DEFENSA DEL CLASICISMO
(entrevista de 1994)
(entrevista de 1994)
Nació en 1943 en Corrientes, Argentina. Realizó ilustraciones para las revistasVea y Lea, Leoplán y Maribel. Su primer trabajo como dibujante de historietas fue La legión extranjera (escrita por Cruz) que apareció en Misterix (Hugo Pratt era el director de arte). Con guión de Robin Wood dibujó la exitosa Nippur de Laggash, y con textos de Alfredo Julio Grassi Planeta Rojo, Yo Ciborg y Galaxia Cero. Otras cumbres fueron Las amazonas de Clitomarkán (guionada por Barreiro) y Gilgamesh el Inmortal (en un comienzo escrito por Robin Wood). Esta última- de gran repercusión en el público lector- la continúa dibujando actualmente con textos de Ricardo Ferrari.
Es uno de los más cotizados dibujantes argentinos; cuenta con una técnica de primer nivel y sus historietas ponen de relieve una exigente investigación documental. Ilustró para Italia cuentos de ciencia ficción y también historietas (Martan y Sun Son).
En 1994 aparecerá un nuevo trabajo con textos de Ricardo Ferrari: El púgil, sobre boxeo en la Roma antigua.
G.C.: Corben es un notable
innovador de la técnica: empleó fotogramas, aplicando el acetato de pintura al
temple y tinta sobre papel fotográfico.
L.O.: Es el historietista
norteamericano actual que más me interesa. Hay que reconocer que en él influyó
Frank Frazetta, un fundador de estilo con su sucesor, el peruano Boris Vallejo.
Mi generación quedó deslumbrada por los conceptos plásticos de Frazetta, un
seguidor de Géricault y Delacroix, quienes representan una coyuntura de la
escuela francesa que yo ubicaría como post romántica. Por otra parte, si
tuviera que ponerle música al dibujo de Frazetta, elegiría Carmen, de Bizet.
Página de Gilgamesh |
G.C.: Es decir que la gran
pintura gravita en el dibujo de historietas.
L.O.: Yo mamé en las obras de
Salvador Dalí, Giorgio de Chirico y René Magritte.
G.C.: O sea en los surrealistas.
L.O.: También en Francis Bacon y
en los collages de Rauschenberg.
G.C.: Ya que tanto admirás a la
historieta norteamericana, ¿qué pensás del underground
comix?
L.O.: El underground comix sigue la dinámica histórica. Toda escuela de
arte, así como toda civilización o persona, llega a una crisis y reclama
vientos de cambio. Y, por tanto, en ese acontecer, tal movimiento contestatario
fue necesario y fructífero. Curiosamente, en la historieta argentina se vive
hoy un clima similar.
Página de la serie Yo Ciborg |
G.C.: De acuerdo, eso se observa
en los dibujantes jóvenes, quienes desarrollan un estilo muy underground.
L.O.: El underground en lo que a mí respecta, siempre me dio sensación de
cosa dejà vu, de cosa ya vista en el
dadaísmo, porque el underground es la
escuela de la decepción que sucede a los grandes problemas. El dadaísmo nace
después de la Primera Guerra
Mundial.
G.C.: O sea que es una
historieta en crisis.
L.O.: Exacto, y se agota cuando
concluyen las crisis. Después retornan los clásicos.
G.C.: ¿Qué dibujantes europeo
preferís?
L.O.: Hugo Pratt y Moebius son
las luminarias de Europa. También Milo Manara y Enki Bilal.
G.C.: ¿Y Philippe Druillet y
Jean-Claude Forest?
L.O.: Por supuesto. Pero me
sorprende que Forest esté trabajando humildemente como un artesano después de
haber logrado con la dirección de Roger Vadim un filme de la calidad de Barbarella.
Página de la serie Nippur de Laggash, en la que se encuentra con el personaje Gilgamesh |
G.C.: Pero ese tipo de
historieta intelectual y sofisticada como por ejemplo Saga de Xam, más allá de
su belleza formal, ¿te convence?
L.O.: La historieta es un medio
de comunicación de masas; nunca podemos dejar de pensar en la mayoría cuando la
hacemos.
G.C.: En cambio, la Saga de Xam estuvo dirigida a una élite, pues además fue editada en álbumes
muy caros.
L.O.: Claro, pero cuánta gente
conoce al Príncipe Valiente y cuánta
a Saga de Xam. Es el problema que
existe actualmente en la
Argentina , el de la historieta hermética que el público no
entiende. Hay precursores, clásicos y decadentes en todos los aspectos de la
actividad humana, y aquella corriente de historieta sofisticada fue decadente.
G.C.: ¿Se puede decir que el
arte progresa?
L.O.: Ante todo debo confesar mi
amor al dibujo. Si naciera de nuevo, volvería a dibujar desde la cuna. El arte
no avanza, sólo tiene ciclos; lo que progresa es la ciencia. Desde la época de
las cavernas –vía Altamira- hasta Métal
Hurlant, el arte es el hombre y está en una historieta como en un cuadro de
Picasso. Cada dibujante, cada pincelada, las grandes figuras –Goya, Dalí,
Caniff- son como ladrillos de la Gran
Muralla China. Nadie es dueño del dibujo; cada uno pone sus
ladrillos y se retira de la escena lo mejor que puede. El artista necesita
darse cuenta de que es parte de un ejército numeroso.
G.C.: ¿Cómo ves el futuro del
arte?
L.O.: Según cómo vaya el futuro
del hombre. Los que estamos viviendo una crisis creemos que es “la crisis”.
Pero si uno lee un poco la historia observa que las hubo siempre, que el estado
de crisis es permanente.
G:C.: Pero ¿el dibujo de
historietas seguirá existiendo?
L.O.: No te quepa la menor duda.
La cámara no puede suplir al dibujo. Si no lo reemplazó habiendo satélites en
Marte y sondas saliendo del sistema solar, no lo va a hacer jamás. La mente del
hombre crea la computadora, no la computadora a la mente. En la década del
sesenta los ilustradores hablaban del desafío de la cámara. Pero de pronto la
gente se cansa de la fotografía y demanda subjetividad. Ahora muchas tapas de Time y de Newsweek son dibujadas.
Página de una adaptación de película, década del 70. |
G.C.: ¿Tenés en vista alguna
historieta nueva?
L.O.: Sí, quiero representar la
batalla de Verdún en historieta. Estoy haciendo un estudio de la más grande
estupidez humana de todos los tiempos. Va a estar bien documentada.
G.C.: Vos siempre diste mucha
importancia a la documentación; recuerdo que ése fue uno de los tantos méritos
de Nippur de Lagash.
L.O.: Sí, en esa época estaba
obsesionada por la antigüedad; ahora la manía es la Primera Guerra Mundial. De
chico en mi casa veía libros con ilustraciones y fotos de las grandes batallas
de aquella guerra.
G.C.: Entonces la vas a guionar
vos.
L.O.: Así es, el guión esta vez
lo voy a escribir yo.
G.C.: ¿Qué recomendación darías
para un joven dibujante de historietas argentino?
L.O.: Estudiar el dibujo
clásico; después que pase lo que pase, no quieran saltar por encima del
estudio, sino va a ser como el que llega a cuarto año de la facultad y queda
varado porque no se recibe. Miren a los griegos a los renacentistas. Cuando
Leonardo escribió El Tratado de la Pintura quería enseñar:
fue el Loomis del Renacimiento.
Página de la serie Yo Ciborg |
Entrevista de 1994.
1 comentario:
Buenísimas preguntas y respuestas mejores. Uno de los grandes de la historieta. Una magnífica persona.
Publicar un comentario