martes, 10 de noviembre de 2009

Festival en Rosario, Dr Mortis y segunda parte entrevista a Massaroli

FESTIVAL EN ROSARIO
PRESENTACIÓN: Libro Compilado La DuendesEl 14 y 15 de Noviembre estaremos presentando una edición especial de
La Duendes.Un libro compilado de 156 páginas, con una selección de trabajos de más de 30 autores.

Info del evento: www.dibujantesdellitoral.blogspot.com
Pueden conseguir nuestras publicaciones en www.larevisteria.com.ar

DR MORTIS
Se encuentra disponible para su lectura online, un clásico de la historieta chilena: Dr Mortis. Se pueden leer tres temporadas, con diversos episodios cada una, realizados entre los años 2007 y 2009 por varios autores, chilenos y extranjeros. Una historieta muy recomendable.



Dos páginas del personaje, correspondiente al episodio Inferos, realizadas por Carlos Reyes (guión) y el francés Olivier Balez. En la historia, el terror se conjuga con el pasado reciente de Chile.
www.mortis.cl

www.ergocomics.cl


ENTREVISTA: José Massaroli
(segunda parte)
También trabajó la vertiente del humor gráfico, como en Sex Humor, Satiricón, etc. Básicamente cuál es la diferencia con la historieta realista?
Todo es dibujo, pero son códigos muy diferentes. Lo mío no es el chiste suelto, a la manera de los humoristas, sino la historieta humorística, donde el humor está al servicio de la historia que se cuenta. En ese sentido, creo que fue en Caras y Caretas donde trabajé más cómodo, con parodias de películas como E.T., Conan (que hicimos con Mulko) o Doña Flor y sus Dos Maridos, historietas cortas (algunas con mis guiones y a veces algún guion de Rep o de Gabriel Lerman) y la saga del guapo Orquídeo Maidana, que después retomé en La Voz. También en Sex Humor, donde creé a Any Quilante, una campeona mundial de box femenino, y me divertí mucho.


Massaroli y García Ferré

¿Cómo surgió la posibilidad de publicar en el exterior, dibujando personajes, en editoriales y revistas hoy emblemáticas, como Punisher para Marvel, Zona 84, etc?
Fueron publicaciones esporádicas, fruto más del azar que de habérmelo propuesto seriamente. En el caso de Marvel, se debió a un viaje que hice por motivos familiares a Estados Unidos y, ya que estaba, se me ocurrió visitar la DC y la Marvel. Casi sin quererlo, salí de la segunda con el encargo de dibujar páginas sueltas del Punisher, cosa que recién concreté ya de vuelta en casa y después de meses, porque al regresar me encontré con que había mucho trabajo en dibujos animados y, bueno, había un hogar que mantener! En cuanto a Zona 84, no sé cómo llegó hasta ellos una historieta mía, antes publicada por Fierro, pero lo que sí sé es que a mí nunca me llegó ni una sola peseta.

Su paso por la animación también resulta impactante por las series en las que trabajó (Los Pitufos, Los Supersónicos, La Pantera Rosa, etc). Cómo fue la experiencia y cómo era la forma de trabajo?
La forma de trabajo era enloquecedora: siempre estábamos atrasados. Pero se ganaba muy bien, en una época en que la historieta había aflojado bastante. Los historietistas teníamos un sector del estudio de Jaime Díaz dedicado al layout, una parte del proceso de animación particularmente fácil para nosotros, habituados a interpretar rápidamente una escena tras otra. Ahí fue donde me acostunbré a cambiar de estilo cada semana o cada mes: pasábamos de Wildfire, una serie “realista”, a los Pitufos; de Súper Amigos a Scooby Doo, Los Supersónicos, Aladdin o la Pantera Rosa. Por momentos, aquéllo parecía una extensión del Estudio Géminis: allí estábamos Mulko, Leopardi, Gil, Caliva, Mannken, Prystupa... Trabajábamos junto a glorias como Haupt, Torino, Meglia...


Haakon, para editorial Columba, con dibujos de Massaroli y guión de Héctor Oesterheld.

Puede contar un poco cómo es su forma de trabajo, realizando historietas de los personajes de Disney? Tuvo que realizar algún proceso de adaptación a ese estilo?
Una cosa llevó a la otra: Jaime Díaz tenía también un grupo de ex dibujantes de Quinterno trabajando para Disney de Estados Unidos. Yo los veía como el chiquilín de Discépolo: no pensaba que algún día sería uno más del grupo; parecía, y era, muy difícil. Pero la práctica constante del dibujo para animación hizo que, cuando me ofrecieron hacer una historieta del oso Baloo (Tale Spin) para la revista Disney Adventures, no vacilara en aceptar el desafío: además. era volver a la historieta! Así comencé en el año '91 a dibujar aventuras de Rescue Rangers (las Ardillitas), Bonkers, Darkwing Duck, etc. bajo la supervisión de Adolfo Urtiaga, un gran dibujante, cuyo personaje Picho de la Federal yo leía de chico en Mundo Infantil. Donde pude combinar el estilo Disney con mi formación “realista” fue con Mickey Mistery, que dibujé durante dos años: El ratón se había convertido en una especie de Philip Marlowe con sobrero, impermeable y todo; las historias tenían un clima de policial “negro” que me permitía trabajar con mucha oscuridad, mucho dramatismo, como a mi me gusta.
A su vez, toda esa experiencia que fui acumulando me permitió asumir el desafío de dibujar el Pato Donald para Europa, cuando llegó Daniel Branca en el '95, buscando dibujantes que quisieran intentarlo. Branca estaba considerado en Europa y Estados Unidos como el mejor , lejos, entre los que continuaron la obra genial de Carl Barks. Él me fue guiando y revelando los secretos del Tío Patilludo, de la Bruja Magica, de los Sobrinitos, hasta que le pude encontrar la vuelta a ese estilo tan difícil y seguir solo. Como Pablo Pereyra, como Fernández, Daniel Branca fue para mí un gran maestro y amigo!

Respecto del dibujo, cómo considera qué debe encarar el trabajo alguien que quiere trabajar en el dibujo: realizar una obra de características propias, adaptarse al mercado, etc?
Naturalmente, siempre es mejor realizar una obra propia. Ser, no sólo un dibujante de historietas sino un Historietista. Pero también hay que vivir; o sea, que hay que ir viendo cuáles son las posibilidades reales de cada momento y no olvidar que lo importante es seguir empuñando el lápiz, para que la inspiración, como decía Picasso, nos encuentre dibujando. Claro, no es lo mismo ahora, cuando han desaparecido las grandes editoriales y cada uno tiene que arreglárselas como puede, que la década del '70, una verdadera edad de oro de la historieta, donde había más trabajo que dibujantes. En definitiva, siempre será una decisión personal.


Massaroli en 1983, dibujando la serie Juan Moreira

Pregunta infaltable. Cómo ve a la historieta argentina en la actualidad, respecto de publicaciones, autores, estilos gráficos, mercado?
Hay una gran libertad creativa y enorme variedad de estilos, al no existir una presión excesiva por parte de las editoriales como en otros tiempos; y eso es bueno, aunque por ahí falta un poco del “control de calidad” que ejercían los jefes de arte de Columba (Presa) o Record (Zanotto). O sea: todos muestran sus obras en internet, se felicitan mutuamente y se quedan contentos; antes había que llegar a un standard bastante alto de calidad para poder publicar. Haciendo esa salvedad me parece que nunca hubo tantos dibujantes de historietas como ahora y veo como muy positivo que se dibuje, se publique y haya convenciones y exposiciones en todo el país; de modo que ya no hace falta venir a la Capital para mostrar y vender lo que uno hace. La aparición de Comic.Ar o La Duendes, el que haya una historieta patagónica, o rosarina, o nicoleña, etc., son hechos muy alentadores.

Tapa del libro Orquideo Maidana, de Massaroli.

Es muy interesante también lo que pasa con el Manga: su lado bueno es que nos saca del monopolio del comic yankee, abriéndonos a otra sensibilidad, tal vez más profunda. Habría que ver cómo integrar esa influencia a nuestro patrimonio historietístico nacional, que es uno de los más ricos del mundo: aquí tuvimos a Breccia, Salinas, Pratt, Del Castillo, Solano López y tantos otros grandes maestros; ésa es una herencia de la que debemos enorgullecernos y hacer todo lo posible por preservarla y continuarla.
Otro cambio tremendo es la intervención cada vez mayor de la computadora, que permite trabajar más rápido y con una calidad de terminado y color muy grande, pero con el riesgo de deshumanizar el trabajo. En mi caso, no hay peligro: pienso seguir con el lápiz, la goma de borrar y la pluma hasta el final! Internet está muy bueno para difundir lo que se hace, pero para mí, no hay nada que reemplace al olor de la tinta fresca, al ruido de la pluma, al tacto del papel...



Desde hoy, en Historieta Patagónica se publica una extensa historieta realizada por el maestro José Massaroli: Juan Moreira. El clásico del gauchesco argentino, de más de 90 páginas, se publicará los días martes y sábado. Vuelve al ruedo un género de la historieta argentina, casi extinto, que seguro los lectores sabrán disfrutar.

1 comentario:

serafin p g dijo...

muy buena entrevista!, es interesante poder leer estas líneas de Massaroli y su gran experiencia

saludos!