martes, 26 de enero de 2010

Muestra de Salvador Sanz y segunda parte entrevista a Sanyú


Inauguración: Jueves 4 de febrero a las 19 hs.
Espacio Historieta del Centro Cultural Recoleta, ciudad de Buenos Aires

Habrá páginas originales, bocetos y portadas de la novela grafica Nocturno
La muestra podrá ser visitada hasta el domingo 28 de febrero.



ENTREVISTA: SANYU (segunda parte)

¿Qué temáticas son las que más le gusta abordar, y por qué?
No tengo un tema preferido, tengo distintas ideas y las represento de la manera que me resulta más efectiva

En los inicios de su carrera, conoció y trató a los “grandes maestros” de la historieta nacional. ¿Cómo era el trato y qué aprendizaje tuvo con ellos?
Cuando llegué a Buenos Aires estudié unos meses en la escuela de bellas artes Manuel Belgrano, y casualmente fui compañero de una de las hijas de Héctor Oesterheld, Estela, que al poco tiempo se casó y nos invitó a todos a su casa, esa fue la única vez que vi al maestro y lo recuerdo sentado en una escalera rodeado de sus hijas, los cinco fueron victimas de la represión tiempo después.
Cuando colaboraba en Mengano, por las tardes nos encontrábamos con los “grandes” en un boliche cercano.
En una mesa podían turnarse recordados y olvidados: Alberto Breccia, Soriano, Carlos Trillo, Alejandro Dolina, Quino, Toño Gallo, Lucho Olivera, Guillermo Saccomanno, Serguei, Fontanarrosa, el Negro Alfonso, Crist, Liotta, Félix Saborido…
Los grandes que me dieron algo de bola fueron el Viejo Breccia, en la historieta, y en el humor Oski, dos tipos difíciles.
Con Breccia se hablaba del compromiso, en el laburo y en la vida, lo recuerdo en la Bienal de Lobos, compartiendo unas charlas de un reportaje largo que le hacían Trillo y Saccomanno.
En la última bienal de la historieta que hubo en Córdoba, cuando todavía gobernaban los milicos, el maestro Oski, recién vuelto del exilio y poco antes de su muerte, dibujaba tumbas y cruces a quienes le pedían un “dibujito” con su firma.
Tengo un especial recuerdo del grabador Roberto Páez, dueño de un trazo poderoso, con él tomé clases y fue quien me enseñó a “ver” el modelo y a desarrollar la línea en el dibujo.


Fragmento de Neuquenia, en Cóctel 1, septiembre 1991.

En Superhumor comenzó la adaptación de la novela de Soriano, Triste solitario y Final, la que había quedado inconclusa y terminó hace poco tiempo para compilar en libro. ¿Cómo fue el proceso?
Un poco está contado en el prólogo de la edición del libro de Doedytores.
Nace de la admiración por el trabajo de un amigo, Osvaldo Soriano, que toma la modalidad del género negro para contar una ficción “a la argentina” , estilo que después tendría muchos seguidores.
Esta magnífica obra, en su despojamiento estético era un guión en sí mismo, descripción de la situación y diálogos.
Lo que más me atrajo fue esa melancólica relación entre dos perdedores, Marlowe y Soriano, que tratan de conservar una ética marchita en un mundo de poderosos violentos
Esa primera adaptación tenía cuatro capítulos, en la última parte de la novela hay una frase que no podía digerir, Soriano le dice a un turista: ¡Argentino hijo de puta!, como me parecía un exceso, dejé la historia antes de ese momento, con un final abierto
Años después Javier Doeyo, fanático de Soriano, se encargó de gestionar los derechos y decidimos publicarlo.
Entonces entendí que algunos argentinos habían hecho mérito como para merecer esa frase y completé la historia.



Amigos Go Home, en Humor 81, 1982.

¿Qué es la historieta?
La historieta es un lenguaje que se articula entre imágenes y palabras y que exige un trabajo intelectual del lector, sobre todo para entender que sucede en ese espacio vacío que queda entre cuadro y cuadro.

¿Qué es ser historietista?
Personalmente creo que ser historietista es un placer que se obtiene al trabajar y vivir de lo que a uno le gusta.
Con ese trabajo que tiene un público numeroso, se puede trasmitir lo que uno decida: evasión, compromiso, crítica…


Fragmento de Historias por hora XIII, con guión de Carlos Trillo y dibujos de Sanyú, Humor 42, 1980.

Hoy, en muchos países del primer mundo la historieta comienza a ser valorada como un arte, sobre todo a partir de la llamada novela gráfica ¿Qué opina al respecto, es así?
Me parece que el concepto de arte es hoy (quizás siempre lo fue) un problema económico, una obra de arte tiene valor si consigue un precio en el mercado.
Esto se define a través de un circuito de galerías que ejercen el poder aprobatorio, por eso a veces es necesario leer un catálogo para saber que eso que vemos tiene la categoría de arte.
El primero en llevar la imagen de la historieta al soporte del cuadro es
Roy Lichtenstein , y entró en la corriente del arte pop(ular).
Creo que el concepto de novela gráfica es tan viejo como El eternauta, un hito insuperable que nada tiene que envidiarle a la literatura.
En estos días estoy leyendo un librito de cuentos, Casi un objeto, del Premio Nóbel de Literatura José Saramago y las historias me parecen “casi” tan buenas como las ficciones apocalípticas que en los ‘80 publicaba Carlos Trillo con Juan Jiménez, por ejemplo.
La historieta, para mí, se expande y encuentra reconocimiento más allá del círculo de lectores que la disfrutaban, a fines de los años ’60, con la valorización de las posibilidades expresivas que hacen intelectuales como Humberto Eco en Italia y Eliseo Verón, en Argentina.
Otra valoración aparece cuando se define como “instrumento político”, en los libros de Armand Mattelart y Ariel Dorfman, durante el gobierno socialista de Salvador Allende, en Chile.
Los actuales “descubrimientos” me parecen sólo mediáticos y que responden al negocio de grandes editoriales.


Ilustración para revista El Péndulo 6 –segunda época-, 1982.

¿Publica en el exterior, en qué publicaciones o editoriales?
Tengo cinco trabajos publicados en el exterior, una doble página de homenaje a Fellini, con guión de Trillo, en una desaparecida revista italiana llamada L’Eternauta
Un cuadrito de homenaje a Tintin, el personaje del belga Hergé, en una publicación francesa.
Una colaboración de ocho páginas en una historieta dibujada y autoeditada por Gigi Moia, en Italia.
La reedición en Inglaterra por For Beginners Books de un libro sobre anarquismo escrito por Marcos Mayer y publicado originalmente en la serie nacional Para Principiantes.
Y, lo último, un libro que apareció este año, llamado El Hombre descuadernado, para Ediciones de Ponent de España, con guión de un hermano en la creatividad, Felipe Hernández Cava.


Fragmento de Justo Severo y Sensato, Fierro 70 –primera época, 1990.

¿En qué está trabajando en la actualidad, además del diario Perfil?
Terminé de ilustrar un libro Para Principiantes sobre el filósofo Bourdieu, estoy preparando una historia larga con la adaptación de textos de una poeta argentina y colaborando con una doble página en la revista mensual Sudestada.

Cascioli falleció días atrás, ¿qué valorización puede realizar de su labor como editor de la editorial La Urraca? (nota: la entrevista fue realizada poco tiempo después de la muerte de Cascioli)
Andrés Cascioli fue un grande, un tipo con verdaderas convicciones.
Así como para mí el mejor caricaturista plástico es Hermenegildo Sábat , Cascioli es el mejor caricaturista gráfico de los últimos tiempos, ha dejado tapas memorables en Satiricón y en Humor.
Cómo editor fue responsable, en lo estético, de Satiricón y en lo periodístico de publicar revistas emblemáticas con el sello De la urraca.
También fue el primer editor en reconocer los derechos de autor y devolver los originales tras la publicación.




Fragmento de Jacob y el otro (basado en un relato de Juan Carlos Onetti), Fierro85 –primera época-, 1991.

¿Cómo se valoriza hoy a la historieta en el país?
Se ha perdido el público masivo, aquel que hasta los ’80 consumía miles de ejemplares de revistas como las de Columba.
El hecho que hubiera una historieta masiva permitía la irrupción de intentos más vanguardistas que eran económicamente viables.
El lector de historieta era fiel al medio, puede decirse que había una cultura de la historieta, y se comenzaba a construir en la infancia y en la adolescencia.
Hoy se lee el manga, pero es un fenómeno que sucede dentro de un panorama más vasto, que nace del animé y de la cultura que circula gracias a la globalización .

Hoy que Internet se halla asentado como un espacio para difundir la historieta, ¿cómo lo ve?
Internet me mantiene informado, pero la historieta la disfruto impresa en papel

Usted también ejerció de editor. ¿Cómo recuerda hoy esa etapa?
Tuve una etapa de editor independiente, edité Voltacto, un personaje de SolRac y el primer Animal Urbano, de Edu Molina en solitario
La etapa de Perfil fue un fracaso total que prefiero olvidar, lo único que aprendí fue que todas las ideas que tenía sobre la publicación de historietas eran equivocadas

Pregunta infaltable: ¿cómo ve el panorama de la historieta en Argentina?
Los editores tratan de sobrevivir y los autores siguen poniendo el hombro con su creatividad inagotable

4 comentarios:

Unknown dijo...

Excelente la nota a Sanyú, excelentes respuestas a muy buenas preguntas... Tengo la suerte de conocer a Héctor y digo bien, conocí primero a Héctor siendo ya Sanyú... Este tipo "escudado" en el anonimato de su propio arte siempre se presentó ante mi como Héctor y yo me fuí enterando de"rebote" de quien era Héctor, era Sanyú y después fui aprendiendo sobre él y dándome cuenta que estuve tratando sin saberlo con uno de los grandes sin grupo de la historieta argentina, fue muy fuerte eso para mi, como que despu'es sentí cierta "responsabilidad" cuando volvía a hablar o a estar con el. Nunca supe si era de humilde, de cínico o de "retorcido" que Héctor nunca me habló de Sanyú, de su talento, ahora que conozco un poco más de él a través de su arte, creo que fue por las 3 cosas juntas, je... FELICITACIONES A "Los Duendes" Y UN ABRAZO DE AMIGO Y ADMIRADOR INESPERADO A HECTOR=SANYU... Hernán Castiello

Unknown dijo...

Excelentes respuestas a muy buenas preguntas. Sanyú parece ser casi tan bueno para contestar como para hacer historietas, casi...
En realidad conozco a Héctor y bien digo conocí a Héctor antes de saber que era Sanyú, antes de saber quien era Sanyú. Al tiempo me enteré de "rebote" y una vez que supe que Sanyú era Sanyú empezé a meterme un poco dentro de su arte y a reconocer su talento. Cuando lo supe, hace poco tiempo, reconozco que se instaló en mi como cierta "responsabilidad", cierto peso, ya no sé si puedo verlo, hablarle como a un simple mortal, je... (y no tan je...).
Nunca supe bien si Héctor no me había hablado de Sanyú por ser un tipo humilde, o cínico, o retorcido. Ahora que conozco más sobre su arte puedo decir que fué por las tres cosas, je... (y no tan je...)
Un honor conocerte Héctor = Sanyú (creo que los artistas son uno en sus seudónimos y en sus alteregos) y una alegra saber que existe este blog que se encargue de difundir a todos estos grandes artistas y en este caso particular además a gran tipo y Tanguero inclaudicable... (tu sabes Sanyú...)
ABRAZO!
Hernán Castiello

Un poco de historia. dijo...

Estraordinaria la época de Superhumor, historietas perfectas, de gran síntesis gráfica y narrativa. Y las ilustraciones del Péndulo, al nivel de sus compañeros en la publicación, los grandes maestros Scafati y Nine. Además Sanyú fue siempres un docente entusiasta y generoso, que acompañó a muchos jóvenes en su desarrollo como ilustradores de historietas. Un abrazo para un grande.

Un poco de historia. dijo...

Fue extraordinaria la época de Superhumor, historias de dos paginas perfectas, sintesis gráfica y narración. Y las ilustraciones del Pendulo, a la altura de los grandes maestros Scafati y Nine.