Santiago Girón
Fernández es un autor español, guionista y dibujante, de extensa trayectoria
que, en esta entrevista, nos brinda un rico panorama de su obra y de la
historieta actual y del pasado reciente de España. Un entrevista para
disfrutar.
Me llamo Santiago Girón Fernández. Nací en una aldea minera
de la sierra norte de Andalucía llamada Los Guindos, junto al pueblo de La Carolina , en la provincia
de Jaén, allá por 1963, así que tengo ya 51 años. En la actualidad resido en la
ciudad de El Ejido, en la provincia de Almería.
-¿De dónde y cómo tu
gusto por la historieta, el dibujo y los guiones?
Desde muy chico me gustó dibujar. Mi madre dice que antes de
aprender a leer y a escribir ya dibujaba indios y vaqueros montados a caballo.
De pequeño, cuando estaba inquieto, me daban un lápiz y una hoja de papel y
rápidamente me centraba en dibujar, y podía estar toda la tarde dedicado sólo a
eso.
La afición a la lectura llegó después. Un vecino mayor me enseñó a leer antes de ir al colegio. Me
encantaba leer historias de aventuras, sobre todo si de por medio estaba el far
west, con sus cowboys y sioux en eterna controversia. Aún recuerdo la historia
de “Águila Blanca”. Era un álbum ilustrado que tenía mi tío Manolo. No tendría
más de 4 o 5 años cuando lo leí por primera vez.
Y, bueno, de la mezcla de estas dos pasiones, dibujo y
aventura, llegó la pasión por los tebeos, como se les llama por aquí.
De niño también pasé una enfermedad que nos obligaba a ir al
médico cada 2 o 3 semanas. Teníamos que coger un autobús y hacer un pequeño
viaje, como de una hora. Para que me portase bien en la sala de espera, mi
madre me compraba un tebeo del Capitán Trueno,
El Jabato, Mortadelo y Filemón u
otros títulos de humor de la editorial Bruguera. Yo los leía con avidez mientras
esperaba.
-¿Cómo te consideras:
guionista, dibujante o ambos?
No sé, supongo que soy un aprendiz de todo. La ignorancia es
muy valiente, ya sabes. Lo que más me gusta es inventar historias, pero dicen
que lo que hago mejor es dibujar. ¿Tú qué crees?
-En los 80 te sumaste
al mundo de la historieta participando en fanzines. ¿Cómo recuerdas esa etapa?
¿Ya escribías y dibujabas?
Sí, claro. Me juntaba con amigos para dibujar y escribir.
Tenía 17 años cuando sacamos el primer número del fanzine TARSUS. La verdad es
que no nos lo tomábamos muy en serio. Lo hacíamos más para reírnos y eso. Luego
fui a la universidad, a Granada, y seguí metido en el mundillo de los fanzines
granadinos: JARABE DE PALO, QUE MAL TEVEO, TOÑATUSTRA... La “Movida” estaba en
plena ebullición. La muerte de Franco abrió las ventanas del país. Entró la luz
en una España a oscuras. El olor a rancio se iba olvidando poco a poco y
comenzamos a respirar con avidez aquel aire fresco, lleno de sueños y posibilidades.
La gente tenía ganas de contar y de oír historias nuevas, historias sobre
libertad, sobre sexo, drogas, rock and roll y revolución, y allí estaban los
fanzines y las revistas contraculturales para contarlas: “Star”, “Los tebeos
del rollo”, “El Víbora”, “Tótem”, “Bésame Mucho”… sería imposible nombrarlos a
todos. Una palabra inglesa iba de boca en boca: “underground”. Y en el mundo
del cómic sonaban nombres extranjeros como Robert Crumb, Gilbert Shelton, Moebius, Richard
Corben, Alberto Breccia, Milo Manara… junto a otros nacionales como Nazario,
Gallardo y Mediavilla, Carlos Giménez, Max…
Los fanzines se vendían por la calle, en los bares y los
pubs, en los mismos garitos donde se vendía y consumía marihuana, hachís o
heroína. Pasaban de mano en mano, como los porros. Nos lo pasábamos en grande
jugando a ser peligrosos y sin pensar en el futuro. Un futuro que para muchos
no llegaría nunca, como pronosticaban los Sex Pistols.
-Los que tuvimos la
fortuna de leer las revistas españolas de fines de los 70 y los 80, hoy vemos
con cierta nostalgia la variedad, calidad y abundancia de publicaciones. ¿Te
sucede algo así con aquellas revistas y ese mercado en que había tanto para
elegir en los quioscos de revistas?
Claro. Fue una época fabulosa y, como casi todo lo fabuloso,
engañosa también. En los quioscos hubo, en algún momento, cerca de 40 cabeceras
diferentes conviviendo en armonía, y puede que me quede corto. Así, a bote
pronto (es mentira, lo he sacado de una enciclopedia del cómic) recuerdo algunos
títulos como: Trinca, Drácula, El Globo, Zeppelin, Vampus, Rufus, Vampirella,
Fantom, Espectros, Escalofrío, Pánico, Escorpión, Suspense, Terror Gráfico,
Macabro, Horror, Horus, Hora T, S.O.S., Dossier Negro, Creepy, Delta 99, Cul de
Sac, Barrabás, Hermano Lobo, El Papus, Por Favor, El Jueves, El Víbora, Totem, Blue
Jeans, Bumerang, 1984, Zona 84, Cimoc, Cairo, Rambla, Rampa, Heavy Metal,
Makoki, Metal Hurlant, Totem Calibre 38, Vértigo, Totem. Aventuras y Viajes,
Corto Maltés, Comix Internacional, Thriller, Kiss Comix, Hunter, TMEO, Habeko
Mik, Metropol, K.O. comics, Madriz, Aventuras Bizarras, Hara-Kiri, Balalaika,
Cachondeo a Tope, Humor a Tope, Titanic, H-Dios-O, Puta Mili, Imajen de
Sevilla, La Granada
de Papel, Tapón, Rumbo Sur, Sword, Complot, La Oca , Gran Aventurero… Todo esto sin contar los títulos habituales
de cómic de humor de Bruguera, que seguían poblando los escaparates de los
quioscos todavía.
Pero, como todas las demás burbujas que se crearon en este
país con la transición, esta también explotó. No había mercado para tanta
revista, eso cualquiera podía verlo. Al final, se salvaron muy pocas. El Víbora
sobrevivió hasta el año 2000, Kiss Comix un poco más… El Jueves queda al cabo como
única referencia viva de aquella época fantástica. Ruido y nueces; no sabría
decir cuánto de cada cosa.
Desde los 80, en
Argentina se conoció mucho acerca de la historieta en España, por medio de las
revistas que llegaban. Con el nuevo siglo esa conexión se perdió bastante. Por
ejemplo, con el material que me facilitaste me hiciste conocer algo de una
movida under de gran calidad, de la que no tenía noticias. ¿Puedes describir un
poco, de lo que conozcas, de la movida actual?
Bueno, la época dorada pasó, sin duda, pero los fanzines
parecen volver y con ellos cierta carga de profundidad crítica, irrespetuosa,
irreverente, fresca, descarada y descarnada, similar a la del cómic underground
de los 70 y los 80 en parte y muy diferente en otra medida. Muchos de los mitos
de antaño (libertad sexual, drogas, libertad de expresión y militancia
política…) nos parecen superados. Muchos de aquellos mitos desembocaron en el
desengaño y la frustración. A los punk les siguieron los chicos de la
generación X, taciturnos, solitarios y acomodaticios. A ellos, los grunges,
desmotivados, desencantados y con síndrome de Peter Pan, y a ellos los actuales
antisistema. Hoy se persigue una revolución más profunda y personal. Los nuevos
fanzines muestran la necesidad del cambio individual para conseguir el cambio
social. La mayoría de los autores tienen aspiraciones artísticas, huyen del
dibujo feista que caracterizaba al viejo underground, cuentan historias
costumbristas como antaño, retratan lo cotidiano pero con una visión mucho más
realista. Los protagonistas son seres solitarios que tratan de vivir como
pueden. Nos hablan de las manifestaciones, de las asambleas del 15 M , pero no piensan en
cambiar el mundo. Aquel “destruye hoy; mañana construiremos” del punk ochentero
se ha transformado en “vamos a arreglar esto antes de que se averíe del todo”
del 15 M .
Es una reivindicación del individuo, antes que del grupo, como auténtica célula
del cambio.
Desde viejos títulos supervivientes como TMEO, a
experimentos en plataformas digitales como la vuestra, los fanzines se
transforman en revistas con buen papel y calidad de impresión, o bien en
ediciones digitales de gran calidad. Sus historias están bien narradas y
dibujadas con oficio y hasta con maestría en ocasiones. A los estilos europeos
y americanos se incorpora el MANGA con una fuerza desbordante y, con él, todo
el movimiento OTAKU, el frikismo de los disfraces de los juegos de rol y el
cosplay.
Yo sigo colaborando con muchos fanzines, revistas y revistas
digitales: NPI, La Duna ,
Androito Ke-ke, Exégesis, Rage, Metropia, Sr. Roca, Ensueños… Revistas como Dos
Veces Breve o El Manglar apuestan por el cómic de autor con mucha calidad al
principio del nuevo siglo. En la actualidad, las revistas de género como
Chtulhu (terror) o El Arca de las
Historietas (fantasía y CiFi) vuelven por sus fueros…
El fenómeno de la financiación de proyectos personales
mediante aportaciones individuales a través de plataformas digitales
(crowfounding creo que se llama este lio) abre la puerta a la publicación y
distribución de materiales novedosos, experimentales o raros que no
encontrarían acomodo en las editoriales convencionales. Cualquiera puede sacar adelante su proyecto
de publicación si es capaz de convencer a amigos, familiares y gente del
gremio. La variedad, si no la cantidad, de materiales en el mundillo del cómic
está hoy más garantizada que nunca.
Por el material que me
facilitaste, se aprecia que al igual que en Argentina, existen muchos autores
de larga trayectoria que puede no sean conocidos –a nivel popular o hacia el
exterior- como cabría suponer. ¿Te parece que es así? Si coincidís ¿por qué te
parece que sucede?
Supongo que por el desplome de la industria nacional del
cómic a finales de los 80. Aún no nos hemos recuperado y dudo que lo hagamos en
mucho tiempo. Si no hay revistas de gran tirada en las que publicar es muy
difícil que la obra de estos autores sea conocida a nivel popular, como antaño
lo eran las historietas de Carlos Giménez, Ibáñez o Jan, por ejemplo. Supongo
que el caso de Argentina será parecido.
Los dibujantes tienen que emigrar al mercado americano o
francés principalmente, y adaptarse a sus normas y sus premisas. Muchos autores
españoles y argentinos han triunfado en el mundo de los superhéroes o en el
cómic francés de género y autor. Nombres como Larroca, Pacheco o Ferry son
conocidos por ser dibujantes de famosos superhéroes americanos; Eduardo Risso
ha creado toda una escuela de cómic de género negro con su 100 Balas. Yo tengo
un recuerdo muy íntimo de Carlos Meglia, como ya sabes. Me parece un autor
irrepetible que nos dejó cuando su carrera artística estaba en pleno
crecimiento. Ellos han mostrado el camino a las nuevas generaciones de
dibujantes y guionistas españoles y argentinos.
Como dibujante
¿preferís trabajar en algún estilo en particular o te adaptas según lo sugiera
el tema? ¿Hay temas que te guste dibujar más que otros? ¿Quiénes son tus
referentes?
Bueno, yo soy un dibujante sin un estilo definido aún. Sí,
ya sé que tengo 51 años pero es lo que hay, sigo probando, sigo buscando. Me
aburro si dibujo igual durante mucho tiempo, tengo que cambiar. Cuando descubro
un nuevo autor que me impresiona me pongo a copiar su estilo sin poder
evitarlo. Me planteo el estilo con el que voy a trabajar cada nueva historia. A
veces me apetece ser muy realista, otras más expresionista o caricaturesco o yo
que sé… He hecho historietas de géneros muy diversos pero tengo especial
predilección por el género negro. Me encantan las historias con suspense, con
personajes al filo de la navaja, ya sabes. Me gusta crear personajes psicológicamente
complejos aunque respondan a un estereotipo inicial: asesino, detective,
psicópata, mafioso, tipo duro…
Mis referentes son muy variados y provienen del mundo del
cómic, claro, pero también de la pintura, la literatura, el cine, la
ilustración, la arquitectura… Risso, Comés, Tardí, Moebius, Meglia, Urasawa,
Luis Durán, Raquel Alzate, Gorey, Fran Carmona, Michael Lark, Frank Miller,
Antonio Maldonado, Victor Cara, Juanma Beltrán, David Caparrós, Carmen
Fernández Agudo, Manara, Hugo Pratt, Hopper, Manuel Martín Cuenca, Frank
Miller, Poe, Lovekraft, Ridley Scott, Hoffman, Pyle, Le Corbusier, Mariano
Barroso, Amenabar… me dejo a muchos, seguro.
Como guionista, al
menos de los trabajos tuyos que leí, abordas temas de ciencia ficción, aventura
pura y de humor con excelentes detalles costumbristas. ¿Prefieres trabajar
temas en particular? ¿Cómo es tu forma de trabajo?
Depende si trabajo sobre una idea personal o una idea o
argumento de otro autor. Con Paco Nájera en “Tartessos”, con Fran Carmona en
las tres historias que hemos hecho juntos (Horizonte Azul, Operación Gorrión y La Oveja Samurai ), con
Antonio Maldonado en “DESEHELE”, o con Rafa Amat “AleS” en “Los 4 fanáticos”,
“Los Vengativos” y “Airon Man”, siempre trabajé sobre una idea previa de estos
autores. En este caso, el guión se convierte en un trabajo en equipo, hay
muchas reuniones, muchas correcciones y muchas discusiones para llegar al texto
definitivo.
Si la idea parte de mi propia inventiva y tiene dimensiones
considerables (“Las Vacaciones del Ángel de la Guarda ”, por ejemplo) suelo
empezar escribiendo notas que luego se convierten en un texto narrativo más o
menos convencional (como un relato o una novela). De ahí paso a dibujar un
story board, si soy yo quién la va a
dibujar, o a escribir un guión técnico con descripciones de viñetas y textos de
apoyo si la va a dibujar otro.
Cuando se trata de historietas cortas, suelo escribir el
guión técnico directamente y dejo mucha libertad al dibujante en la elección de
planos y enfoques. Lo que le doy es más una guía que un auténtico guión. Cuando la historieta corta la dibujo yo mismo
suelo trabajar sin guión técnico, sino con un rápido story board muy básico.
¿Cuántos libros tienes
publicados?
Puf, no sé… Como autor único sólo tengo una novela gráfica
llamada “De perros y jabalíes”. Como guionista para otros dibujantes, otros 6 o
7 libros más, creo, entre álbumes y comic-books. En publicaciones colectivas,
como escritor, guionista o ilustrador, otros cincuenta o más títulos, no sabría
decirte. Llevo mucho en esto pero no he
sido muy prolífico, como ves.
Con dibujos de Rafa Amat y guión de Santiago Girón |
Con dibujos de Rafa Amat y guión de Santiago Girón |
¿Cómo ves hoy el
panorama de la historieta en España?
A nivel industrial y editorial lo veo muy flojo en
comparación con aquellas épocas gloriosas, pero mejor que hace algunos años.
Hay una sensación de que la cosa va a mejorar algo.
A nivel artístico lo veo mejor que nunca. Jamás vi tanto
talento, tanta vocación y dedicación como veo hoy en día. Creo que la cantera
de autores españoles es excelente. Lástima que la mayoría de ellos tenga que
emigrar para poder vivir de su trabajo.
Pàgina de ORISIA, con dibujos de Santiago Girón |
Más trabajos de Santiago se pueden ver en nuestra página Historieta Patagónica
La serie Orisia
Ilustraciones - dibujos
Las vacaciones del Angel de la Guarda. Con guión de Santiago Girón y dibujos de Antonio Maldonado
No hay comentarios:
Publicar un comentario