Guasón (Joker, EE. UU., 2019)
Dirección: Todd Phillips.
Guión: Todd
Phillips y Scott Silver.
Fotografía: Lawrence Sher.
Música: Hildur Guonadottir.
Intérpretes: Joaquin Phoenix, Robert De
Niro, Frances Conroy, Zazzie
Beetz, Brett
Cullen, Dante Pereira-Olson, Douglas Hodge, Jolie Chan.
En principio parecería que esta
película no tiene nada que ver con la historieta Batman (1939), de Bob Kane y Bill Finger, ya que el justiciero no está
presente. Pero la acción transcurre en Ciudad Gótica, precisamente en la que
aquel reside, y resulta oportuno aclara que no es un superhéroe, ya que no
tiene poderes como Superman – un
extraterrestre oriundo del planeta Kripton–, sino que su fortaleza se debe a un
intenso entrenamiento físico.
Además, interviene un tal Thomas
Wayne, un millonario que en la historieta original es el padre de Bruce –que
también aparece en el filme cuando era un chico–, tras cuya identidad (que en
la Argentina también se la conoció como Bruno Díaz), se oculta el hombre
murciélago. Y como en el comic, tanto el potentado como su esposa son
asesinados. Y hay bastante más: no solo que en los créditos se nombra a D.C.
Comics, empresa que posee los derechos del personaje (y también los de Superman), sino que en cierto sentido
este Guasón fílmico parece continuar
la famosa novela gráfica La broma asesina
(The Killing Joke, 1988), de Alan Moore (guión) y Brian Bolland (dibujo), una
de las grandes creaciones del género. En ella, tanto Batman como el Guasón son
tipos atormentados y traumáticos que sufren conflictos psicológicos similares.
Este renovado Guasón (Joaquin Phillips) tuvo una
infancia horrorosa y nada feliz (curiosamente su madre lo llama “Happy”), y el
argumento parece indicar que esa desdicha es irrecuperable, ya que la locura se
apodera del payaso. Y como venganza justiciera comete una serie de brutales
asesinatos, en un ámbito urbano asolado por la basura acumulada, producto de
una salvaje huelga de recolectores.
El filme obtiene
un clima tan opresivo como agobiante y oscuro, hasta fantasmal, y en ese logro
es esencial la excelente fotografía de Lawrence Sher. La dirección de Todd
Phillips (que se lo conocía por algunas comedias) sobresale en las angulaciones
que imprime a las tomas y por narrar convincentemente una historia triste y
amarga, que prácticamente hipnotiza al espectador. El Guasón repite en varias escenas: “Creo que no fui feliz ni un solo
instante en toda mi vida”.
Joaquin
Phillips se consagra como uno de los mejores actores de la actualidad. Es
magistral su manejo del cuerpo y de sus muecas psicóticas captadas en
magníficos primeros planos. Y su brillante interpretación remite a las de Jack
Nicholson (Batman, 1989, de Tim Burton) y de Heath Ledger (El caballero de la noche, 2008, de Christhofer Nolan).
Mención
especial merece la banda de sonido con temas tan encantadores como «Smile» y «That´s Life» (entre otros).
Guasón obtuvo el León de Oro a la mejor película en el último Festival de
cine de Venecia.
Seguro que el
fandom comiquero no se perderá este filme. Tampoco los cinéfilos.
Germán Cáceres
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