiencia muy gratificante. Acá he encontrado un país muy generoso que me ha abierto las puertas y me ha tratado muy bien. Me han dado un atelier para trabajar de lo más confortante, con una vista al valle de Angouleme y al río Charente. Y los quesos son muy exquisitos. Si bien los factores por el cambio de escenario pueden ser numerosos, uno que más me ha captado fue el de la enorme experiencia de aprendizaje. La experiencia de vivir en otro lugar y aprender otro idioma me nutre día a día el campo artístico.



¿Cómo se dio la oportunidad de radicarte en Francia y que te dieran un atelier?
¿Podrías contar un poco en qué consiste La Maison Des Auteurs, de Angouleme?
La oportunidad vino con una beca y residencia para desarrollar un proyecto a la que fuimos seleccionados junto a Diego Agrimbau. La residencia es en La Maison Des Auteurs, que es una institución que otorga espacio para trabajar en una exuberante mansión del siglo 18 en la ciudad de Angouleme, la misma ciudad donde se desarrolla el festival de historieta más importante del viejo continente. Al termino de la residencia Agrimbau se volvió y yo presenté otro proyecto para poder seguir aquí. Cualquier artista puede presentar su proyecto para venir aquí. No es muy difícil de acceder. Para la beca económica es más dificil porque la otorga el Centre National du Livre y hay que tener al menos un libro publicado en Francia. Aquí se trabaja muy bien y los ateliers están muy bien equipados. El nivel de los artistas es muy alto, con lo que vale la pena ver y compartir los trabajos con los demás. 
Aquí hay un video muy interesante sobre la experiencia en residencia donde se pueden ver varios de los artistas en residencia y donde aparezco tomando mate y haciendo el ridículo:





Desde hace tiempo ya estabas publicando en Europa, tanto en revistas como en libro, ilustraciones, historietas y los libros que realizaste con Trillo y Agrimbau. ¿Se podría decir que tu obra ya es conocida en países del viejo continente?
Estoy a mucha distancia de ser una figura reconocida en el campo de la historieta. Aquí el nivel es muy alto y muy amplio en cantidad de autores. Hoy en día ya tengo tres libros editados, lo que permite tener cierto nivel de actividad en esta amplia industria editorial, pero no es tan fácil para mi. No todo lo que hice tiene posibilidades de ser publicado en Francia y acceder a las grandes editoriales sigue siendo complicado. Aún no tuve la oportunidad de vivir solo de la historieta, como sería mi aspiración. Tengo que hacer ilustraciones para mantenerme, con lo que me quita mucho tiempo para los proyectos personales.



¿En la actualidad está publicando en Inglaterra y Francia? ¿En cuáles medios y qué trabajo hacés para ellos?
Trabajo para una agencia de ilustración de Inglaterra que me da trabajos para distintos medios gráficos, no solo de Inglaterra, también de Canadá. En Francia suelo colaborar para una revista de periodismo muy prestigiosa llamada XXI. No mucho más porque continúo trabajando en el proyecto de la residencia en La Maison Des Auteurs, acá en Angouleme, que es lo que verdaderamente me apasiona.



 ¿Cuáles serían las diferencias fundamentales de trabajar para/en Europa y hacerlo en Argentina?
Hoy en día uno puede trabajar en cualquier lado, total todo se hace a través de Internet. Podés estár en una cueva en el medio de la nada que si tenis conexión no necesitás nada más. Más allá del estímulo que significa el cambio de escenario, yo sigo haciendo los mismos trabajos que hacía cuando estaba en Buenos Aires. Luego hay cuestiones económicas que hacen más favorable estar en un lado que otro, o trabajar desde acá para allá o vice versa, pero creo que en Argentina hay muchas posibilidades de trabajar como dibujante. En cuanto al trabajo de historietista lo veo más difícil en Argentina porque hay una industria nula y un desfasaje en lo económico muy grande. Pero la diferencia más grande la veo en la adoración que hay en Francia por la historieta. Es parte de la cultura y se refleja en los medios. En la Argentina lamentablemente solo funciona el humor gráfico el resto de la historieta siguen siendo visto un como producto para subnormales.



Viendo de afuera lo que se publica en Francia, se nota un mercado editorial enorme, de altísima calidad y mucha variedad tanto en lo gráfico como en las temáticas. Al estar allá ¿se percibe del mismo modo, cómo lo describirías?
Si, es un poco abrumador entrar en las librerías. Todas las semanas hay novedades. Hay autores de enorme calidad que aparecen seguido e incluso lo más comercial tiene mucha calidad. Yo opté por no ir seguido a la librería porque cada vez que entro me quiero cortar las manos. También impresiona la cantidad de festivales de BD que hay. Prácticamente hay uno en cada ciudad. He sido invitado a más de diez y me esperan unos cuantos en los próximos meses. Entre cenas majestuosas, Champagne y ciudades hermosas uno lo pasa muy bien y disfruta dibujando para el lector, que los hay a montones. Acá la mayoría de los hogares tiene su colección de BD.
 
Página de Paolo Pinocchio
Este año Paolo Pinocchio se compiló en libro en Francia? Los que somos seguidores de tu personaje esperamos poder seguir viéndolo por estos lados.
¿Se van a editar nuevos libros tuyos este año o el próximo?

EL libro de Paolo Pinocchio se editó el año pasado y entró en la selección oficial del festival de Angouleme, lo que le da mucho prestigio al libro. Ahora está por publicarse en Brasil. Lamentablemente el libro en Argentina no ha encontrado un editor. Como no es humor gráfico, se hace difícil y eso ya no depende de mi. Supongo que el libro Diagnósticos, que hicimos con Agrimbau va a tener la misma suerte. Acaba de salir una edición muy bonita del libro pero en francés. Ojalá que algún día pueda retomar el personaje de Paolo Pinocchio. Ahora estoy haciendo otro proyecto que me va a llevar tiempo. Es una comedia de ciencia ficción muda que se llama "El día más largo de la historia".


viernes, 1 de noviembre de 2013

ISLA DE LOS MUERTOS (Dos versiones para una historia) Por Germán Cáceres

Dibujos: Rodolfo Aedo/Guión: Cristóbal Florín
Diseñadores gráficos: Alejandro Sottolichio Leighton y Alejandro Jarpa
(Basado en el cuento “Dos versiones para una historia”, de Félix Elías Pérez)

(Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, Región del Aysén del General Carlos Ibáñez del Campo, Chile, 2013, 128 páginas)



En 1906 ocurrió la tragedia de Bajo Pisagua, en la Región del Aysén, Chile. La Compañía Explotadora del Baker, que había montado un establecimiento para hacheros, empezó a dar señales de un próximo e inevitable quebranto. En consecuencia, comenzaron a producirse demoras en el pago de salarios y en la entrega de víveres y medicamentos para los obreros. Finalmente, se instaló el hambre, que sólo podía remediar la llegada de un buque con provisiones. Pero una tormenta en el mar demoró su arribo y, luego, el terremoto que devastó Valparaíso motivó que cambiara de rumbo para socorrer a las víctimas de esa ciudad. Según versiones, que recogió en su cuento Félix Elías Pérez, cuando llegó otra nave con ayuda alimenticia habían fallecido ciento veinte obreros de los ciento ochenta contratados: sólo sobrevivieron sesenta cuya salud física y mental estaba muy deteriorada. Sin embargo, hay otra versión que afirma que la muerte se produjo por envenenamiento debido a un descuido de un grumete que no verificó que en la bodega  se habían derramado cajas que contenían arsénico para combatir la sarna de corderos y ovejas. En cambio, tanto el Padre D´Agostini como la empresa atribuyeron el desastre a “un violento y sorpresivo brote de escorbuto”.


La primera versión se denomina “Muerte por hambre”, y se inicia con una viñeta de página entera que, desde un plano americano de un obrero sentado, abarca los márgenes de la caleta, con montañas, muelles, cabañas y botes. El color siena grisáceo otorga a la escena una exquisitez gráfica de sutil poesía, cercana a la ilustración, clave estética que se reitera a lo largo de la novela gráfica. Abundan las páginas y cuadritos monocolores de gama fría, así como la fragmentación de éstos últimos como si se tratara de un ejercicio cinematográfico. En el transcurso de la historieta también se encuentran viñetas mudas, y las cuidadas composiciones de página se renuevan constantemente. 


En la figuración de Aedo prevalece una búsqueda plástica basada en un conocimiento profundo de la pintura en general y de la moderna en particular. No puede menos que destacarse la espeluznante fisonomía cadavérica que van adquiriendo los famélicos hacheros -que traen a la memoria imágenes goyescas- así como la contundencia dramática del plano general lejano de las páginas 42 y 43, que registra montículos de tierra coronados por cruces de madera. Su dibujo aporta brillantes enfoques y una planificación en constante cambio, en tanto Cristóbal Florín recurre a los textos y, al no haber casi diálogos, apenas emplea globos. Su guión es una amplificación del relato de Pérez, que se publica en el epílogo del libro, y Florín -fiel a su estilo- otorga una carga espectral y siniestra a los sucesos y dice así: “Todo marchaba en las mejores condiciones, sin sospechas de algún trato secreto con la muerte”. Este clima fatalista, inmodificable y mortuorio prevalece en toda la narración, en la cual los obreros terminan talando árboles para construir ataúdes (“El Baker, río de los muertos patagónicos, que separaba a la caleta de la isla sembrada de cuerpos vencidos, donde se cosechan cruces para la posteridad”). Se observa que no es ajena a la historia una atmósfera entre fantástica y panteísta. Félix Elías Pérez se pregunta sobre cuál fue el origen de ese episodio, cómo murieran ciento veinte personas en una zona fértil y colmada de frutos silvestres ricos en vitamina C y, sobre todo, de numerosos alimentos alternativos.  A continuación de este cuento escrito en 1996, que más que narrar se empeña en documentar con excelente prosa un hecho que necesita ser aclarado, Francisco Mena informa que las excavaciones arqueológicas realizadas no obtuvieron datos concretos y que “el análisis crítico de los textos escritos alimenta un cierto escepticismo, pues priman las versiones exageradas y es muy probable que la mortandad se deba a simple abandono y hambruna…


La otra versión, “Muerte por veneno”, adopta el punto de vista del buque que está portando los víveres y medicamentos para los obreros de la caleta. Se nota aquí que Rodolfo Aedo se lanzó a una búsqueda experimental que remite a la estética que prevalecía en las adaptaciones de grandes novelas de la revista Intervalo, de Editorial Columba; a la historieta francesa de los setenta y ochenta (especialmente Enki Bilal) y, por último, al vanguardismo del Alberto Breccia de Edgar A. Poe: El gato negro y otras historias (Doedyeditores, 2011). Esto último es palpable en las secuencias en tinieblas, en las cuales los mínimos y certeros puntos lumínicos permiten vislumbrar a personajes y objetos en espléndidos claroscuros. Y, asimismo, está la presencia obsesiva de “esa lluvia porfiada que no cesaba nunca” (Pérez).


El libro concluye con cinco valiosas láminas tituladas Pin Up. La de Ismael Hernández expone un expresivo trabajo, pleno de crudeza, que combina -con aportes informáticos- la tinta china, la acuarela y el lápiz. Alejandro Aguado ofrece una grafísmo expresivo en el marco de una concepción naturalista, de rústica belleza no exenta de lirismo, y muestra la impronta y el espíritu del mundo patagónico. Una espléndida atmósfera onírica, propia de la pesadilla que se vivió en Bajo Pisagua, es la exhibida por el binomio Mirko Vukasovic y Cristian Escobar. La ilustración de Omar Hirsig señala el clima de espanto y de muerte que se alojó en la isla. Fabián Rivas Belmar se encarga de resumir esta opresiva y desoladora crónica con interesantes connotaciones historietísticas.
Esta edición financiada por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, además de contribuir a una investigación histórica que involucra a Chile y a toda Latinoamérica, confiere un inestimable espaldarazo al prodigioso noveno arte.





Germán Cáceres