SU DIFUSIÓN ACTUAL POR MEDIO DE ENTORNOS
VIRTUALES.
Por Germán Cáceres
Nota: El siguiente
texto fue escrito para ser expuesto en el festival Historietas al sur del sur,
realizado entre el 5 y 7 de octubre en Comodoro Rivadavia.
Acorde
con el título de esta charla, voy a afirmar un hecho conocido por todos: la
historieta argentina tuvo una participación fundamental en la evolución del
género. En esta conversación que mantendré con Uds. irán surgiendo muchos
nombres, pero hay uno que no puede faltar, Oesterheld, y la manera más idónea
para referirse a su obra es recurrir a la opinión de Alberto Breccia, otra
figura internacional: “En su conjunto es insuperable (...) fue un hombre que
marcó la historieta, y ésta es antes y después de él porque la revolucionó a
nivel mundial”.
Pero
quisiera intercambiar ideas sobre una cuestión que más que preocuparme, me
intriga: ¿hacia dónde se encamina la historieta, tanto la de nuestro país como
la extranjera?
Dibujos de D`Adderio |
Primero
induciré a la nostalgia al mostrar dos trabajos, uno de Hugo D´Adderio y otro
de Ernesto García Seijas. El de D´Adderio está ejecutado con la técnica
“del lavado”, una variedad de la aguada. Lo que se puede afirmar es que estas
historietas que enfatizan una gráfica preciosista ya no se repetirán. Hoy
también se dibuja dentro del realismo, pero éste posee un sello peculiar dado
por la continua experimentación que atravesó el género.
A
continuación expondré un dibujo que apareció el año pasado en un fanzine que
se distribuyó en uno de los tantos festivales que se organizan en Buenos Aires.
Su autor parece haberlo firmado como brrzip/2. Observarán que prácticamente es
un cuadro no figurativo más que una viñeta de historieta.
brrzip/2 |
Mnady Rilley, de Ray Collins y García Seijas |
Sin
embargo, corresponde aclarar que este tipo de exploración formal no nació
ahora, de manera espontánea, sino que viene de lejos, de los años sesenta, de
la estética del underground comix, una de cuyas máximas figuras, Robert Crumb, creó historietas como El
Gato Fritz y Mr. Natural. Era un estilo que apelaba a la deformidad,
a una representación de la realidad grotesca, impregnada de feísmo. A eso se
sumaba su provocación y un desparpajo sexual que no reconocía límites.
Cuestionaba las convenciones sociales y formaba parte de la contracultura.
Crumb |
Estas expresiones revulsivas no hacían otra cosa que transmitir la terrible
angustia y soledad que padecía el ser humano ante la época que le tocaba vivir.
A ello se le agregó la ultraviolencia, la cual es protagonista en otro ámbito
influyente, el cine oriental, del que abrevó el destacado cineasta
norteamericano Quentin Tarantino. Y dado que estamos hablando de cine,
señalemos el curioso periplo que transitó el género de terror, que empezó por
suscitar miedo, se inclinó luego hacia las sensaciones de asco con El
exorcista (1973), de William Friedkin, y más tarde se plegó a la crueldad
morbosa y a los personajes psicópatas con los italianos Mario Bava y Dario
Argento, modalidad que el cine independiente llevó a tal exageración que ahora
es un género de humor: los jóvenes ven estos filmes con entusiasmo y admiración
a la vez que se ríen a carcajadas.
Muchas
de estas expresiones se vehiculizaron a través de fanzines, revistas de
aficionados en las que el responsable era a la vez el dibujante, el director,
el guionista, el editor, el distribuidor, todo al mismo tiempo. Cuando éstas
adquirían cierta solidez por los recursos empleados y su afán profesional, se
llamaban prozines.
En
la Argentina
siempre proliferó este tipo de publicaciones y hubo tres prozines que
hicieron furor de la mano de la vanguardia: Lápiz Japonés, El Tripero y ¡Suéltenme!. La
crítica de arte Ana María Battistozzi sostiene que El Tripero alude
“alternativamente a las vanguardias geométricas o al cine expresionista
alemán”. Pero si nos acercamos más a nuestro país y al nombrado Alberto Breccia, veremos que él también
en las décadas del setenta y del ochenta se acercaba a una osada figuración
plástica. Miren este dibujo para la adaptación del cuento “William Wilson”, de
Edgar Poe, con guión de Saccomanno.
Alberto Breccia |
Otro
puntal fue la dupla formada por José Muñoz en dibujo y Carlos Sampayo en
escritura, una de cuyas páginas de su portentosa creación, Alack Sinner, podrán contemplar en esta pantalla. Pero junto
a su exploración plástica y textual, la historieta era interesante por el
desarrollo de su argumento.
Alack Sinner, de Muñoz - Sampayo |
Rep
fue siempre un renovador de imágenes y textos, como se puede apreciar en las
siguientes tiras.
Durante la existencia de la anterior Fierro,
que duró desde 1984 a
1992, en el llamado “Subtemento Óxido” los historietistas El Tomi, El Marinero
Turco, Tati, Maus y Max Cachimba, entre otros, promovieron muchas de estas
innovaciones, en las cuales prevalecía el desenfado sexual y, además, el
elemento gráfico predominaba sobre la historia. Miren, fiel a su estilo, Max Cachimba sigue publicando en la
actual Fierro. Y, en el Nº 71 de
la revista encontrarán estos dibujos de Spósito,
con guión de Maicas, y esta historieta de Patricia Breccia, en la que se puede apreciar cómo se ha
adaptado a estas tendencias.
Max Cachimba |
Bife angosto, de Gustavo Sala, es otra historieta humorística que recurre a la
fealdad, como podrán notar en esta tira.
Gustavo Sala |
Es impactante esta página de Delius, en
la que transmite una experiencia personal que le pasó al concurrir a la muestra
“El libro como arte. Raoul Veroni y las ediciones de bibliófilo”. La suya es
una forma de historieta confesional bastante común en esto días. O sea que los
cuadritos son utilizados para comunicar reflexiones y anécdotas. Otra imagen
novedosa es la que emplea Decur, la
cual irradia cierta atmósfera naif.
Spósito |
Tampoco
el “subtemento” nació de la nada, sino que este tipo de ruptura había surgido
en la revista norteamericana Raw, en las italianas Linus, Alter
y Alter Alter. Y en las francesas Pilote y Metal Hurlant,
cuyo proceso culminó con esa fiesta de la sofisticación y el hermetismo que fue
la Saga
de Xam, escrita por Jean Rollin e ilustrada por Nicholas Devil. Claro que
la historieta francesa de esos años no rompía con la figuración sino que
introducía cambios visuales desbordantes de belleza. De paso, es insoslayable
mencionar la revista española El
Víbora.
Aclaremos
que estas experimentaciones alejaron a gran cantidad de lectores. Como
manifestó Leopoldo Durañona en una entrevista: “La historieta se ha marginado
sola enredando al lector y obligándolo a desentrañar ilustraciones y textos”.
Este
proceso no sólo le ocurrió y le ocurre a la historieta, sino al arte en
general. La orientación que le estoy dando a la charla se originó en la lectura
de un libro que me resultó muy difícil asimilar: es El rey pálido,
de David Foster Wallace, una novela póstuma e inconclusa, pues el escritor se
suicidó en 2008. Yo solicité su compra a la Biblioteca Carlos
Sánchez Viamonte para la cual escribo reseñas bibliográficas, dado que Wallace
está considerado uno de los más grandes escritores de su generación. Me
encontré con la sorpresa de extensos párrafos, pocos puntos apartes,
innumerables llamadas, en medio de las cuales aparecen otras llamadas, que a su
vez remiten a nuevas llamadas. Además, como la inquietud del autor es mostrar
el tedio que asola a la sociedad norteamericana, sitúa la acción en la Agencia Tributaria
de los Estados Unidos y se pone a comentar su Código Fiscal y lo relaciona con
actas, resoluciones y jurisprudencia.
Esta lectura abruma y se aleja de la narración clásica que constaba de
introducción, desarrollo y desenlace. O sea que la aridez de las novelas de la
llamada Nouveau Roman u Objetivismo, cuya máxima expresión cinematográfica fue Hace
un año en Marienband (1961), de Alain Resnais, prosigue por otras vías.
Vayamos a la música. Ante todo debo
aclarar que no es mi propósito criticar estas manifestaciones y menos burlarme
de ellas: sólo quiero testimoniar las dificultades que existen para su
apreciación y análisis. Fui a un concierto de música contemporánea y en el
escenario había dos bicicletas invertidas, es decir con las ruedas para arriba,
que al hacerlas girar producían un sonido original. Además, unos focos de luces
de colores desplegaban en la bóveda del auditorio frases de personas ilustres,
que repetía una voz en off como una especie de eco. Claro, yo sólo pude
presenciar con respeto estas expresiones, pero no disfrutarlas.
Ahora
pasemos a algo mucho más cercano a la historieta: las artes plásticas. En las
grandes exposiciones apenas se exhiben cuadros al óleo, esos amados trabajos
realizados con pincel y espátula. En su lugar pululan instalaciones, perfomers,
intervenciones, arte conceptual, video instalaciones.
¿Qué
ha pasado? Alguien definió la
Nouveau Roman como “El asesinato de la novela”, y la misma
sentencia se podría aplicar al resto de los discursos artísticos: han sido
asesinados.
Corresponde
aclarar que la nostalgia por el pasado no es saludable. No pueden volver a
pintarse La última cena o la Capilla Sixtina. Primero porque estas
obras ya han alcanzado dentro de su estética cumbres insuperables y, sobre
todo, porque el espíritu de nuestro siglo XXI no es propicio para que la
sensibilidad de un artista se canalice
de esa forma. Las dos guerras mundiales, la alienación, los conflictos sociales
y económicos sólo parecen inspirar expresiones desesperadas. Además, existe un
innegable cambio de hábitos culturales, sobre todo por parte de la juventud. La
expansión de la televisión, los video juegos, el cine 3-D, los avances de la
informática y todo el instrumental de
que se dispone en cuanto a celulares y a computadoras ha transformado nuestro
comportamiento. En la actualidad, una persona, por distintas razones –entre
ellas las laborales-, permanece alrededor de no menos de ocho horas diarias
frente a un monitor.
Sin
embargo, como indica Alejandro Aguado en su nota “La historieta de aventuras creada por argentinos vive en Italia”,
en este país se vende la clásica historieta de aventuras, es decir con registro
realista. Y Aguado proporciona una larga
lista de los dibujantes argentinos que publican en Italia y subraya que muchas
de esas producciones surgieron previamente en las desaparecidas revistas de
Columba. Enumera entre las principales a Dago, con guión de Robin Wood,
que al principio dibujó Alberto Salinas; Martin Hel, también de Wood y
arte de Lito Fernández; y Cybersix,
con guión de Carlos Trillo y gráfica de Carlos Meglia.
Ante
tantas asociaciones volcadas con desorden en esta charla, corresponde hacer una
reflexión final, una suerte de resumen:
-La
historieta experimental no dejará de existir y es bueno que así sea aunque a
veces tome un protagonismo exagerado: estas búsquedas enriquecen el género.
-El gran público sigue siendo fiel a
la historieta tradicional, como lo está demostrando el mercado italiano, según
el artículo de Aguado.
-Una prueba evidente de la atracción
que despierta una buena historia se halla en esas series televisivas
norteamericanas que privilegian una narración sólida, como Lost, Fringe,
Los Soprano, Los expedientes secretos X, y muchas más.
-Es insoslayable señalar el éxito de
las historietas de superhéroes, que tanto interés depositan en la trama y han
gestado así relatos desbordantes de creatividad y de fantasía. Además, han
posibilitado que el cine se haya nutrido de numerosos personajes del género y
los difunda mundialmente.
-En
la Argentina ,
el mercado de la historieta actual es chico pero seguro, lo que en lenguaje de
marketing podría traducirse como un nicho pequeño y fiel. Se edita a través de fanzines
independientes, aunque la forma comercial de mayor éxito es el libro. Asimismo,
resulta fundamental el aporte de Internet, que tanto ha favorecido la
circulación del género. Bien puede convertirse en el principal soporte del
futuro. Yo colaboro en la editorial La Duendes , de esta ciudad, que no sólo publica
libros sino que sube historietas y notas a sus dos blogs. Además, presta
atención a todas las corrientes, tanto realistas y clásicas como
experimentales.
-Se
debe tener presente la lección del manga, cuyo éxito obedece al movimiento
dinámico de sus dibujos, y a su interrelación con el cine de animación, con los
video juegos y con el merchandising. Se trata de un enfoque que abarca varios
frentes.
-Dada la difusión que ha tenido la
historieta por Internet, se especula acerca de la posibilidad de que su
evolución derive hacia un lenguaje multimedia, aunque tal vez ya lo ha hecho por
intermedio de la animación: el filme Las aventuras de Tintin, de Steven
Spielberg, es una lección de cine en la cual se ha utilizado una técnica
moderna como la captura de movimiento.
Bueno,
sólo me resta pronunciar una frase común pero muy cierta: ¡la historieta goza
de buena salud y larga vida!
Bibliografía
Albertoni, Carlos W.,
Santas historietas, Catálogos, Buenos
Aires, 2004.
Aguado, Alejandro,
“La historietas de aventuras creada por argentinos vive en Italia”, en http://laduendes.blogspot.com.ar.
Barbieri, Daniele, Los
lenguajes del cómic, Ediciones Paidos, Barcelona, 1993.
Battistozzi, Ana
María, “Mares de tinta china”, en http://edant.clarin.com/suplementos/cultura,
19/07/1998.
Cáceres, Germán, El dibujo de aventuras, Editorial
Almagesto, Buenos Aires, 1996.
Gociol, Judith, y
Rosemberg, Diego, La historieta
argentina/Una historia, Ediciones de la Flor , Buenos Aires, 2000.
Sasturain, Juan, El Domicilio de la Aventura , Ediciones
Colihue, Buenos Aires, 1995.
Scolari, Carlos A., Historietas
para sobrevivientes, Ediciones Colihue, Buenos Aires, 1999.
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