El diario
Clarín de Buenos Aires quedó en la historia de la historieta argentina cuando
en los años ’70 modificó su contratapa, en la que publicaban tiras y viñetas de
humor. Todos los trabajos eran de autores nacionales. Desde entonces los
lectores comenzaron a leerlo por la contratapa.
Lo que se
obvió es que algo similar ocurría en medios gráficos de las provincias de todo
el país. Uno de muchos ejemplos lo protagonizó el diario Crónica de Comodoro
Rivadavia (abarcaba el sur de Chubut y norte de Santa Cruz). Los trabajos
convocantes eran viñetas unitarias de humor que abordaban temas de la
actualidad. Entre 1968 y principios de 1973 Roberto Guerrero publicó el
personaje “Viento Lindo”. Aparecía en la tapa del diario. Continuó
dibujándolo hasta 1976 en El Patagónico, la competencia de Crónica. Viento
Lindo, en su aspecto, se asemejaba a Patoruzú, muy de moda por aquella época. Al
ser un personaje publicado en un diario regional debía tener anclaje con la
zona. Resultaba lógico que eligieran un tehuelche como personaje, uno de los
habitantes originales de la región. El dibujo humorístico de Guerrero era
sintético y muy estilizado. Era el acorde para el espacio que le brindaba una
viñeta (un solo cuadro diario), en que debía editorializar sobre un tema de
actualidad. El autor dejó de realizarlo cuando se mudó a otra ciudad, situada
en la cordillera de los Andes. El personaje gozó de gran popularidad.
En 1980 el
ingeniero Osvaldo Mosconi presentó en Crónica la idea de desarrollar un
personaje humorístico que cubriera el vacío que había dejado Viento Lindo.
Probaron diferentes diseños hasta que aceptaron uno caracterizado como un hincha
de fútbol. Para la versión definitiva introdujeron cambios en la vestimenta con
la finalidad de abarcar a un sector más amplio de la población. Lo vistieron
con un mameluco de trabajo, pero al estilo norteamericano. En vez de ser entero
lleva los hombros descubiertos, como si fuera una jardinera. Remitía a un
“laburante”, a alguien del pueblo. El 13 de diciembre de 1980 el diario lanzó
un concurso para que los lectores eligieran el nombre al personaje. La
publicidad invitaba: “Piense un nombre y mándelo a Crónica! Gánese… Un millón
de pesos Ley”. El ganador fue “Agapito” y para fin de mes se comenzó a
publicar. En 1981 se sumó un perrito. La presencia de dos personajes enriqueció
la viñeta y fue tan buena la repercusión que en febrero de 1982 se rebautizó
como “Agapito y Pulga”. Abordando temas en tono crítico e irónico, el dúo tuvo gran
aceptación. Era común que, al igual como sucedía en Clarín, los lectores se
dirigieran de inmediato a la viñeta para ver qué tema trataba.
Viento Lindo en 1968 |
La viñeta
resultó un registro de las problemáticas de la región y sus principales
protagonistas. Entre Viento Lindo y Agapito y Pulga existió continuidad en las
temáticas que abordaron. Al analizar las viñetas resulta un tanto perturbador
verificar cómo son las mismas desde hace 60 años. Por ejemplo, los cortes de
agua y las roturas del acueducto que surte a Comodoro Rivadavia – Rada Tilly y
Caleta Olivia (Santa Cruz). La periódica falta de presupuesto, problemas de infraestructura
e insumos del Hospital regional. Lo dibujaba como un elefante blanco, raquítico
y lastimado. El desastroso estado de calles y rutas. La temática vial, en lugar
de resolverse, empeoró con una ciudad colapsada. Los movimientos de suelo del
cerro Chenque. La falta de viviendas y tierras para edificar. Los problemas relacionados
con el suministro de servicios. Los políticos y las sucesivas crisis económicas
y sociales también fueron recurrentes. El único tema que dejó de citarse fue el
de la extensión del puerto de la ciudad, que estaba inconcluso desde hacía
décadas. Terminarlo era uno de los temas de campaña de los políticos. A
principios de los ’90 un gobernador encaró la obra y la concluyó. Ya no pudieron
utilizarlo para las campañas. El fútbol fue otro de los temas que tuvo amplia
presencia.
Se
publicaba en una página dedicada a tiras y viñetas de humor gráfico. Compartía
espacio con personajes como Mafalda de Quino, Fabian Leyes de Rapela, De la
crónica diaria de Dobal, Vida diaria de Sendra, chistes de Basurto y diversos
títulos que fueron sucediéndose. La última incorporación de impacto fue el
personaje de origen chileno Condorito. Agapito y Pulga le dieron la bienvenida
en una viñeta. Todas las tiras eran compradas a agencias que abastecían a los
diarios de las provincias. El dúo era el principal convocante de la página.
La
repercusión se la percibía en la vida cotidiana de la ciudad. En comercios,
talleres mecánicos o en oficinas de instituciones se podían ver viñetas
recortadas del diario y pegadas en vitrinas, escritorios, muebles y paredes.
Agapito y Pulga protagonizaban murales dispuestos por toda la ciudad o bien
algunos comercios llevaron sus nombres. En uno de los festejos de primavera realizados
por los colegios secundarios, una carroza presentó a los muñecos de los
personajes hechos en tamaño gigante. El talentoso escultor José Calico los
inmortalizó con una escultura de hierro.
El autor
trató de pasar desapercibido, desdibujándose en el alias de Pelayo. Pero la repercusión
de su creación terminó por hacer público que el autor era el ingeniero Mosconi,
un docente universitario. Desde los medios de comunicación lo entrevistan con
frecuencia.
En el año 2003 el autor publicó un libro con una
selección de viñetas comprendidas entre los años 1980 y 1991. Se llamó
“Agapito, Pulga y el nacimiento de una irónica crítica”. En una edición de la
Feria del Libro de Comodoro Rivadavia, en un stand de la editora La Duendes, en
el que compartimos espacio con el escritor Hugo Covaro, lo tuvimos a la venta.
Resultaba muy impactante cómo lo buscaban los lectores, se vendía de forma
incesante. Hoy está agotado.
La página de humor e historieta del diario Crónica (Chubut y Santa Cruz) en 1988. |
A Guerrero
lo busqué y entreviste en El Bolsón, donde tenía una vidriería. Lo gratificó saber
que lo recordaban. Me facilitó trabajos nuevos para publicar en “El Espejo. De
los dibujantes del sur”, publicación que por entonces coordinaba en el diario
Crónica. Nos mantuvimos en contacto durante algún tiempo.
Mosconi,
con motivo de una campaña política para unas elecciones en 1995, junto a
Agapito y Pulga incluyó a Condorito y a mi personaje Chiri Von Fiesta (se
publicaba en el suplemento joven Aerosol, del diario Crónica). El motivo fue
satirizar la campaña real con el ficticio “Partido Humorista Unido”. Fue una
muy grata sorpresa y en cierto modo un reconocimiento a la repercusión que
tenía mi personaje. Siempre le estaré agradecido. En el año 2019 pude
retribuirle la gentileza. Realicé la ilustración para la gráfica de la Feria
Internacional del Libro de Comodoro Rivadavia. Los protagonistas fueron los
personajes de historietas y humor que vivieron en los diarios regionales desde
los años ‘60. Entre ellos estaban Viento Lindo y Agapito y Pulga.
Agapito y Pulga y mi personaje Chiri Von Fiesta, en 1995. |
El padre de
Agapito y Pulga falleció el 27 de julio de 2012 en un accidente
automovilístico. Cuando la gente siente como propios a los seres de tinta y
papel pareciera que toman vida, que fueran de carne y hueso. Con la partida del
autor, la región también perdió a dos amigos entrañables.
Lamentablemente,
en una costumbre que se acentúa con los años, de valorar lo foráneo e ignorar
los talentos locales, desde las instituciones pertinentes no se le realizó a
los personajes y a su autor el reconocimiento debido. Desde hace años una
escultura de gran tamaño debería recordarlos dispuesta en algún sitio de
importancia de la ciudad. Fueron personajes/personalidades ilustres y merecen
ser recordados. También son parte de la historia de la historieta nacional.
Alejandro Aguado
Una de las imágenes de la gráfica para la Feria Internacional del Libro de Comodoro Rivadavia, en 2019. |