lunes, 20 de marzo de 2017

MARTHA BARNES La primera dama de la historieta argentina. Por Germán Cáceres

de Marcelo Bukavec con la colaboración de Felipe R. Ávila

(Los libros de Rebrote, Buenos Aires, 2016, 110 páginas)




Este ensayo propone un enfoque cálido y emotivo: se nota que surgió a través de charlas entre Martha Barnes y los autores –que también son historietistas – tomando café con medialunas en algún bar de Caballito o en el living de la casa de ella, como se señala en las últimas páginas. Asimismo hay numerosas fotos desde que era una beba hasta nuestros días. No obstante este acercamiento nada solemne, Bukavec y Ávila han realizado un exhaustivo trabajo de investigación empleando una prosa segura y elegante. Da placer leer el trabajo porque, además de informar sobre la trayectoria artística de la dibujante, constituye una historia de vida.


Las páginas del libro tienen una diagramación muy particular, con líneas rectas en su interior que se cruzan formando rectángulos, como si la editorial se hubiese inspirado en la obra del pintor Piet Mondrian.
A Martha Barnes, mientras estudiaba en la Academia Nacional de Cuyo, los profesores le decían acerca de su pasión por las historietas “que eso no era arte”/ “no es profesión para mujeres”. Hoy en día nadie se animaría a emitir estas opiniones aunque las piensen en su intimidad.


Bukavec y Ávila destacan la belleza y delicada sensualidad que exhiben sus dibujos de mujeres, como su destreza para representar los gestos de los personajes mostrando sus sentimientos. También sobresale en el dibujo de animales y en las magníficas ilustraciones para chicos. “…su capacidad abierta siempre a nuevos conceptos, texturas, formas de encuadre…” /”Por ejemplo: Martha ´rompe´ la hoja, las figuras escapan. Es decir: diagrama siguiendo la premisa de dibujar dentro de los cuadritos y armar la secuencia, pero ella deja que algunos personajes se salgan del cuadro…” y “…terminan como envolviendo el centro de la escena…” El libro trae numerosas páginas con imágenes de sus creaciones.


Marta Barnes trabajó como ilustradora de las más importantes editoriales argentinas. Colaboró en el suplemento infantil del diario La Nación y graficó historietas para Europa, Australia y Estados Unidos. Fue también actriz de teatro y participó en el programa televisivo Telecirco de los Domingos, en el que realizó dibujos en vivo. Entre otras distinciones, la Biblioteca Nacional y la CONABIP le otorgaron en 2012 un reconocimiento por su contribución a la Historieta argentina.


En la entrevista que le hacen los responsables del texto, Martha Barnes manifiesta que la profesión de historietista “Es una manera de vivir distintas vidas, es como actuar”, y proclama su admiración por el dibujo animado en 3 D.
.No hay mejor forma de concluir esta nota que con una frase de otro grande, Quique Alcatena, sobre la obra de la homenajeada: “…detenerse en la exquisita labor que vuelca en cada página es gratificarse con la vida y emoción de sus figuras, la elegancia y soltura de su entintado, la clara y a la vez compleja diagramación (que nunca, nunca, distrae del hilo de la narración)”.


Martha Barnes/ La primera dama de la historieta argentina no puede faltar en ninguna biblioteca de un amante del género.
  


Germán Cáceres

lunes, 13 de marzo de 2017

AMULETO de Kazu Kibuishi, por Germán Cáceres

(La Editorial Común, Buenos Aires, 2016)
Libro uno: «El guardián de la piedra» (192 páginas)
Libros dos: «La maldición del guardián de la piedra» (224 páginas)




El dibujante César Da Col sostiene que si una historieta para chicos es buena, gusta a toda la familia y da como ejemplos a Asterix el Galo y Las aventuras de Tintín.
Es el caso Amuleto, cuyo guión posee un poder hipnótico sobre el lector, que una vez que empieza la novela gráfica se obsesiona con su historia y permanece ajeno a la vida que está transcurriendo a su alrededor.


El plan de trabajo de Kibuishi (nació en Japón en 1978 y se mudó a los Estados Unidos en 1982) consta de nueve libros, de los cuales ya se publicaron unos siete tomos desde 2007 y en 2016 fueron editados en español los que se comentan en la presente nota. El consagrado historietista japonés también se hizo famoso porque en 2013 le confiaron las ilustraciones de las nuevas tapas de la saga de Harry Potter.


Su historieta debe mucho a íconos como El señor se los anillos, Matrix y Star Wars. De esta última particularmente recrea el mundo de robots al estilo de R2-DR (entre nosotros “Arturito”), pero haciéndolos más antropomorfizados, como los casos de Miskit, Cossley, Morrie, Ruby, Botella y Teodoro, a quienes se los ve actuar y se los aprecia como auténticos seres humanos.


La fantasía de Kazu Kibuishi carece de límites e imagina el extraño mundo paralelo de Alledia por el que debe desplazarse la heroína Emily Hayes con su hermano Navin para salvarle la vida a su mamá y adquirir gracias a un mágico amuleto (la llamada piedra) un superpoder glorioso.
Y de este modo desfilan monstruos increíbles como un pulpo gigantesco y gelatinoso, caracoles con ojos, elfos, casas de piedra que pueden caminar, la ciudad portuaria de Kanalis en la que una maldición provoca que los pobladores parezcan animales, árboles pensadores y parlantes, anteriores guardianes de la piedra que se convirtieron en colosos monstruosos. Y –como diría Cortázar – el Bestiario continúa.


En cuanto a la gráfica, asombra el virtuosismo y la audacia de Kibuishi. Su dibujo humorístico es simpático, tanto en la creación de personajes como en la representación de objetos, paisajes e interiores. Su composición de página presenta cuadritos de diferentes formas, ángulos y planos ensamblados con suma originalidad. Hay viñetas de página entera que son ilustraciones hermosas y dignas de figurar en una galería de arte. Sus globos adquieren diversas formas adecuándose a la situación de la trama: es frecuente su funcional encadenamiento. Las escenas de acción –por ejemplo los combates de un insólito avión – son increíbles por su dinámica, a la que contribuye la variedad de imaginativas onomatopeyas. Y el colorido recorre infinidad de gamas, todas ellas brindando auténticos ejemplos de belleza visual y una atmósfera de misterio.
No queda otro camino que recurrir a un lugar común: Amuleto es una excepcional novela gráfica para toda la familia.





Germán Cáceres