(Doedytores,
Buenos Aires, 2011, 96 páginas)
En cierto modo puede
decirse que propone una reformulación contemporánea de El extraño caso del Doctor Jekyll y Mr. Hyde (1868), de Robert
Louis Stevenson.
Miranda Vidal
debe consultar a una psiquiatra porque sufre de doble personalidad: ella es una
dibujante de ilustraciones infantiles que viste y actúa con excesiva formalidad
y, de repente, y sin tener conciencia de ello, se transforma en la liberada
Sasha, que usa ropas excitantes y no le escapa ni a la bebida ni al sexo: su
perfil es cercano al de Lisbeth Salander, la heroína de la trilogía Millennium (2005/2007), de Stieg Larsson.
“En casi toda la obra de Carlos Trillo (pensemos en Sarna, El síndrome Guastavino y Bolita) el sexo cumple un rol decisivo…” sostiene Lautaro Ortiz en
el excelente prólogo de esta novela gráfica. El guionista arma un complicado
rompecabezas, pero sale airoso enlazando convincentemente todos los cabos sueltos.
Además, reproduce el habla cotidiana y desinhibida de la gente joven, sobre
todo la que está al borde de cierta marginalidad social. No apela a textos
superiores ni inferiores, sino sólo a diálogos y a las reflexiones de la
protagonista. Esta historia perturbadora, en la cual rige la ambigüedad y
campea el lesbianismo y la prostitución, gira en torno a la filmación de una
película porno con un asesinato (snuff).
La historieta
visualmente resulta encantadora: “Lucas Varela es de los más importantes
dibujantes de los últimos años.”, afirma Ortiz, y en los tramos de viñetas
mudas la narración se torna fascinante. En su trazo personal y moderno convoca
al humor gráfico y al cine de animación. El estupendo diseño de página varía en
forma constante y no se repite. La coloración arranca de un bordó naranja hasta
distintas gradaciones de tonos que llegan al blanco puro y utiliza aplicaciones
planas de valores bajos que otorgan a la historieta un clima de irrealidad. Por
su sencillez y claridad da la sensación
de que el artista hubiera abrevado en la escuela del cómic franco-belga.
El libro trae un
“Bonus”, que es el plot de Los lindos con seis páginas de muestra,
un proyecto del binomio que debió interrumpirse por el fallecimiento de CarlosTrillo en 2011. La propuesta del guionista era muy imaginativa y trataba en
esencia del anhelo de juventud que en la actualidad desvela a los seres
humanos. Las imágenes de Lucas Varela son impactantes.
El lector
encontrará en Sasha despierta un
final inesperado y audaz.
Germán Cáceres
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