jueves, 29 de enero de 2009

Anticipo de entrevistas: Enrique Alcatena y Carlos Casalla

Los siguientes son fragmentos, a modo de anticipo, de dos entrevistas que se publicarán completas en el próximo número de la revista La Duendes.
Una corresponde al maestro Enrique “Quique” Alcatena, que le realizamos en noviembre de 2008 con el colega Toto, autor de Los Esferas en Historieta Patagónica, en una confitería de la avenida Santa Fe, en la ciudad de Buenos Aires.
Otra fue realizada en enero de 2009 en la ciudad de Bariloche, a Carlos “Chingolo” Casalla, prócer vivo de la historieta nacional, autor del mítico personaje Cabo Savino.
Las entrevistas, en realidad, se desarrollaron como charlas, en las que abordamos numerosos temas, siempre relacionados con el dibujo y su contexto, durante el cual surgieron numerosas anécdotas.

Alejandro Aguado

Fragmento de página de la serie El Laberinto, de Mazzitelli (guión) y Alcatena (dibujo)

Enrique Alcatena
Sobre guiones y tendencias del dibujo en la actualidad
- Toto: ¿No nota que ahora existe como cierta flojera en los guiones?
- Alcatena: Bueno, pero antes no todos eran grandes guiones, algunos eran más flojos que otros. No todo lo que escribió Oesterheld fue excelente, pero había un oficio. Bueno, pero es inevitable. Charlando con García Durán, hablando justamente de eso, me decía que sentía que nosotros tuvimos la suerte, llego hasta mí y algunos más jóvenes como Manco y Ariel Olivetti, de tener el aprendizaje pagado. Nosotros mal que mal tuvimos editoriales. En Skorpio, cuando empecé, no cobraba igual que él, pero cobraba algo. Ahora no. Ustedes se tienen que pagar. A nosotros nos pagaban el aprendizaje, por eso había otro oficio. Ahora existe una cosa menos formal, tenés un blog, te mostrás donde podés.


Aguado, Alcatena y Toto.

- Aguado: ¿No siente como que en la actualidad se impuso una cierta línea surgida de Internet?
- Alcatena: Si ¿no? Viene también un poco de la historieta nueva francesa, que es un dibujo más simple, taquigráfico diría. Esta bien, pero también se abusa, es una moda. El buen dibujo es como que queda antiguo.
- Aguado: Eso es algo que no entiendo, que un buen dibujo pueda quedar antiguo.
- Alcatena: Bueno, hay tipos que hasta han hecho una teoría de eso: el buen dibujo, virtuoso, conspira contra la historieta. Como que el dibujo te distrae de la narración. Es como que la historia, la secuencia, sufre, porque el dibujo bonito distrae, se impone por sobre la narración.
- Aguado: Me suena medio como justificación de la línea nueva que se está imponiendo.
- Alcatena: Si, a mí también.
- Aguado: Para mí tiene que haber como un equilibrio.
- Alcatena: Pratt para mí lo logró, si bien el último Pratt se fue al carajo.
Toto: De ahí los franceses se agarran (del último Pratt) para largar el nuevo estilo.
- Alcatena: Si, pero Pratt aún en Mu sigue siendo Pratt. Aparte por el concepto, la academia que tenía en conocimientos, en formación, se nota. Admirable.


Viñeta de El Laberinto.
Para mayor información acerca de Enrique Alcatena, ver la sección Invitados del blog Historieta Patagónica.


Carlos Casalla en su estudio de Bariloche.

Carlos Casalla
La historieta
- Casalla: La historieta es una artesanía artística e industrial. Si la escribe Poe es una obra. Es una artesanía porque nunca volvés atrás, hacés el laburo y tiene que salir bien. No podés hacer la pata (de un caballo) de vuelta o una empuñadura. Uno hace todo lo posible para que haya novedad, pero nunca te metés en problemas serios de escorzo y eso, a no ser que tengas un equipo y quieras arriesgar. Pero el laburo común es tantas páginas por día, por mes, o lo que quieras.
Cuando comentaba que hacía historietas me preguntaban si estaba contento. Respondía: claro, si salen 150 mil ejemplares que salen los lunes, tengo dos historias en esa revista y a esa revista la leen dos o tres personas, por lo menos. Entonces el tipo decía «ay, la pucha». Aca fueron unos boludos, mirá cómo aprovecharon los yanquis a la historieta, tienen una tremenda industria.
Lo bueno del dibujo es que no hay mentira, hay un papel blanco y un lápiz. Lo que está ahí es lo que sale.


Una ilustración de 1979, del personaje Cabo Savino.

El género gauchesco
Casalla: Tengo la conciencia que soy el último que hace esto. ¿Te acordás que también estaba Magallanes? Que era bueno
Aguado: Si, que hacía el personaje Martín Toro.
Casalla: Se murió, pobre. Muy joven.
Si hay historietas tiene que haber alguna regional, con todas las cosas que pasaron. Tal como hizo Jack London. Hay cuentos a patadas…
Yo fui quien introdujo lo criollo en Columba.
Rapela era muy bueno. Pero lo de Rapela no era historieta, era lento. Lo de él era historia. Por ejemplo, por ahí llegaba un tipo (un personaje) a Trenque Lauquen en 1870 y el te nombraba al Juez de Paz que estaba en ese año. Era un historiador. Te dibujaba las casas como eran, averiguaba donde paraba el juez, donde paraba el médico.


Casalla con originales del Cabo Savino, que en la actualidad se publica como tira diaria en el principal diario del norte de Patagonia.

Nota: en La Duendes se publicará una historieta de siete páginas de Casalla. La misma forma parte de la serie Patagonia Brava.

viernes, 16 de enero de 2009

Malón Patagónico

A las reseñas publicadas sobre Malón Patagónico en La Nuez (Perú), Pienso en Cómics (Perú), Mundo Niahm (Argentina), Comics Perú (Perú), Comics Ensabap (Perú), el miércoles se sumó una nota-análisis en Cuadritos, periodismo de Historieta (Argentina).
Muchas gracias a todos los que nos difundieron y Andrés Valenzuela, el autor de la última nota.


Malón obtuvo una repercusión de lectores que nos sorprendió (el primer día el servidor de descargas se colapsó) y como la están solicitando en papel, además de la edición original en PDF, se va a preparar la edición impresa para aquellos a los que les interese.
Gracias a todos.

Para leer la nota completa en Cuadritos.

jueves, 8 de enero de 2009

La Historieta, valorizaciones

Las siguientes son algunas valorizaciones acerca de la historieta, realizadas por grandes dibujantes argentinos. Las citas fueron extraídas de entrevistas realizadas desde principios de los años ´80, en revistas como Fierro –primera etapa-, la desaparecida revista cultural La Maga, la revista de historietas Trix y el suplemento semanal El Espejo, de los dibujantes del sur. Los expertos en el tema son los que hablan:

Página del personaje Alvar Mayor, de Trillo (guión), Enrique Breccia (dibujos), en revista Skorpio.

Enrique Breccia
“… Entonces Enrique breccia dijo:
- ¿En esto de la historieta no seremos un montón de boludos trabajando para otro montón de boludos que nos leen?
-Y ahí mismo comenzó esta nota que provocó una entrevista que siguió en su departamento de la Avda. san Juan, meses después, hace unos días:
- Es que yo no me creo nada, Martín. Estoy re podrido de la historieta, pero a un punto que hasta esta nota me parece asombrosa. Es decir: que le hagan una nota a un tipo que está repodrido de la historieta hasta el tope y desde hace muchos años. Por eso es que me tengo que divertir mucho, (pero mucho, eh) y cargarme y cargar a los demás para poder hacer ciencia ficción. Si no me tomo todo eso en joda, no lo podría hacer. Porque la ciencia ficción como la entienden los gallegos (en referencia a los españoles), por ejemplo, y los europeos en general es mentira. Todo verso. Ellos se lo toman en serio y están convencidos de que hacen historietas para adultos, revistas para adultos, que cambian la estructura con la historieta y todas esas pavadas. Y escriben libros como el de Humberto Eco. Para mí no se puede escribir un libro de 500 páginas sobre la historieta porque no hay qué decir. Es mentira.
-¿Por qué?
- Porque no da para tanto. No le quito ni le pongo nada. Creo que es un medio de comunicación para entretener a la gente y punto.
- Bueno, pero como medio de comunicación no tiene por qué ser «solo» para entretener. Quizás a la gente le pasen cosas con lo que recibe a través de las historietas.
- Si, le pasará lo mismo que mirando televisión. Depende de quién lo haga será un buen medio o no. Pero creo que todo lo que se escribe de la historieta desde el punto de vista de los historietólogos es puro verso. Cuando el semiólogo Massotta hizo «LD» y comenzó a analizar la historieta desde la semiología, se pudrió todo.
- ¿No crees que la historieta es un «signo» de lo humano y que puede ser analizada?
- Si, se puede. Pero no creo que tenga tanta trascendencia como para que se hagan libros, análisis semiológicos…

(Entrevista a Enrique Breccia, en García, Martín. “Enrique Breccia. Un hombre entero que dibuja pedazos”, Fierro 11 –primera época-, julio 1985)

Página del personaje Piñón Fijo, de Trillo (guión) y Mandrafina (dibujo), en Fierro 19, marzo de 1986.

Cacho Mandrafina
“Vos valorizabas el hecho de entretener pero, aparte ¿sentís que con cada cosa que hacés vas construyendo algún mensaje, con un código? Algo que un tipo que pasó por la Tierra le dejó a los otros tipos que vendrán…
. No, no. Yo creo que la historieta es una cosa efímera, que dura lo que tarda el lector en leerla. La excepción serían los coleccionistas, que siguen siendo minoría.
- Sin embargo hay una conciencia colectiva que recibe eso. Hay una generación de lectores de «Hora Cero» y «Frontera», de «Patoruzito», de «El Tony», quizás ya haya una generación de «Skorpio» y «Superhumor» y «Fierro» incluso, aunque ahora no la veamos porque está haciéndose.
- Si, desde ese punto de vista es cierto. Pero no me gusta todo ese plano intelectual que se ha creado alrededor de la historieta. Pero si tiene importancia el género aunque haya decaído mucho últimamente, en ese aspecto se ha ido haciendo minoritario. No son ya tampoco, las de Columba, aquellas tiradas de 200.000 ejemplares.

(Entrevista a Cacho Mandafrina. García, Martín, “Un Cacho de Mandrafina”, Fierro 14 -primera época-, octubre 1985)


Fragmento de página de la historieta Nisbi, de Oswal, en Cóctel Nº 2, octubre 1991.

Oswal
“Cuáles crees que son las causador las que la historieta nacional no goza de la jerarquía que le corresponde?
- Yo no driría que «aún no goza», sinó «ya no goza». Cuando se la ofreció con jerarquía, el público la recibió alborozado. A «Hora Cero» se la esperaba en los kioscos. Patoruzito semanal era muy leída por chicos y grandes. Esto es una cuestión de política editorial. No basta el buen papel o la buena impresión, sino la capacidad de seleccionar el material, y comprender que este no será bueno simplemente porque lo respalden nombres famosos, ni tampoco por su aspecto formal forzada y snobísticamente actual. Si hay un público potencialmente lector se debe en primera instancia comprenderlo, lo que llevará a quererlo, respetarlo y surgirá la obligación de ofrecerle un producto legítimo que vaya de sentimiento a sentimiento. Sabés muy bien que aquí se procede distinto: se mira al exterior y se pregunta «qué están haciendo en Europa? ¡Hagamos lo mismo! ¿Y esto que le puede importar a los de aquí? No hace mucho me rechazaron un guión en España, y me decían en la carta: ustedes, los latinoamericanos, tienen una visión muy particular que no siempre interesa aquí…» Y viceversa, diría yo. Pero fijate como ellos saben lo que están haciendo. Eso si, por favor no se me interprete esto como que tenemos que hacer solo historietas de gauchos, o que transcurran en Buenos Aires o interpretadas por un protagonista argentino. ¡No, por favor! La cosa es más profunda conceptualmente y tiene que ver con idiosincrasias y circunstancias sociales. Conocer lo que un público necesita rehacer en su interior luego de su lucha diaria, y darles aventuras en Hong Kong aunque viva en Jujuy, si eso es lo que está faltando.
No se lee por leer; se hace para colmar un vacío. Atento a eso.”
(Entrevista a Oswal. “Osvaldo Viola. Consumatum Est”, Trix 8, Tucumán, noviembre 1989.)



Ilustración de Carlos Nine, de la historieta Tropikal Mambo, en Co & Co Nº 10, diciembre 1993, España.

Carlos Nine
- “Antes decía que no le interesaba la caricatura en particular, sino como una forma de dibujo. ¿La historieta le interesa más?
- Claro. La historieta me parece uno de los campos de experimentación plástica más revolucionarios que hubo desde que empezó el siglo hasta ahora. Además es un mundo apasionante. Yo la otra vez fui a exponer unos originales cerca de Venecia y se me acercó un italiano y me pidió que le dibujara un personaje mío. Es un hecho mágico, que no ocurre con la pintura. En la historieta somos una hermandad de locos que andamos sueltos por todo el mundo. Estamos desparramados por todos lados, algunos resistiendo como leones a punto de ser exterminados y otros triunfando, como el tano (Hugo) Pratt, tomando vino blanco y fumando un habano en su mansión de la orilla de un lago.
- Hay un hecho de diversión en el hecho de pertenecer a ese grupo…
- Claro, y eso en la plástica no pasa, porque, a pesar de ser una cofradía, son gente fina o que simula serlo. No es una hermandad de atorrantes, como los historietistas, que somos como guerrilleros del dibujo…”

(Entrevista a Carlos Nine. Marchetti, Pablo, en “Desde la caricatura es muy difícil competir con Menem”, La Maga, miércoles 25 de agosto 1993, pag. 16)


Viñeta de la serie Perramus, de Juan Sasturain (guión) y Alberto Breccia (dibujos), Cómix Internacional Nº 67.

Alberto Breccia
“¿El hecho de concebir la historieta como un género adulto estuvo en usted desde siempre? ¿Aún desde antes de hacer Mort Cinder?
- Claro. Lo que pasa es que antes me tenía que ganar la vida, y me dejaba llevar por los pedidos de los editores. Pero a principios de la década del ´60 no tuve que mantener más a mis hijos, entonces tuve menos obligaciones y pude lanzarme a hacer lo mío.
¿Cree que aún existe ese prejuicio contra la historieta?
-Acá si. En Europa no, y yo hice muchas muestras en galerías dedicadas a la plástica. Pero en la Argentina es distinto porque el gran problema son los críticos.
¿Qué opina de ellos?
-Que son una mierda, y la mayoría de las veces escriben boludeces porque tienen que llenar páginas. Pero, además, creo que el noventa por ciento de lo que se ve en las galerías es basura.
¿Y en la historieta qué ocurre?
- En el país hay grandes dibujantes. Siempre los hubo y los habrá, porque la Argentina es un país con una enorme tradición de dibujantes, que se continúa a pesar de que no existen lugares donde publicar.
(…)
¿Es lector de historietas?
- No, nunca lo fui.
¿Pero no es contradictorio reivindicar la historieta como un género adulto y no leerla?
- No, ¿por qué? El hecho de que alguien fabrique zancos no quiere decir que tenga que andar en zancos. Además la historieta se puede mirar sin necesidad de leerla, como una obra plástica. En ese sentido sí me gusta ver algunos autores.
¿Quiénes?
- José Muñoz, mi hijo Enrique, el francés Jacques Tardi, el italiano Mattotti. No son muchos….”
(Entrevista a Alberto Breccia. Ranieri, Sergio; Marchetti, Pablo, en “Yo siempre fui un laburante”, La Maga, miércoles 15 de septiembre de 1993, pags. 33-34)


Pablo De Santis
“Por qué cree que la historieta hoy no es tan popular como antes, por un fenómeno de lectores o de la editoriales?
- Puede ser que lo que no funcione sean las revistas de historietas, pero si la historieta en si. De pronto si Fontanarrosa publicara una revista, pienso que no la leerían. Sin embargo, el millón de lectores que leen Clarín devoran las historietas de Inodoro Pereyra, por eso creo que tiene que ver más con la revista que con el género en sí. Además pienso que existe la idea de que la historieta es un género popular y esa es una cuestión bastante ilusoria ¿por qué la historieta tiene que ser popular cuando en realidad las estéticas son muchas veces experimentales, al igual que los grandes autores de historieta?”

(Entrevista a Pablo De Santis. Aguado, Alejandro. “Pablo De Santis”, El Espejo, de los dibujantes del sur 74, Comodoro Rivadavia, Chubut, septiembre 1994.)


El Zebra, de Rep, en Cóctel Nº 2, 1991.

Rep
“Durante mucho tiempo la historieta era el género ideal para leer en el baño. ¿Dónde aconsejaría leer La Grandeza y la chiqueza?
- Yo lo leería en la cama. Como autor tendría que decir que lo leyeran donde se les cante. Como lector, aunque esa afirmación de leer historietas en el baño es cierta, nunca tuve problemas en leerlas en el subte, en los colectivos o en la cola de la panadería. Pero me gustaría que la leyeran en la cama, horizontal; un momento atractivo. Y que después el lector se duerma y sueñe con mi libro. De todos modos, tomando el otro costado de la pregunta, es cierto que la gente siguen pensando que la historieta es un género menor, casi infantil. Y la consideran así porque es una lectura que se lleva a cabo sin pudor cuando uno es chico. También hay que aclarar que se hizo mucha mala historieta: aquella en la cual el dibujo sólo acompañaba al texto. Creo que la historieta es un género menor ante la literatura, pero sólo en edad. Mientras hay libros desde hace siglos, la historieta es muy joven, nace con la prensa.
-¿Lee historietas?
- Ahora no, son muy malas. Prefiero releer los clásicos de la historieta. Y, por supuesto, libros de donde poder sacar cosas para desarrollar mi historieta.”
(Entrevista a Rep. Russo, Miguel. “La historia es la gran embaucadora del sentido común”, La Maga, miércoles 21 de junio de 1995, pag.49)