Judith Gociol es
periodista cultural especializada en historieta. Desde ese campo realiza una
muy importante labor de estudio, rescate y difusión de la historieta argentina,
tanto desde el ámbito editorial como desde instituciones del Estado nacional. A
diferencia de los que sucedía hasta no hace más de una década atrás, ella y los
colegas con los que trabaja, la abordan enfocándose en todo el territorio
argentino, con una visión realmente federal. En ese sentido están cubriendo un
vacío y deuda que presentaban estudios y emprendimientos previos.
Es la coautora
de un libro clave e enciclopédico (por la magnitud) “La historieta argentina.
Una historia”. Asimismo, es una de las responsables de la muestra y libro “Nos
tocó hacer reir” que aborda la historieta nacional en su conjunto y se conformó
para ser presentada en la Feria
del libro de Frankfurt, Alemanía, con motivo del Bicentenario argentino.
Muestra que luego fue ampliada y presentada en varias ciudades del país y el
exterior (Brasil).
Su labor más
reciente, desde la
Biblioteca Nacional , está centrada en la conformación de una
biblioteca de historieta argentina editada en todo el país, al igual que
eventos y publicaciones de rescate.
Sos periodista
cultural y llevás bastante tiempo dedicada a trabajar sobre la historieta
argentina. ¿Cómo, cuándo y por qué comenzaste a dedicarte a investigar sobre la
historieta?
La primera nota que
hice, cuando todavía estudiaba periodismo, fue para la revista Todo es Historia y era sobre historieta. De
la revista nos pidieron un sumario con notas y a nosotros se nos ocurrió que
podíamos ver cómo la historia se reflejaba en la historieta y nos la aceptaron. Ese fue el germen de todo.
En el año 2000,
junto a Diego Rosemberg publicaste el libro “La historieta
argentina. Una historia”, lo que sería una obra monumental por el volumen de
investigación y si se quiere el tamaño del libro. Hoy es un libro de referencia
ineludible. ¿Cómo fue realizar este trabajo y qué lo motivó?
Propusimos el
libro a Ediciones de la Flor porque yo ya venía
trabajando con ellos en algunos textos ligados a la historieta (el prólogo de
Toda Mafalda, los textos introductorios a Todo Boogie y 20 años con Inodoro
Pereyra, ambos de Roberto
Fontanarrosa) y en ese camino de consultar bibliografía me dí cuenta que
historia de la historieta argentina más abarcativa que estaba publicada,
la realizada por Carlos Trillo y Guillermo
Saccomanno, había sido publicada un par de décadas antes y. por lo tanto, no
abarcaba fenómenos muy importantes (empezando por ellos mismos) que
hacían a la historia del género. Entonces le propusimos a Daniel Divinsky actualizar esa historia, y lo hicimos
con otra estructura para no repetir –justamente- la de Saccomanno/Trillo. Ahora también
habría que actualizar nuestro libro. Cuando lo escribimos estaba en una de esas
“mesetas” que tiene el género y no da cuenta de lo mucho, en cantidad y
calidad, que se hizo después de los 90, tanto dentro como fuera del país.
Mostrar lo que se hizo lejos de la
Capital es otra de nuestras deudas pendientes
Tapa del libro - catálogo "Nos tocó hacer reir"
Si mal no tengo
entendido, fuiste la promotora y curadora de la muestra y el libro “Nos tocó
hacer reir”, que se presentó en la
Feria del libro de Frankfurt, Alemania, con motivos del
Bicentenario argentino. ¿Cómo fue realizar este trabajo y qué repercusión tuvo?
Nos tocó hacer
reir nació a pedido de la Cancillería. No fue un proceso fácil en su realización
(que no llevé yo sola adelante sino con el diseñador gráfico Christian Argiz y la diseñadora de montaje María Paula Doberti con los que armamos un buen equipo)
pero que ha dado muchos frutos porque sin que nos lo propusiéramos la muestra
empezó a rodar, de un lado a otro, sin buscarlo y eso nos pareció un acto de
justicia: que aunque fuera pensada para Alemania estuviera luego en la Argentina y no sólo en la Capital sino en Rosario, La Plata y otros espacios.
"Nos tocó hacer reir" en La Plata, anexo Malvinas
En 2011 la
muestra fue ampliada con el anexo dedicado a historietas sobre Malvinas. ¿Qué
repercusión tuvo esta muestra?
Ese anexo fue
sumado a propósito de los 30 años de Malvinas y fue interesante porque da
cuenta de lo que se ha producido desde entonces. NI para la historieta ni para
el humor gráfico ha sido simple –y no les aún hoy- tocar un tema todavía socialmente
muy sensible y poco (y mal) elaborado colectivamente.
"Nos tocó hacer reir" en Brasil |
Desde hace un
tiempo también estás formando en la Biblioteca
Nacional una biblioteca dedicada
a la historieta argentina. ¿Cómo nació este proyecto y en qué etapa se
encuentra?
El proyecto lo
propusimos José María Gutiérrez y yo a Horacio
González y el director aceptó que
se generara un espacio dedicado a la historieta y el humor gráfico argentinos
en la Biblioteca Nacional.
Así que desde principio de año
avanzamos en la reunión de material (libros, revistas, fotos, originales,
bocetos), en la preparación de una muestra en homenaje a Carlos Trillo y otra a Calé y en la
publicación de dos libros: la reedición del Fausto, ilustrado por Oski, junto
con EUDEBA y la edición de una de las primeras historietas nacionales,
Aventuras de un matrimonio sin bautizar, a instancias de Federico Reggiani y Roberto Mutinelli
Algo que
destacaría como una valor extra a este proyecto que estás llevando adelante, es
que lo están encarando de forma muy federal, ya que tiene en cuenta a las
publicaciones y autores del llamado “interior” del país, cuando lo acostumbrado
siempre fue no tenerlos muy presentes. Digo esto porque cuando generalmente se
habla de “historieta argentina”, al menos hasta principios del siglo XXI, se
refiere a la publicada en Buenos Aires, la que luego se diferencia de la de
otros lugares del país.
¿Por qué lo
encaraste de este modo, más amplio al acostumbrado?
Es que yo misma
cometí ese error del que me avergüenzo así que trato de ir reparándolo en la
medida en que puedo, dónde y cómo voy pudiendo. Ahora que las comunicaciones y
las tecnologías acortan algunas distancias, no tengo –ni tenemos- excusas para
no hacerlo.
Desde La Duendes , como editora de
historietas que funciona desde Patagonia (desde el llamado “interior”), valoramos
y agradecemos la tarea que Judith Gociol realiza junto a sus colegas, ya que desde
2010 nos integró tanto en la muestra-libro “Nos tocó hacer reir”, como en la
biblioteca que se está conformando desde la Biblioteca Nacional.
Hoy, en esta biblioteca, se pueden
encontrar tanto los 40 títulos de La
Duendes actual, como las viejas publicaciones que editamos en
los años 90, cuando éramos “La
Duendes del sur” y “El Espejo. De los dibujantes del sur”,
como así también publicaciones independientes de Patagonia de los años 90.
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