(Editoriales
de la Universidad Nacional de Rio Negro y de Villa María, Viedma, 2016, 96
páginas).
Nueve historias desgarradoras acerca de un hecho bélico
que, según el prólogo de los editores, ocasionó la muerte de “…907 personas, 649 eran argentinos. Se
estima que luego del conflicto –no hay datos oficiales – unos 500 excombatientes
se suicidaron”.
Mind
the gap se podría considerar
una microficción: en pocas viñetas se describe el sentimiento de culpa que
perseguirá hasta la muerte al soldado inglés que mató a un argentino desarmado.
Texto y dibujo están ensamblados en una historieta donde priman una síntesis
inteligente y las imágenes mudas. Y todo sucede en una única escena. (Guión:
Mariano Antonelli/ Arte: Oscar Capristo).
Hay
cosas que no se te olvidan nunca
tiene una gráfica original, con un bello juego de blancos, grises y negros que
apela a la esencia de la historia en tanto los diálogos optan por el
sobreentendido. (Guión: Sofía Cunha/ Arte: Rodrigo Luján).
Soldados es un emotivo relato sin textos, solo cuadritos mudos. Resulta
difícil que un argentino no se sienta conmocionado ante esta tragedia tan
tremenda como injusta, una impresión que trasmite la totalidad del libro. (Guión y arte: Eduardo Molina).
En Jugar a la guerra,
Fer Calvi (guión y arte) despliega, a través de su técnica de reportaje
historietístico, los testimonios recopilados por Francisco de Zárate y realiza
una contundente denuncia sobre una guerra que hizo tanto daño a la Argentina.
Asesinos
exhibe dibujos crudos y realistas
para narrar este suceso de horror que hace pensar que la vida carece de
sentido. (Guión: Mariano Antonelli/ Arte: Diego Aballay).
Chelo Candia (guión y arte) en Meen a Casilda se permite plasmar un logrado juego simbólico de
alucinaciones, en el cual un soldado muerto parece venir del más allá.
En Recuerdos de la
guerra, Alejandro Aguado (guión y arte) propone un original relato que
exhibe el terror de los habitantes de Comodoro Rivadavia ante la posibilidad de
un bombardeo británico. También se permite deslizar una nota de comicidad
dentro de un estilo gráfico emparentado con el dibujo humorístico.
Una sugestiva ficción onírica alusiva a la soledad y a la
muerte que desembarcaron en las islas Malvinas plantea en El número más bajo Mariano Antonelli (guión y dibujo).
En Viaje a la línea,
Kristian Rossi (guión y arte) expresa gráficamente, mostrando el vuelo de las
gaviotas, la belleza natural de las islas, pero también refiere que de ese mismo
cielo caen las bombas que dan muerte al soldado que narra los acontecimientos.
Malvinas,
el sur, el mar, el frío es
un libro conmovedor. Los editores aseveran en el citado prólogo: “Como tampoco
es posible disociar las islas de la guerra de abril de 1982. Como tampoco es
posible desmembrar la guerra de la dictadura que comenzó del 24 de marzo de
1976…”.
Germán
Cáceres