La liga de Hombres Extraordinarios
(2003)
Director: Stephen Norrington.
Reparto: Sean Connery, Nseerudin Shah,
Peta Wilson, Tony Curran, Stuart Townsend, Shane West, Jason Flemyng
y Richard Roxburgh.
“Hazte la fama y echate a dormir”
dicen algunos, aunque en algunos casos pueda jugarte en contra. Si
hay una estrategia de marketing que se utiliza mucho y efectivamente
en la industria del cine es la de colocar un nombre importante dentro
del reparto, aunque este cumpla un cameo o una aparición meramente
anecdótica. Tal es el caso de Zombieland con Bill Murray o
Christopher Lee en La Brújula Dorada. ¿Quién no ha visto una
película preconsiderada como mala o pochoclera solo por la aparición
de un actor y sus pocas pero “genialesanuestrosojos” palabras?
Algo muy diferente, por supuesto, es
una película protagonizada por uno de esos actores famosos y de
larga trayectoria. Más diferente aún, cuando esta producción
resulta ser un fracaso no solo de taquilla sino también de
adaptación. Estamos hablando , como prometimos en la entrega pasada
de The League of Extraordinary Gentlemen (La Liga de los caballeros
Extraordinarios, 2003).
La película.
Dirigida por Stephen Norrington, la
película se basa, por supuesto, en el comic homónimo guionizado por
Alan Moore y dibujado por Kevin O´Neill. En el mismo se narra las
aventuras de un grupo secreto de personas con cualidades
extraordinarias, valga la redundancia, salidos de cuentos y novelas
clásicos ingleses. Estos son: Alan Quattermain (Las Minas del Rey
Salomón, de H. R. Haggard), el Capitán Nemo (20.000 leguas de viaje
submarino, de Julio Verne), Mina Harker (Dracula, de Bram Stoker), el
Dr. Jekyll (El caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, de R. L. Stevenson),
Hawley Griffin (El hombre invisible, de H. G. Wells). Juntos, forman
un supergrupo de la era victoriana ( de hecho, la idea original de
Moore era experimentar con una “Liga de la Justicia de la
Inglaterra victoriana”) que resuelve casos relacionados con la
seguridad mundial, catástrofes y guerras secretas mientras conviven
en la más constante tensión y salvan el día muchas veces porque
deben hacerlo, no porque quieran.
La historia del filme es simple: un
villano desconocido (apodado “El Fantasma”) inicia un movimiento
armamentístico secreto en todo el mundo intentando liderar el
mercado de la tecnología bélica y generando conflictos
internacionales (hace creer a los países lideres que se están
espiando/robando entre ellos) que podrían devenir en una guerra
mundial catastrófica. Por suerte, otro misterioso hombre apodado “M”
juntará un grupo de personas con cualidades extraordinarias que,
desde la clandestinidad, puede hacer frente a este problema y
desenmascarar al Fantasma. El final, obviamente, es feliz.
Lo más decepcionante de este film (que
debería haber estado con Constantine y Wanted en el tópico “cómo
no hacer una adaptación”, mea culpa) es el obvio hálito
pochoclero y fantástico que aplasta completamente la labor de Moore
y O´Neill. Para entender esto, conozcamos primero un poco al
escritor y su tensa relación con la industria.
Alan Moore es mundialmente conocido no
solo por su estrambótica figura y maneras (pelo largo y enrulado,
estética dark, misántropo declarado y actualmente autor
independiente) por sus obras, muchas de las cuales se han adaptado a
la gran pantalla, nunca con su beneplacito. Watchmen, From Hell, V
for Vendetta, cuyos derechos estaban (y estan) bajo la esfera de DC,
le dieron más de un dolor de cabeza, especialmente porque no se
entendía ni se reflejaba la idea que le había llevado a escribir
esas obras en primer lugar. Podemos verlas más adelante, pues
resulta muy interesante como el mensaje original de su trabajo se
pervierte al adaptarse, pero concentrémonos en la producción de
hoy.
Primer problema: el villano. En la
historieta, es omnipresente y seguro de si mismo. No se esconde bajo
ningún seudónimo y sabemos quién es en todo momento. En la
película se guarda su identidad hasta el final, buscando un golpe de
efecto que no llega, lo cual no mejora cuando es ultimado de manera
tan fácil por Tom Sawyer (quien no solo no es un personaje de la
obra original sino que fue incluído como
personaje/alicienteparaelpúblicoadolescente bajo la tutela del
personaje de Connery por decisión de los productores de la
película). Las personalidades y motivos de ambos personajes (papel y
celuloide) difieren de manera tan grande que parecen criaturas
diferentes. Y esto nos lleva al...
Segundo problema: los personajes.
Ninguno de ellos es fiel al original (excepto quizás Nemo, que fue
mencionado como el único de todo el grupo que se salva gracias a su
interprete, Shah).
_ En el papel, Alan Quattermain es
alcohólico, opiomano y deseperanzado. En la película, no solo
carece de acualquier tiopo de adicción, sino que a veces parece que
podría desarmar un tanque aleman con un dedo.
_ Mina Harker, en el papel, funciona
como una especie de segundo al mando, organizando al grupo y
horrorizandose la mayoría de las veces frente a cualquier tipo de
asesinato o enfrentamiento violento. En la película, practicamente
es una asesina de elite cuyos poderes vampíricos la vuelven una
invulnerable maquina de matar.
_ En el papel, Dr Jekyll y Mr Hyde
viven peleando entre sí, con una relación similar a la de Dr.
Banner/Hulk. Hyde dificilmente se detiene ante un enemigo y disfruta
de la destrucción corporal de todo lo que se le cruce (como a
O´Neill le encanta ilustrar y dejar en claro en cada momento). En la
película, Hyde y Jekyll a veces llegan a compartir valores morales y
ambos cooperan para el buen desarrollo de la historia.
_ En el papel, Hawley Griffin es un
espía invisible despiadado que no solo trabaja a regañadientes con
el grupo extraordinario. Llega a abusar de Mina (y muchas otras) y
muchas veces mata por matar. Sus motivos son practicamente
desconocidos. En la película, Rodney Skinner (Fox no pudo conseguir
los derechos sobre el personaje de Wells) se muestra como un agente
sarcástico peero, al final de buen corazón y sacrificado por sus
compañeros.
_ El capitán Nemo es, como dijimos, el
único personaje que se acerca en cuanto a sadismo y ferocidad a su
contraparte de papel.
_ En el papel, Tom Sawyer y Dorian Gray
no existen... no hace falta.
El problema esta, entonces, nuevamente,
en la libertad de los productores de meter mano en un producto en el
que solo deberían invertir. La producción no careció de problemas:
Connery no fue a la gala de apertura, el director se quejó de no
haber tenido libertad creativa y los cambios constantes en el guión
estuvieron a la orden del día. Pero nada de eso salva el producto.
Es infiel, es falso, cambia completamente la esencia original del
comic, consistente en un supergrupo de seres que, a pesar de sus
poderes y habilidades extraordinarias,no pueden dejar de lado su
costado humano, sus miserias y debilidades, sus incapacidades a la
hora de actuar como héroes (cosa que nunca llegan a hacer; hacen lo
que deben, no lo que quieren) o como grupo de héroes.
En nuestro País.
Aquellos que tengan suerte, pueden
encontrar los volúmenes 1 y 2 (o la más reciente "1969") de esta
bellísima obra en ediciones de la europea Planeta de Agostini.
Carecemos de ediciones nacionales. Por supuesto, para aquellos que
pueden bucear en los recónditos confines de internet, pueden
conseguirla tanto en ingles como en español.
La crítica dice:
La película se disfruta, aunque
nuevamente encontramos una adaptación mala e infiel para un producto
original tan rico en personajes y situaciones. Las referencias
literarias y toda la información adicional del comic en forma de
páginas de diario, avisos o páginas de enciclopedia (increible labor de Moore, generando un entorno que hace aún más apetitosa la mitología del universo de su obra) se pierden,
obviamente devorada por el dinamismo requerido en una película de
este tipo. Para un fin de semana de acción sobrenatural, no más.
Próximo:
“Watchmen y V de Vendetta” o “Como
volver loco a Alan Moore por no haber pensado en retener sus derechos
de autor”.
Extra:
Películas o series basadas en
historietas que deberían hacerse.
El primer volumen de The Authority (de
Warren Ellis y Brian Hitch), o Planetary (de Ellis y John Cassaday)
son perfectas para adaptarse a series. Y deberían.
No hay comentarios:
Publicar un comentario