lunes, 10 de mayo de 2010

Calicomix, nota y Entrevista a JORGE LIMURA

CALICOMIX 2010 (Colombia)


Nota en Comic .ar
Gracias a Andrés Valenzuela y la gente de la revista Comic.ar, por los párrafos en los que se refieren a nosotros (La Duendes - Historieta Patagónica), en la nota sobre fanzines y Blog.




Entrevista: JORGE LIMURA (primera parte)
Continuando la línea de entrevistas a maestros de la historieta y el humor gráfico nacional, de los muy conocidos por los lectores y respetados por sus colegas, hoy es el turno del Jorge Limura, autor de renombre y un estilo sumamente personal, tanto por los textos como por los dibujos. Su obra transitó por las grandes revistas del humor gráfico e historietas, como Tía Vicenta, Tío Landrú, Satiricón, Mengano, Humor, Súperhumor, Humi, El Péndulo, la vieja Fierro, etc.
La primera parte de la entrevista.

Por Alejandro Aguado


Jorge Limura

Orígenes
Tengo 68 años, nací un 29 de septiembre de 1941 a las 6 horas AM en Sarandí, Avellaneda, Provincia de Buenos Aires. Podría decirse que esta insensata hora de romper mi placido letargo de 9 meses para arrojarme de cabeza al ominoso mundo en el que me tocaría vivir, ha dejado rasgos inconfundibles en mi permanente disconformismo y mal carácter consuetudinario. Sigo viviendo en el mismo barrio en el que nací y en el que di mi primer grito de libertad seguido de un coscorrón. Aquí sigo haciendo denodados esfuerzos por describir mi aldea. Ahora estoy metido hasta el cuello en un profundo análisis histórico, social, cultural y económico de por que no nos hacen las cloacas de una buena vez.




El dibujo
En cuanto a por que dibujo, y no toco el violín, soy medico, fabricante de burletes u otra cosa provechosa, creo que las razones son genéticas. Ya que mi padre, un humilde obrero de la construcción y pintor aficionado, consideraba mucho más lógico comprarme una caja de pinturitas que un “Stradivarius”. Aprendí a leer precozmente estimulado por la biblioteca de mi abuelo, un gallego anarquista y las revistas que compraban mis tíos: El Patoruzito, El Tony, Pato Donald, Intervalo, Rico Tipo, etc. Mi voracidad por la lectura era tal, que Dumas, Verne, Víctor Hugo, Salgari, no alcanzaban para saciarla y así fue que el entrecruce de esas múltiples líneas culturales tan definidas, Proudhon y Dante Quinterno, provocaron en mi tierna formación intelectual una profunda y riquísima confusión que solo con el paso de los años pude resolver optando por una forma de pensamiento tal alejado del racionalismo como del conocimiento empírico. De ahí ese carácter dedicadamente poético e insondablemente herméticos de mis textos. Por esa época, decidí abandonar mis intensos estudios científicos en el primer año del industrial y no seguir desoyendo el llamado de las musas que me atraían con sus cantos de sirenas hacia las académicas aulas d los “12 famosos artistas”. Un verdadero coro grafico de talento. Allí comenzó mi verdadera lucha por conseguir el control de los elementos, llámese tinta china, Faber Nº2, goma de borrar Dos Banderas, y todas esas cosas concernientes a la semiótica y la logística del arte.



Fuerte Brigitte, en Súperhumor.

Publicando
Mientras tanto, con digno sudor proletario forjaba virilmente el tenaz hierro patrio, en una oscura Pyme metalúrgica; en la que me hice hombre forjando el tenaz hierro patrio. En esas duras labores trabé fraternal relación con otros hombres, rudos, sabios y sensatos que me enseñaron los posibles caminos hacia una nueva concepción filosófica de la vida, y algunos rudimentos sobre el convenio colectivo de trabajo.
A los 17 años aprovechando un paro de la UOM, me largué a la conquista del centro con el propósito de hacerme presente en la redacción de “Tía Vicenta”. Venciendo sucesivos ataques de pánico fui llegando según el temblor de mis piernas me lo permitieron ante el mismísimo Landru, hombre de gran cordialidad y simpatía, que logro descifrar mi balbuceo y comprender que mi intención era la de ver mis primeros chistes publicados en su revista. Tuvo la generosidad de publicarlos y la generosidad de pagármelos. (sigue)





Fue tan grande la emoción que me produjo el ver mis dibujos en la revista que decidí en ese preciso instante mi futuro de dibujante. Luego vinieron muchos años de trabajo en agencias de publicidad como ilustrador de folletines de revistas femeninas o ilustrador de cuentos infantiles.

Pan Duro
Respecto a Pan Duro que fue uno de los seudónimos que use en Tío Landru y que me pareció apropiado para un mensaje de humor que pretendía ser social y político. Lo tomé prestado de Lorenzo Hervás y Panduro, polígrafo jesuita lingüista y filósofo español de siglo XVIII, ¡Dios me perdone! Mi paso por revistas como Satiricón, Mengano, Humor, etc., fue muy fructífera en el aspecto de que nada mejora tanto el estilo, como el trabajo permanente. También tuve oportunidad de conocer y establecer relaciones amistosas y profesionales con muchos de los notables dibujantes y periodistas que produjeron algunas de las mejores revistas que se hicieron en ese periodo de la Argentina.

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Esquivando la censura
Yo como todos, padecí directa o indirectamente los efectos deletéreos de la censura, ya fuera como reto pedagógico de un jefe de redacción, o una amable advertencia transmitida por un “querido amigo” o expulsión violenta de una redacción, casi al borde de la agresión física. Rechazo de temas, o el máximo atropello, que es la modificación de textos. Este fenómeno me impulsó a buscar un lenguaje elíptico, irónico, sin concesiones ideológicas, que me permitió muchas veces ir más allá de lo tolerado sin ofrecer fáciles excusas para censurarme. De ahí lo que vos definís como un humor “que sale de los cánones” y “que se dispara para los lugares menos pensados”. Puedo asegurarte que ese resultado siempre fue intencional. Me preguntas que significan esos gordos con aspecto porcino, es una simbología funcional al tema por demás, nada nueva. Por otro lado pertenece a necesidades puramente plásticas. Hay veces que uno tiene ganas de dibujar figuras así, “exuberantes”, por puro placer.




Fuerte Brigitte, la Legión extranjera (francesa), pero bien argentina
En cuanto al “Fuerte Brigitte”, nació como sátira al país. No hubo intención de parodiar a “Aquí la legión”. Nació de mis ganas de hacer una historieta y de mi experiencia mucho más amplia para resolver el chiste unitario. Por eso las paginas en si, son un chiste desarrollado en varios cuadros. Ya en la primera página aparece un argentino huyendo del país, de la familia, las deudas, etc. Pidiendo incorporarse a la Legión. La idea de usar el tema de la Legión extranjera arranca de la profunda cultura adquirida en el cine en el que siempre nos han mostrado a ese cuerpo de elite colonial francés como un verdadero resumidero de cuanto delincuente internacional, suelto, y con necesidad de anonimato e impunidad caía por esos lares a enrolarse sin que nadie le preguntara nada de su vida anterior. La soledad de un fuerte en medio de un desierto poblado de mendigos, vendedores ambulantes y representantes de la Banca Internacional que intentaban expropiar desde los camellos a los dátiles lo hacía cada vez mas nuestro. El carácter definitivamente cobarde, oportunista y corrupto del Sargento Dupont, y todos los superiores e inferiores en grado funcionando armónicamente con él, los hacía absolutamente locales y reconocibles para el público argentino. El Fuerte se publicó casi todo en Uruguay y Barcelona.






Tu pregunta: ¿Cómo aborda al humor, cómo lo entiende desde su forma de trabajo? Es una pregunta a la que en general, todos los humoristas le disparan, o resuelven diciendo que no tienen la menor idea. Es bastante probable que así sea. Sin embargo, hay algo incorporado que nos lleva a resolver las cosas en forma casi automática, pero eso no quiere decir, que no nos veamos obligados a tomar cierta distancia critica de los que producimos y darnos a nosotros mismos, alguna vez, una explicación convincente.
En mi caso, debo confesar que antes de concretar el chiste, exploro el tema en todas sus posibilidades de observación. Diríamos que me propongo diversos y a veces encontrados puntos de vista del asunto que en algún momento de su desarrollo pueden armonizar, llevando al lector en una dirección que el supone lógica y poner luego la conclusión en otra vía. Allí se produce una pequeña catástrofe que algunos llaman humor.



Fuerte Brigitte, en Súperhumor.

La entrevista continúa en un próximo post

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelentes los artículos sobre Viuti y Limura!

Luis (sonsrisasargentinas.blogspot.com)