martes, 13 de marzo de 2012

PETER KAMPF LO SABÍA de Carlos Trillo y Domingo Mandrafina

(ojodepez!editor, Buenos Aires, 2011, 64 páginas)


Por Germán Cáceres

El libro comienza con un lúcido prólogo (“Al Hit, historietista”) de Pablo De Santis, en el cual se refiere a varias ucronías sobre Adolfo Hitler. Es sabido que la ucronía es un subgénero de la ciencia ficción que se plantea imaginar una realidad histórica alternativa, por ejemplo, ¿qué hubiera pasado si las potencias del Eje hubiesen vencido en la Segunda Guerra Mundial?, como propone la clásica El hombre en el castillo (1962), de Philip K. Dick. Las que cita De Santis son: la El testigo ocular (1938), de Ernst Weiss, en la cual el Gran Dictador queda ciego y un oftalmólogo lo cura; Buena puntería (1982), de Kurt Vonnegut, donde es un pintor que está por morir, le compran un cuadro y se salva; Mein Kampf (1987), del dramaturgo George Tabori, estrenada con gran éxito en la Argentina, que presenta a un judío que lo ayuda y alimenta porque se encuentra desamparado; (sigue)



El sueño de hierro (1972), de Norman Spinrad, que lo muestra como un autor de ciencia ficción que escribe una novela en la que una supuesta raza superior conquista el universo. Por último, De Santis se sumerge en la creación del dúo Trillo-Mandrafina (al que se debe Husmeante y Piñón Fijo, entre otras maravillas), Peter Kampf lo sabía (de 1987 y publicada en 1988), en la que se comenta que en el período marzo a noviembre de 1928 se publicó en el Daily News una historieta filonazi que firmaba un tal Al Hit (seudónimo de Afolfo Hitler), y un editor francés de comics, Paul Laudic, viaja a los Estados Unidos en la década del cincuenta para localizarla, ya que sólo quedan de ella unas pocas tiras aisladas.

Pero el editor se topa con un país carcomido por el supremacismo blanco, en el cual John Wayne se postula para presidente y Joseph Goebbels dirige la poderosa empresa de publicidad encargada de su campaña. Y De Santis señala que Peter Kampf lo sabía... pertenece a las historietas más complejas y elaboradas del comic contemporáneo, aquellas en que la ficción se mira a sí misma y logra hablar sobre el peso de las ficciones en el mundo real”.



Además del citado prólogo, hay otros dos notables artículos. Uno, firmado por Javier Benyo -“Peter Kampf: La historieta como profecía”-, hace hincapié en los aspectos políticos que porta el género y que no pueden menos que inquietar al lector, señalando cómo la industria cultural se hace muchas veces cómplice del poder reaccionario. Y aclara que en 1987, con esta historieta, Trillo y Mandrafina pronosticaron el belicismo imperial de la era Bush. En el otro, “Los héroes están cansados”, Fabio Blanco aconseja desconfiar de las noticias de los medios de comunicación y de los contenidos de las historietas, los cuales no pocas veces alientan un conformismo portador de ideologías retrogradas. Blanco menciona que esos “aventureros rubios se topaban con chicas hermosas que necesitan ser rescatadas” y menciona una advertencia de Trillo que apareció en el Nº 1 de Superhumor: “¿No se aburren estos héroes que son como empleados bancarios condenados a la repetición incesante? (...) Creo que hay que cambiar un poquito. Y contar otras cosas”.




Y ahora sólo resta hablar directamente de ese portento del noveno arte que es Peter Kampf lo sabía, que toma el título de un exitosos radioteatro policial de los años cuarenta, Peter Fox lo sabía.

El dibujo de Mandrafina es clásico y desarrolla un exquisito despliegue de blancos y negros plenos –muy en la onda del Alex Raymod de Rip Kirby y el Milton Caniff de Steve Canyon-, el cual es interrumpido, como una suerte de ornato, por el traje a rayas finas de Paul Laudic, el editor francés. Mandrafina también se luce en los planos detalle de las manos de los personajes y en los primores de algunas escenas nocturnas. Y, sobre todo, en la concepción de la bella y sensual colombiana Karin Milas, de hermoso cuerpo, mirada excitante y labios carnosos, ante la cual el lector masculino no puede menos que quedar impresionado.




No hay en la historieta enfoques espectaculares, sino un inteligente trabajo de planos que favorecen la narratividad.

Como moderno y sagaz guionista, Carlos Trillo no emplea textos explicativos y hace que los mismos aparezcan con naturalidad en los diálogos de los personajes, de manera de conservar el pulso narrativo y la magia de la ficción. Otro de sus hallazgos –más allá de la genial ucronía que urde- es presentar a una pareja despareja, ya que el editor francés está obsesionado por encontrar la historieta perdida en tanto la escultural colombiana no deja de sugerirle que más le interesa el placer. Sin embargo, Karin conoce a un joven y apuesto periodista, Steve Traven, que aparenta ser todo un seductor, pero, curiosamente, termina buscando con afán la historieta de Al Hit.

La acción se relata a través de un montaje paralelo en que Paul investiga por un lado y Karin junto a Steve, por otro. Las tiras que van hallando funcionan como una suerte de leitmotiv y asimismo como un hipertexto. La última viñeta de la historieta muestra cómo los Estados Unidos se han convertido en una nación fascista en los años cincuenta. Se dice que las grandes hecatombes históricas obligan a asumir un compromiso, y aquí Paul opta por el colaboracionismo, la rebelde Karin es deportada al llamado “patio trasero” y Steve, perdidamente enamorado, decide acompañarla en su destino. En suma, a pesar del horror, triunfa el amor.



Como bonus final, el libro concluye con una historieta de seis páginas, Los héroes están cansados, en la que Trillo, acompañado por un inspiradísimo Mandrafina que brilla con las viñetas mudas y una planificación excepcional, se da el gusto de desarrollar las ideas que expuso en Superhumor.

Peter Kampf lo sabía homenajea la historieta porque en todo momento se alude a tiras famosas y a sus creadores, mientras que Los héroes están cansados lo hace con el cine al tener el protagonista los rasgos de Humphrey Bogart y los cuadritos un ritmo propio de un montaje cinematográfico.

Germán Cáceres

2 comentarios:

tristan dijo...

Muy interesante... muy muy interesante.

Saludos.

El Almacen Secreto dijo...

Ojala nos llegue este comic a España.Te sigo y creo que tienes un blog muy interesante.Ademas estoy aprendiendo bastante de la historieta argentina......pero este de Trillo,lo tengo que conseguir