La siguiente conversación se desarrolló
en el año 2010, durante una exposición de historietas y humor gráfico en la
ciudad de Bariloche, del que participaron grandes maestros de la historieta
argentina, tales como Horacio Lalia, Lito Fernández, Cacho Mandrafina, Jorge
Meiji y Carlos “Chingolo” Casalla.
El diálogo, muy ilustrativo, se refiere a
un tradicional problema que existió en la historieta argentina, entre los autores
y los editores o editoriales, en el que estos últimos se apropiaban de los
originales. Esos originales en muchos casos luego se revendían en el exterior
sin el conocimiento de los autores y sin que cobraran por esa publicación. Es por ello también
que de muchas viejas series, hoy clásicos de la historieta, los originales no
están en mano de sus autores o descendientes.
De izq. a der.: Lito Fernández, Meiji, Mandrafina, Horacio Lalia, Casalla, Aguado. |
(…)
Horacio Lalia: El plantado es un boceto,
después hago la definición en lápiz. Es una manera medio extraña de trabajar. Después
me enteré que hay muchos que lo hacen de esa manera, pero que desconocía. Trabajo
sobre un papel transparente, que no es un papel transparente común, es uno que
se usa para arquitectura. Es blanco, tiene una cara un poco más brillosa que la
otra, pero no tiene tanta transparencia como el papel manteca. Después sobre la
mesa de calco lo pasaba a la cartulina, para luego entintarlo. Pero como notaba
que la línea se enfriaba mucho con ese pasaje, comencé a dibujar directamente
sobre el papel transparente. Un día se me ocurrió pasarlo a tinta y empecé a
encontrar variantes interesantes. Entonces trabajo sobre transparente, y ahí
mismo hago el lápiz y la tinta. Finalmente, cuando lo limpio y lo termino, hago
una copia en láser, en papel de 150 o 180 gramos .
Como ahora no se envían los originales,
se envía por la web, ya no se pierden los originales, como antes.
Lito Fernández: Algunos editores igual los
quieren, confían más en la calidad del proceso que hacen ellos. Con los
parámetros de los grises marcados según las pautas de ellos.
H. Lalia: Uno siempre pensó que no
tendría que haberse desprendido nunca del original, para poder seguir
vendiéndolo.
Carlos Casalla: Eso es ahora. Yo laburé
todo el Cabo Savino desde Bariloche para allá (editorial Columba, en Bs As) y
tuve que mandar todos los originales. Pero ellos me aportaban a la jubilación.
Me jubilé como dibujante de historietas. Entonces se quedaban con los
originales. Quién sabe dónde habrán ido a parar.
Cacho Mandrafina: Se los quedaban por
capricho. Los tenían ahí, archivados.
H. Lalia: En Record pasaba lo mismo.
Casalla: Pero antes no habían fotocopias,
no había nada. ¿ Cómo los iba a mandar?.
H. Lalia: En el año 85, en Record,
comenzamos a recuperar los originales. Después nos fuimos varios de la
editorial, y cuando regresé en el 89 ya no se entregaban más los originales. Se
hacía una copia para ellos y otra para los tanos. El original es mío, no les
daba ni tiempo de sacar una película. Iba a un negocio de la vuelta, donde me
mandaban ellos, sacaba dos copias y el original me lo llevaba. Y así es como
tengo los originales de la serie Nekrodamus. También estaba el tema de los
pasamanos de los editores. Te pagaban, después le pasaban la copia a otro
editor y resulta que el dibujante se quedaba en el aire.
Mandrafina: Los originales de la primera
etapa de la serie El Condenado (guión de Saccomanno) los tuvimos que entregar
todos.
(…)
Luego la conversación derivó hacia otros
temas…
En Bariloche, 2010. |
1 comentario:
Un pezzo molto interessante, ma bisogna tenere presente che praticamente in tutto il mondo, almeno fino agli '80, funzionava così.
Credo sia famoso il caso di Jack Kirby & co, ma pure in Francia e in Italia queste cose succedevano regolarmente.
Prima che i fumettisti si rendessero conto delle possibilità di guadagno extra dai ricavi della vendite degli originali pare che Milton Caniff REGALASSE una delle sue sunday pages come ricordo agli ospiti selezionati che gli facevano visita.
Al Corriere dei Piccoli durante una trasloco per fare posto hanno DISTRUTTO una quantità impressionante di tavole a fumetti. Lavori di Breccia, Di Gennaro, forse anche Pratt perduti per sempre...
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