(La Duendes
editora, Comodoro Rivadavia, 2014, 108 páginas)
Es
una historieta de pura acción en la que se da información por etapas con el
propósito de crear intriga y suspenso.
Se sabe que ha ocurrido una gran inundación que hace imposible transitar por la
ciudad de Concordia (Entre Ríos) y sus zonas adyacentes. Luego se asiste a la
amenaza que presentan las ruinas del mítico Castillo de San Carlos, en el
Parque que lleva su nombre, ya que allí se encuentra una planta en la cual se
procesa plutonio con fines bélicos. Hay violencia, asesinatos, ataques del
ejército y de grupos armados, y la población resulta víctima de una grave
contaminación.
Daniel
Mendoza es un dotado dibujante, fuertemente influido por el realismo. El contraste
de blancos y negros plenos es contundente y presenta una potente belleza
gráfica.
Un
ejemplo lo constituye la tapa, que muestra los rasgos duros de un personaje,
como si fuera piedra esculpida a martillazos. El fondo oscuro favorece la
impresión de un rostro tallado e iluminado por una fuente de luz.
Esta
novela gráfica contiene numerosas muestras de virtuosismo. Así, en las primeras
páginas brilla un estupendo montaje de planos que registra un accidente en una
ruta. Los cuadritos adquieren formas caprichosas, más aún, algunos se liberan
por completo de sus marcos e irrumpen en los globos que los rodean. Además, el
artista utiliza con frecuencia los diálogos encadenados.
Se
destacan magníficas composiciones, pero su estética y originalidad no entorpece
la narratividad de la obra, que asimismo apela a todo tipo de planos y a cuadritos de página entera.
En
algunas escenas se eliminan los fondos, recurso que otorga mayor dramatismo,
convicción y vida interior a las vivencias de los personajes.
A
partir de la mitad de la historieta una larga secuencia de extremo movimiento está
representada con cuadros mudos de diferentes formatos. Aumenta la audacia y la
destreza del dibujo con el empleo de tomas en picada y en contrapicada.
El
periodista cultural Carlos Rodríguez sostiene en el Prólogo que El Despertar: “Narrado con verdadero
ritmo cinematográfico, es un opus potente que juega con la magia de la
fantasía…”
Daniel
Eduardo Mendoza (Concordia, Entre Ríos, 1980) estudió con el maestro Oswal en la
escuela de Garaycochea y ha publicado en editoriales de la Argentina (La Duendes , Loco Rabia, Agua
negra, Random House Mondadori, y la revista Fierro),
de España (Tiempo de héroes-Norma editorial) y en Estados Unidos (Visionary
Comics).
Germán Cáceres
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