Poco se ha escrito sobre este valioso maestro. Sólo
algunas breves referencias en Internet y
esporádicas citas en libros de la historia del género, con excepción de
la nota que se encuentra en esa joya documental debida a Enrique Lipszyc: El dibujo a través del temperamento de 150
famosos artistas (1953).
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D`Adderio |
Nació en Rosario,
Provincia de Santa Fe, el 17 de noviembre de 1921, y de chico se radicó en
Buenos Aires, donde estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano
hasta tercer año. Este aprendizaje académico dejó una marca indeleble en su
obra historietística, que inició a los diecisiete años en un diario vespertino
de la Capital
Federal.
Su trabajo más meritorio lo realizó en la revista Intervalo
de la Editorial
Columna, para cual compuso, además, numerosas tapas de Fantasía.
En los años setenta colaboró en las publicaciones Fabián Leyes y El
Huinca, de Cielosur Editora. Participó en Billiken desde 1959
ilustrando capítulos didácticos y la sección “El niño y la música”. Fue en 1952
uno de los primeros profesores de la Escuela Norteamericana
de Arte, precursora de la emblemática Escuela Panamericana de Arte. Es autor de
un notable libro: Lecciones de Dibujo Artístico.
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Ilustraciones para la revista Cuarta Dimensión |
Entre las
numerosas tapas de Fantasía puede citarse la que ilustra la
historieta El León de Francia, de sugerente colorido y un encuadre
moderno y audaz. También la de Robin Hood, que brilla por su registro de
acción y ritmo. Idénticas virtudes pueden hallarse en sus portadas para las
nombradas Fabián Leyes y El Huinca. Y asimismo sobresalen las
ilustraciones que realizó con el seudónimo de Hacde en la revista La Sombra y luego
–utilizando su verdadero nombre- en su continuadora El Fantasma -ambas
editadas por Edmal (Lainez)-, sobre el célebre personaje creado en 1936 por Lee
Falk (su primer dibujante fue Ray Moore).
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Ilustraciones de tapas de la revista Cuarta Dimensión |
En la historieta El señor gobernador en un indio
(1974), que se publicó en Fabián Leyes Nº 69, con un guión de LeonardoWadel que abunda en extensos textos, sus dibujos más que narrar ilustran esa
prosa que se limita a explicar situaciones, pero en cambio es casi
cinematográfico en los enfoques. Se destaca en el trazo a pluma con el que
plasma un entramado gris, y en su sabia utilización del pincel. Aparece un
cuadro final con la figura del cacique misionero guaraní Andrés Guacurari –ahijado del caudillo
Artigas- orlado por siluetas de palmeras que remiten al mejor Hogarth.
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Ilustraciones para la revista Cuarta Dimensión |
También escribió Wadel –con un mayor dinamismo y
énfasis narrativo- Ni español, ni portugués...,¡tupinambá!, que salió en
la revista El Huinca Nº 66. Otra
vez en el registro de la selva misionera se evocan reminiscencias del citado
dibujante de Tarzán. En las escenas de acción, D´Adderio emplea
asiduamente tomas en picada. Tanto en los textos como en su representación
gráfica predominan escenas de extrema crueldad. La última viñeta ocupa casi una
página para la cual el artista ejecutó una suerte de collage.
En ese mismo número,
en la sección “Miscelánea Criolla”, que refiere un atentado contra Sarmiento
ocurrido en agostos de 1873, una ilustración suya impresiona por su plumeado y
por el efecto luminoso que otorga al estallido de un trabuco.
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Ilustraciones para la revista Cuarta Dimensión |
Pero donde descuella su virtuosismo es en sus
adaptaciones para Intervalo. Son célebres las de obras maestras de la
literatura universal como Miguel Strogoff, de Julio Verne; Crimen y
Castigo, de Feódor Dostoievsky; Los miserables, de Víctor Hugo; Hamlet
y El Rey Lear, de William Shakespeare; Cyrano de Bergerac, de
Edmond Rostand; Los Novios, de Alessandro Manzoni; Rojo y Negro,
de Sthendal; y La ajorca de oro, de Gustavo Adolfo Bécquer. En muchos de
estos trabajos, el historietista emplea un procedimiento conocido como “dibujo
al lavado”, una variedad de la aguada hecha con un solo color.
Historietas publicadas en las revistas Fabián Leyes y El Huinca
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1 |
En la novela Úrsula Mirouet, de Honorato de
Balzac, que apareció en diciembre de 1951, los protagonistas adhieren a las
ideas sobre magnetismo animal del médico alemán Franz Antón Mesmer y al
pensamiento del filósofo y místico sueco Emanuel Swedenborg. La adaptación
sigue las pautas de la revista: se eliminan los globos y la acción se narra con
textos largos –en su mayoría inferiores- donde los diálogos se pautan con el
clásico guión que utiliza la narrativa literaria. La escritura ocupa
prácticamente el mismo espacio que las imágenes. Aquí el artista se vale de la
mencionada técnica del “dibujo al lavado”, y concreta una maravilla gráfica,
para cuyo análisis resulta apropiado –en lugar de acudir a grandes maestros de
historietas- observar el ejemplo de una larga lista de famosos ilustradores,
ninguno de los cuales puede omitirse, y cuya obra se aconseja rever: Charles
Dana Gibson, Robert Riggs, Carlos y Emilio Freixas, Anders Zorn, Frederick
Remington, Norman Rockwell, Howard Pyle, James Montgomery Flagg. Andrew Loomis,
John H. Crosman y Llorenç Brunet.
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2 |
Su paso por el
Bellas Artes se patentiza en los cuidados paisajes, en el vestuario y en los
rostros de los personajes, de expresiones y perfil psicológicos registrados con
agudeza. En estos magníficos dibujos su apego al realismo es incondicional. En
última instancia, se está ante una novela ilustrada mediante viñetas con
planificación historietística. Como diría Oscar Masotta, se trataría de una
auténtica muestra de Literatura Dibujada, en la cual Hugo D´Adderio diseña
todos los contornos y detalles, como si intentara eliminar el carácter
bidimensional de la página para representar a rajatabla los volúmenes. Dado que
la historia transcurre principalmente en interiores, predominan los primeros
planos, los medios y los americanos, que el artista busca combinar en forma
constante sin llegar a la audacia ya que el guión resume las escenas y no las
desarrolla. La enorme viñeta final registra el casamiento de los amantes en la
iglesia a través de un bello
refinamiento visual. Curiosamente, entre estas imágenes de acento académico se
intercalan avisos de página entera que utilizan la síntesis gráfica y los
globos de diálogo propios del noveno arte.
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3 |
En diciembre de 1953, salió L´Arrabbiata, uno
de los más famosos relatos de Paul Heyse, escritor alemán que en 1910 ganó el
Premio Nobel. Este autor es poco conocido en nuestro país y su elección
demuestra el encomiable papel de divulgación que cumplía Intervalo.
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4 |
Una hermosa viñeta de pescadores napolitanos que
amarran las embarcaciones inicia la historieta. Aquí se reitera su recurso
favorito “del lavado” en unos dibujos de rostros que se destacan por su nitidez
y precisión.
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5 |
Sin duda, Hugo D´Adderio es uno de los mayores
exponentes en la Argentina
de la historieta estilo ilustración, dentro de la línea de Príncipe Valiente
(1937), de Harold Foster, y logró enriquecer esa estética con la técnica del
“dibujo al lavado”, que dominó a la perfección.
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Bibliografía
Lipszyc, Enrique, El dibujo a través del
temperamento de 150 famosos artistas, editado por la Escuela Norteamericana
de Arte, Buenos Aires, 1953.
Trillo, Carlos y Saccomanno, Guillermo, Historia de la historieta argentina,
Ediciones Record, Buenos Aires, 1980.
Nota: se agradece a Sergio Castro por el aporte de imágenes.