No se va
analizar uno de los tantos filmes que llevan este título, sino a un gran
artista plástico que, además, practicaba lucha grecorromana profesionalmente en
el Teatro Casino. Y si le preguntaban qué le gustaba más, afirmaba que luchar
porque recibía aplausos del público. En cambio, como ilustrador nadie lo alentaba.
Nos estamos
refiriendo a Mario Zavattaro, llamado por León Benarós «…el ilustrador
paradigmático del Martín Fierro».
Nació en Génova
en 1876, se radicó a los veintitrés años en Buenos Aires (o sea en 1899) y
falleció en 1932. Colaboró en los diarios Crítica
y La Nación, y en las revistas El Hogar, Plus Ultra, P.B.T. y,
sobre todo, en Caras y Caretas, donde
fueron sus compañeros de trabajo José María Cao y Manuel Mayol. Realizó
trabajos a lápiz, tinta, gouache, óleo, pero sobre todo sobresalió como
acuarelista. Así ilustró tapas de las revistas citadas y, en Caras y Caretas, retratos, escenas
camperas, caricaturas y soldados europeos de la Primera Guerra Mundial.
Trabó amistad
con el músico Ángel Villoldo (compuso El
choclo), el actor Enrique Muiño, el director cinematográfico Mario Gallo y
los escritores Horacio Quiroga y Leopoldo Lugones. Así, es el autor de la tapa
de la primera edición de La crencha engrasada, de Carlos de la Púa.
Fue admirador
del gran Charles Dana Gibson (1867-1944), creador del primer tipo de belleza
femenina norteamericana, y cuya impecable técnica asimiló.
Su obra cumbre
son las treinta y seis acuarelas que ejecutó para el Martín Fierro, que fueron
reproducidas por la firma Alpargatas para sus almanaques de 1937, 1938 y 1939
y, además, con destino a álbumes. Concretó esta genialidad documentándose en
las ciento veinte fotos del campo y de la gente bonaerense que había tomado el
doctor Francisco Ayerza entre 1885 y 1890. Asimismo pudo acceder al manuscrito
de La vuelta de Martín Fierro.
También recorrió personalmente la zona.
En 1997, la
Cámara Argentina de Publicaciones premió a Francisco Montesanto por su edición
del Martín Fierro, que reivindicó sus
acuarelas.
En las
ilustraciones del nombrado poema, de colorido intenso y vital, Zavattaro
transmite la sensación de movimiento. Tanto los registros de las escenas a
plena luz solar como las nocturnas evidencias su oficio. El retrato que plasmó
de José Hernández es un homenaje a su grandeza de escritor: atrás suyo se ve a
un recio gaucho a caballo y a una diáfana y bella mujer que bien puede sugerir
a una musa. Su figuración es fiel al realismo, dado que registra todos los
detalles de la vestimenta del hombre de campo, los arreos de cuero, y los
paisajes de ranchos, pulperías, pajonales, ganados y aguadas. Su talento para
dibujar bellas mujeres y caballos remite a un artista más
cercano, el portentoso José Luis Salinas (1908-1985).
Sus caricaturas,
plenas en armonía de colores y estudiada composición, no pueden menos que evocar
al genio de Toulose-Lautrec: eran obras maestras, dignas de formar parte de una
pinacoteca. Había en ellas perspicacia psicológica, satirizaba al personaje
deformando su cara y, a la vez, lo estilizaba estéticamente. Algunas (como las
de Federico Pinedo, hijo, y el doctor Julio Méndez) parecen fotografías
retocadas dada la autenticidad que transmiten sus trajes.
Según Enrique
Lipszyc “Sus dibujos inconfundibles, sus cabezas femeninas, sus magníficas
acuarelas e ilustraciones, aquellas caricaturas de intención aguda, donde la
elocuencia surgía espontánea de la expresión de la figura, estaban animadas,
íntimamente, por el soplo del verdadero arte.”
Germán Cáceres
Bibliografía
-https://ilustración.fadu.uba.ar: «Mario Zavattaro/Archivo
de la ilustración argentina».
-https://www.clarín.com.ar: «El artista que ilustró el Martín Fierro con 36 acuarelas”.
-https://www.google.com.ar: «Mario Zavattaro».
-http://www.lanacion.com.ar:«El pintor del Martín Fierro», por Fernando Sánchez
Zinny.
-http://www.lanacion.com.ar: «Viejos retratos del Martín Fierro», por León Benarós.
-http://www.museodeldibujo.com: «Biografía de Mario
Zavattaro».
-https://www.taringa.net: «Mario Zavattaro – Ilustraciones
del Martín Fierro».
-Lipszyc,
Enrique, El dibujo a través del
temperamento de 150 famosos artistas. Editado por la Escuela Norteamericana
de Arte, Buenos Aires, 1953.
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