Nota realizada por Jorge Boccanera para la gencia de noticias
TELAM, el 14 de enero de este año, y que gentilmente republicamos con su autorización.
El
nuevo libro del narrador y crítico Germán Cáceres, Evocando Viñetas 2, suma un
nuevo registro a su ya extensa investigación periodística sobre la historieta
nacional, ensanchando con cada título el panorama de la aventura a cargo de
notables artistas –dibujantes y guionistas- no siempre recordados y valorados
en su dimensión creativa.
La obra, editada por el sello de la revista
patagónica La Duendes ,
puede leerse como complemento de Evocando
Viñetas 1, aparecido en 2012 y como prolongación de títulos
relacionados con el tema, entre ellos El género fantástico en la historieta
argentina, Charlando con Superman, Oesterheld y Diccionario de uso de la
historieta española. En diálogo con Télam, Cáceres explica que este
segundo tomo de viñetas, más que complementar el primero lo continúa, y agrega:
“No existe un plan sistemático de investigación. Ambos textos tienen su origen
en notas que aparecieron en http://laduendes.blogspot.com;
surgieron del diálogo con Alejandro Aguado, el director de la editorial La Duendes- acerca de los maestros
e historietas que vamos evocando”.
Télam:
En ocasiones te referís a algunos artistas como “maestros olvidados” ¿en ese
sentido tu libro practica una especie de rescate?
Cáceres: Al principio se pensó introducir en
el blog una sección de “Maestros olvidados” y comenzamos con algunos notables
historietistas, pero algunos de ellos no estaban tan olvidados, sino que los
amantes del género los tenían presentes, entonces juzgamos más conveniente
escribir notas sin dilucidar si se los recordaba o no; aunque a Tibor José
Horvath, Hugo D'adderio y Carlos Clemen se los puede considerar, sin lugar a
dudas, maestros olvidados.
T: En un punto Evocando Viñetas 1 y 2,
dan un panorama, además de los artistas, de revistas dedicadas al género…
C: Dar un registro completo de esas
publicaciones en el país sería una tarea encomiable y titánica. Lo hizo Julio
Neveleff en su reciente libro: Con las historietas se come, se cura y se educa
/ Revistas argentinas 1983-1993 Las publicaciones que prefiero y que marcaron
en mi infancia mi amor por la historieta, fueron: Patoruzú, Patoruzito,
Misterix, Rayo Rojo, Superhombre, Salgari, Tit Bits y El Tony. Luego Skorpio y
Fierro me indujeron a escribir sobre este arte maravilloso.
T: Roberto Bataglia es el único dibujante
que está en los dos tomos de viñetas, ¿acaso por su vida misteriosa en Estados
Unidos?
C: La atracción de Battaglia (1923-2005)
reside en su genialidad luminosa, que le permitió gestar producciones
fulgurantes (María Luz, Motín a bordo y Don Pascual); también en el enigma que
se tejió alrededor de sus rastros personales cuando en los 60 se radicó en
Estados Unidos y poco a poco cortó su comunicación con familiares y
amigos.
T: Decís que “María Luz” de Bataglia
“prefigura a Mafalda…
C: “María Luz”, creada en 1954,
preanuncia a Mafalda en cuanto a su inteligencia, así como “Periquita” por su
actitud anticonvencional, propia de un tipo femenino que en esa época recibió
la denominación de flapper. Pero “María Luz” venía a ser una especie de genio
científico, una inventora desinteresada de la vida social, todo lo contrario a
Mafalda, que reflejó las costumbres y tribulaciones de la clase media.
T: En la historieta tradicional
abundaban vaqueros, detectives, héroes de la selva, guerreros, soldados, aborígenes,
gauchos, boxeadores, futbolistas, heroínas eróticas y exploradores de mundos
futuros, ¿ha cambiado esta tipología en el comic actual?
C: Aquellos
personajes perduran en algunas historietas actuales. Aunque hoy existe una
problemática más contemporánea, como pueden ser los desaparecidos en la Argentina , la violencia
de género o una historieta de corte confesional, en la que se narran aspectos
de la propia vida, incluso se aborda la cuestión de las minorías sexuales. Las
temáticas y los personajes se han enriquecido y adaptado a los tiempos que
corren.
T: En
"Evocando Viñetas 2", dedicás una sección a reseñar libros, varios de
ellos publicados en La
Patagonia , como Tehuelches, El facón de Almanegra (ambos con
guiones de Oenlao y varios dibujantes) y El Bondi (de Chelo Candia), ¿Creés que
en el sur argentino hay un desarrollo importante del género?
C:
Visité Comodoro Rivadavia en oportunidad del “Festival de Historietas al Sur
del Sur” (2012) y puedo afirmar que en la Patagonia hay un buen desarrollo del género,
siendo imposible señalar a todos sus talentos como los citados Oenlao y Chelo
Candia, a los que se suman Alejandro Aguado, Serafín, Mariano Antonelli, Taro,
Toto, Tavo, César Hernández, Edmund, Alan Jones, Daniel Varela y Guada. Por
supuesto, no puede faltar un grande: Carlos Casalla, el creador de El Cabo
Savino.
T: En tu nuevo libro ocupan un espacio
importantes artistas como José L. Salinas, Alberto Bróccoli, Alberto César
Salinas, Carlos Clemen y Horvat, ¿qué los define, qué aportaron a la
historieta?
C: De José L. Salinas son célebres sus adaptaciones
de novelas como Los Tres Mosqueteros y El último de los mohicanos. En 1949 lo
contrató el mítico King Features Syndicate para ilustrar la historieta Cisco
Kid, con guiones de Rod Reed. Pocos artistas como él dibujaron con semejante
talento los caballos y plasmaron tan bellas y dulces mujeres. Por su parte
Clemen fue un pionero que organizó una escuela de dibujo de historietas. Entre
su vastísima producción, se destacan Kharú, el hombre misterioso. Lo
logros de Bróccoli son "Juan y el Preguntón" (1970), "El Mago
Fafá" (1973) y "Pérez-Man" (1979). En el primero los dos
personajes están de perfil y sin identificar. Alberto Salinas dibujó
"Dago" (1981) con guión de Robin Wood, que tuvo resonancia
internacional. En él, su dominio del cuerpo humano trae a la memoria las
mejores expresiones del clasicismo grecorromano. Finalmente, Tibor Horvath fue
un excelente dibujante, como se ve en la tapa del plano alejado de una lancha
de guerra en alta mar, que realizó para el último número, el 116, de Hora Cero
Semanal.