miércoles, 27 de junio de 2012

Fotos de las dos primeras presentaciones de LA SEMANA DE LA DUENDES

Presentación del día martes, de “El Facón de Almanegra”, de Oenlao, y varios dibujantes, en la Sala Augusto Cortázar, Biblioteca nacional.

Massaroli, Carlos Scherpa (Oenlao) y Andrés Valenzuela

Massarolo, Oenlao y Valenzuela
Massaroli, Cácares, Felipe Avila, Oenlao, Mario Carper ...


Antonelli, Felipe Avila, Massaroli, Oenlao



Charla del día lunes, de Mariano Antonelli en el Instituto Nueva Escuela de Diseño y Comunicación
Antonelli
Carlos Sherpa (Oenlao), Massaroli, Antonelli y Cácares


jueves, 21 de junio de 2012

Crítica de la novela Precinto 56, de Ray Collins. Por Santiago K


La palabra ilustrada.

Los yankis tienen una curiosa idea del amor, que casi siempre deriva en
carne de psicólogos, psiquiatras y novelistas que lo han digerido mal.” (Pág. 36)


Tapa del libro

El mercado digital de comics es no solo un mercado naciente gracias a la tecnología tablet, los teléfonos táctiles y el abaratamiento de costos al minimizar la impresión de papel, sino también un medio de mantener lo viejo. Expresiones como “Biblioteca virtual de comics”, “preservando lo valioso” o “recuperando el pasado” son comunes entre los miembros de la comunidad digital con más de cuarenta años (sin dejar de lado, claro a los lectores más jóvenes... o más viejos!). ¿Qué pasó con “Nippur de Lagash”? ¿Qué pasó con “Marck”? ¿Qué pasó con “Ord Grund”? ¿Y “Savarese”? No continúo la lista por razones de espacio y otras más obvias. Seamos justos al decir que las reimpresiones no existen y que las vueltas a los clásicos por parte de cualquier editorial es siempre efímera o minúscula. Un tomo recopilatorio por aquí, un par de revistas del recuerdo por allá. La verdadera manera de conseguir, re-leer o descubrir esas viejas glorias de la historieta argentina ya sea de los 70 o los 80, es mediante la piratería digital. Loado sea aquel que haya logrado conseguir una colección en una venta de saldo con algo de “Aquí la Legión!” o un par de números originales de Columba de “Dago”. O Precinto 56, ya que estamos... y es acerca de esta última serie de la que venimos a hablar, aunque no en un formato digital. Tampoco en un formato viejo. Y mucho menos, en un formato aviñétado.

Ray Collins

Bajo el seudónimo de Ray Collins, Eugenio Zaprietto fue quien guionizó (entre otras cosas como Denis Martin, Jackaroe y Grand Prix), la oscura serie policial skorpiana Precinto 56. Como escritor símil navaja suiza cientos de guiones de series propias y ajenas reposan bajo ese seudónimo o media docena de sobrenombres más. Y recientemente, más exactamente en Octubre del año pasado, ediciones La Llave publicó el primer libro policial (no el primer libro del autor pero sí de la serie) bajo un nombre homónimo a la serie del chicano Galván.
 La historia se centra en el personaje de Galván, a quien se le presentan no uno sino varios casos que con el correr de las páginas, empiezan a unirse hasta culminar en un final común. Un hombre internado sin razones aparentes en un psiquiátrico para ricos, una bella mujer asesinada de manera abrupta y sospechosa, con conexiones aún más sospechosas y un niño que pierde su niñez en ese mismo momento sin saber por qué. Todo esto salpicado con un poco de romance entre Galvan, Tippy Manix y la hija del magnate corrupto Hackett, quien además jugará un papel importante en el desarrollo de la investigación.

Imágenes de la serie en historieta, con dibujos de Lito Fernández, en revista Skorpio

 Más allá de hablar de la historia, que debería desvelársele a todo aquel que obtenga este libro, hablemos de lo que el libro muestra, empezando por el género. El policial negro se define como un género donde lo más importante no es la investigación en sí. La investigación es un medio para mostrar lo oscuro y profundo que puede ser el fondo de un crimen, cualquiera sea este. No se trata solamente de encontrar a un culpable que confiesa su crimen al final y del cual no conocemos ni la vena moral. Se trata de ver qué tanto puede corromperse esa persona, qué tan profunda puede ser la corrupción que la ocupa, o qué tan fuerte le afecta la verdadera faceta del mundo, esa faceta que desconocemos o fingimos desconocer y que constituye la base de una sociedad que crece sobre la miseria de otros. ¿Muy poético? Como el mismo escritor sintetizó en una entrevista de este blog: “Precinto 56 encierra experiencias de lectura, de cine, de trabajo y de utilizar el tema policial como humilde síntesis de lo peor y mejor de la condición humana bajo la presión de las grandes ciudades.”
 La novela esta escrita en un formato extraño. Varios capítulos con subcapítulos que parecen escritos para guionizar una historieta en varias entregas, con finales abiertos o “continuará” implícitos constantes. Incluso la conjugación de verbos es a veces completamente en presente, como si se intentará señalar al dibujante de nuestra mente como disponer los personajes y las situaciones, los planos, las secuencias, las acciones... no por nada volvemos a remarcar que el autor es guionista de historietas. Se nota a la legua y ciertamente, contrario a lo que uno podría pensar, da resultado. La historia corre y uno la sigue, pese a algunos momentos algo confusos, como si leyera una historieta. Así de simple.

Página de la serie, en revista Skorpio.

 Además de la minuciosa descripción de detalles de escenario, Collins añade cosas e ideas que lo marcan como un nostálgico incorregible. Si bien la acción transcurre en un tiempo cronológico presente donde la tecnología, la vestimenta, los medios y el Facebook (sí, lo mencionamos aparte porque ya casi parece un elemento indisoluble de nuestro día a día) no quedan descartados, el autor narra las situaciones de manera que es imposible no pensar en una película de los 70 u 80 similar a Harry el Sucio.

El escenario suena a las viejas películas del Far West, de cuando los cineastas no metían mensajes a lo Ingmar Bergman. Esta el amo del pueblo, la chica perdida, el barman y el sheriff. Solo falta la música. Elija usted: Dimitri Tiomkin o Lalo Shchifrin. John Ford le hubiera colocado, también un toque de tragedia irlandesa, ¿por qué no?” (Pág. 88)

Y el personaje Galván tampoco queda exento de esto.
Galván se apoya en la pared. Todavía no ha sacado su arma. En esto también existen diferencias entre ellos. Val Amato utiliza una Beretta de última generación; Galván un vetusto 357 Smith & Wesson de los sesenta.” (Pág. 7)

 Su elección respecto de las armas de fuego es un pequeño detalle, comparado además con como lleva adelante su trabajo. Galván se hunde en la basura buscando pistas allí donde nadie se atreve. No consulta internet, ni archivos ni bases de datos sino que anota en una libreta, pregunta en la calle y sus actitudes y palabras hacen imposible no pensar en él sin añadirle gafas ray-ban y una camisa con cuello en punta. La nostalgia se imprime no solo en los elementos sino también en la misma palabra, como sugiriendo que todo ocurre en un tiempo diferente, pasado, a pesar de las referencias actuales.


 Precinto 56 es no solo una historia contada como las de antes, no solo un policial oscuro, no solo una investigación donde un hombre se vuelve indetenible por su necesidad de justicia y su resolución a hacer “lo que se TIENE que hacer”, no solo una denuncia de la aún existente y aparentemente inmortal desidia humana. Precinto 56 es una demostración de que a pesar de que lo neguemos, el pasado está ahí. No se pueden dejar de lado las raíces de la narrativa escrita o gráfica que nos sostienen en pos de los espejitos de colores de lo nuevo. Justamente para terminar, reflexionemos sobre un dicho: “la aventura y sus subgéneros esta sobrevalorada/muerta/estancada/etc.”. No lo dijo nadie en especial, pero es un dicho que cobra fuerza en la esfera virtual donde, a pesar nuestro, se esta centrando gran parte de la discusión sobre géneros historietísticos y literarios de nuestro país. De acuerdo a esta idea generalizada, la novela negra policial esta tan devaluada como el papel al compararlo con el formato digital. Pero el problema no es que esté devaluada, sino quién lo dice y por qué.
 ¿Quién cree que la aventura no vale la pena? ¿Quién cree que no se pueden contar buenas historias con piratas, sumerios o legionarios? ¿Por qué, en un momento donde la diversidad es clave en nuestro desarrollo cultural insistimos aún en la idea de “géneros/temas pasados de moda”? No existen formas obsoletas de contar una historia. Pero eso es un tema para discutir otro día.

lunes, 18 de junio de 2012

WINTER WORLD de Chuck Dixon & Jorge Zaffino


(Doedytores, Buenos Aires, 2010, 144 páginas)


Winter World apareció en los Estados Unidos  en tres entregas entre 1987 y 1988, pero su segunda parte, Winter Sea, no había sido publicada hasta la presente edición en español. Hubo un proyecto de hacer de esta saga una trilogía con la incorporación de otro episodio, Winter War, pero quedó trunco por el fallecimiento del dibujante Jorge Zaffino (1959-2002), pues el guionista Chuck Dixon no quiso recurrir a otro colaborador.
El libro comienza con una bella ilustración hiperrealista que Gerardo Zaffino dedicó a su “querido padre”.

Las dos partes están narradas por su protagonista, Scully, que junto a una adolescente, Wynn, y a la mascota Rahrah -un simpático y a la vez feroz tejón- luchan por sobrevivir en ese despiadado futuro apocalíptico arrasado por la glaciación del planeta. Éste se encuentra prácticamente deshabitado y sólo deambulan por él grupos agresivos que se hallan carcomidos por la degradación moral, el hambre y la inclemencia del frío. Además, los integrantes de algunas de esas tribus se han transformados en sanguinarios caníbales. Como apunta el excelente prólogo de Fernando Ariel García: “Una lógica siniestra de la supervivencia que reduce la existencia a la puesta en práctica de un código binario tan básico como efectivo: matar o morir”.

Jorge Zaffino crea cuadritos de todos los tamaños y formas, algunos de página entera, para forjar un ritmo trepidante que se acentúa por el constante cambio de funcionales planos. Las orugas y las máquinas “del diablo”  acopladas de carabelas impactan por su contundencia, y su diseño está emparentado con la óptica de Juan Gimenez. El estilo de Zaffino luce suelto, fresco y, sin embargo, está sumamente trabajado con sombras y rayas. Las escenas de acción poseen verismo, se tiene la sensación de que los personajes están a punto de saltar hacia la realidad, ya que invaden las viñetas cercanas hasta desbordar el mismo diseño de página. Las creativas onomatopeyas vigorizan el movimiento y son fundamentales para referir los potentes disparos de armas sofisticadas y las explosiones de granadas y tanques de combustibles.
El guión de Chuck Dixon –excelente la traducción del nombrado García- posee dinamismo, en ningún momento decae la acción, y apela con frecuencia a sobrios textos explicativos que revelan los pensamientos y dudas de Scully.

En Winter Sea el grafismo de Zaffino adquiere mayor brillo. A veces los personajes son representados sólo por siluetas que remarcan la inmensidad de los hielos. Hay enfoques espectaculares, próximos a la distorsión, como si el artista utilizara una filmadora para resaltar esos panoramas tan blancos como desolados. Asimismo, Dixon narra con paso firme y zambulle a Scully en los vericuetos de la introspección: “Al menos, sé qué puedo esperar de este mundo./Una Tierra fría. Fría en todo sentido./Tan fría como el corazón humano”.
Winter World es una estupenda novela gráfica de lectura insoslayable.


Germán Cáceres   

jueves, 14 de junio de 2012

Nuevos libros y presentaciones durante “LA SEMANA DE LA DUENDES”



Lunes 25. Charla de Mariano Antonelli. Tema: la narración visual y la composición. Cómo organizar los elementos visuales de la composición en función del concepto general y particular que pretenda narrar  la imagen. A las 19 hs. en el Instituto Nueva Escuela de Diseño y Comunicación. Callao 67. Espacio Nobel 2º piso.
Capital


Martes 26. Presentación de “El Facón de Almanegra”, de Oenlao, y varios dibujantes.
A las 18.30 hs., en la Sala Augusto Cortázar, Biblioteca nacional, Aguero 2502, Capital.


Miércoles 27. Presentaciones de los libros  “Los Sueños de Piedra”, de Fer Gris y “El Bondi”, de Chelo Candia, desde las 19.00 hs., en El Cuchitril, Gral. Perón 1225, 1°, "5".
(entre Libertad y Talcahuano)



Jueves 28. Presentación del libro “La Milonga de Orquídeo Maidana, 30 Años”, de José Massaroli. Charla a cargo de:
Maicas, Meiji y Miguel Rep
jueves 28 de junio, 18.30 horas, en la sala Juan L. Ortiz de la Biblioteca Nacional,
Aguero 2502


Viernes 29. Presentación del libro “Evocando Viñetas”, de Germán Cáceres, a las 19:00 hs., en
Mu. Punto de encuentro - el bar de lavaca. Hipólito Yrigoyen 1440 (a media cuadra de plaza del Congreso y de Av. de Mayo)


martes, 12 de junio de 2012

Entrevista: Juan Dalfiume (segunda parte)


Juan Dalfiume, italiano de nacimiento, es uno de los maestros surgidos de la historieta argentina. Dibujante de un estilo muy personal y expresivo, dio vida a uno de los personajes claves de la historieta nacional, del género del western y  de notable repercusión entre los lectores de los años 70 y 80: Jackaroe (el personaje de “la mirada”, como lo definió su dibujante).
Cualquier persona que sepa apreciar mínimamente el trazo de un “buen” dibujante, no puede dejar de citar a Dalfiume, como así también se debe destacar su cualidad de notable narrador gráfico. Se podría decir que es un “historietista puro”.
Se inició como profesional en publicaciones claves de la historieta nacional como Misterix, Hora Cero o editorial Yago y colaboró con guionistas notables, como Oesterheld, Robin Wood, Carlos Trillo, Julio Alvarez Cao, Jorge Morhain o Ray Collins. Desarrolló la mayor parte de su carrera profesional en Editorial Columba, donde sus personajes alcanzaron una gran masividad y repercusión. Allí, en Columba, dibujó 4.800 páginas, sólo contabilizando cuatro personajes, lo que da cuenta de un notable profesional que supo combinar producción y calidad.
En la revista Súperhumor incursionó en lo que se conoce como historieta “de autor”, junto a Carlos Trillo o de forma individual.
Sus trabajos también se publicaron en numerosos países del exterior.



 
Con Avarez Cao realizó Pier El Corso, ambientado en la selva de Brasil. ¿Cómo fue la experiencia de trabajar con Alvarez Cao, a quien todos los que lo conocieron señalan como un muy gran guionista? ¿En qué consistía la serie?
Fue  Alvarez Cao, un excelente guionista, con contenidos humanistas y sociales. Pier era un lindo personaje, tenia muchas posibilidades , por la época y el ambiente. Transcurría a principios del siglo XX, con aventuras entre cangaceiros, aborígenes, prostitutas, matones y todo lo que se te pueda ocurrir respecto a bajos fondos. Muy rico.


Para alguien que dibuja, algo que llama mucho la atención de su trabajo, es la gran plasticidad y expresividad del mismo, tanto de las figuras, escenografías, la forma de entintar trabajando con la pluma y el pincel. ¿Cómo arribó a ese estilo, cuáles serian sus influencias, su técnica de trabajo? ¿Su búsqueda gráfica pasaba por algún punto determinado?
Es muy difícil definir la concreción de un estilo, porque en esencia es dinámico. Por ahí una línea, una mancha, cualquier solución de alguien que uno admira, son cosas que se incorporan por simple identificación, porque están en consonancia con la propia sensibilidad. Hasta que, al fin, este caudal de ingredientes, mas algunos de orden personal se transforman en un estilo. Recuerdo una lección de la Panamericana (allí hice un curso por correo, y años mas tarde fui docente en esa mítica escuela) en la que Pratt muestra las técnicas del pasado a tinta. 1º Todo a pluma. 2º Todo a pincel. 3º Pluma y pincel. Yo opte por esta última, en la variante: Primero mancha a pincel y final a pluma.( puede ser al revés). Si se mira con detenimiento mi dibujo, " se ve " esta técnica. En cuanto a lo grafico hay pautas básicas que yo creo hay que respetar. Por ejemplo un cierto equilibrio del blanco y negro, salvo que el propio estilo este en algún extremo. Una composición básica de la pagina y de cada cuadro. Un equilibrio entre los primeros planos, los medios y los generales..  En fin lo básico, es en definitiva, la técnica misma. Y luego la sensibilidad de cada uno en lo plástico.

Ilustración de Dalfiume con su personaje Jackaroe, 1975

A usted, a través de su trabajo, se lo percibe como a un gran narrador gráfico, como a un “historietista” puro. Esto se evidencia en los diseños de página, los encuadres, el modo de dibujar los personajes, etc. ¿Usted lo siente del mismo modo?
La definición que haces de mi, me gratifica mucho y mas viniendo de otro dibujante. Siempre la tendencia de mi trabajo fue hacia una consolidación que contara, en términos generales, con los atributos con los que hoy me adornas.


Página de historieta con guión de Oesterheld, publicada en revista Casco de Acero, 1962.

Algo que me llamó mucho la atención, fueron varias tapas de revistas D`Artagnan de los años 70, ilustradas por usted con el personaje Jackaroe. ¿Cómo las realizó, con qué técnica?
Fueron pintadas con la técnica del acrílico.  Hice varias tapas, además de las de Jackaroe, unas 30 en total. Las que eran de personajes, en general, no siempre, las hacia en base a bocetos de los dibujantes de esos personajes. Roland, Kabul, Big Norman, Argon, Killroy, etc.

Al ver la calidad de los trabajos y los autores que colaboraban en Columba en los años 70, y comparándola con décadas previas y posteriores, ¿se podría decir que la del 70 en Columba fue una especie de “edad dorada”?
 Creo que esto se puede afirmar, sin temor a equivocarse.

Página de unitario  en la revista Súperhumor 29.

¿Con cuáles guionistas trabajó y cómo era su forma de trabajo?
Los guionistas con los que recuerdo haber trabajado son: Mandrini, Almendro, Grassi, A. Rosso, Antonio Diaz,Muñoz Cabrera,  Herlitzka, Oesterheld, Rafael Dente, Wood, Collins, Morhain, Alvarez Cao, Trillo, Saccomanno, seguro que me olvido de alguno.  Siempre trabaje igual: Lectura total del guión. Búsqueda de documentación. Una previsualización de los personajes con algunos bocetos, y  adelante !!


¿Cómo vivió el cierre de Columba?
 Con muchísima pena. Murió con esa gran editorial toda una época, y no solo eso, sino la posibilidad cierta de una de las fuentes de trabajo mas importantes  que nunca tuvo el país. Hoy las nuevas generaciones no tienen donde publicar, salvo escasísimas excepciones,  donde afilar las uñas. Y lo peor , creo, es que la gente perdió la costumbre de comprar revistas de historietas, porque el mayor caudal de ventas fue, no lo dudes, Columba.

Jackaroe

¿Cómo fue la experiencia de la revista Turay, en el año 72?
Turay iba a ser una especie de cooperativa, pero cuando se empezó a hablar de derechos de reproducción, devolución de originales, unido a la escasa venta inicial de la revista, hizo que la Ed. Julio Korn terminara con todo. Allí hice John Juan, un personaje de Mandrini. Estaba bueno. Duro lo que la revista. Poco.


En los 80 dibujó la historia del “bandido rural” Bairoletto, que se publicó como un extenso suplemento en la vieja Fierro. ¿Lo realizó por encargo o por iniciativa propia? ¿Cómo fue realizarlo?
Fue  por encargo, y lo hice con la técnica de la aguada. (muy cara a Pratt, por cierto, que siempre fue mi máximo ídolo )
Dos páginas de Bairoletto, historieta que realizó para la revista Fierro (primer época), basada en la vida del bandido rural.


Otras historias suyas que recuerdo muy personales, fueron las que realizó para Súperhumor con guión de Trillo, en particular un episodio de un cautivo. ¿Fueron realizadas especialmente para la revista?
Si, a esto ultimo. En la historieta del cautivo, el guión es mío, como el de varios otros de los que mencionas.  Algunos  fueron de Trillo.


¿En qué países publicó, además de Argentina?
En EE.UU, para el Charlton Group , Unitarias de la Segunda Guerra . Para editoras escocesas e inglesas, historietas sobre la Primera y Segunda  Guerra. Para Eura de Italia, algunas series de cowboys y unitarios también. Republicaciones en Brasil, Francia, España e Italia. Y quizás en otras partes que yo ignoro, esta posibilidad existe, en el mundo editorial, siempre.

Dos páginas de dos historietas publicadas en Italia, en las revistas Lancio Story y Skorpio, 1988 y 1987.

 ¿Qué es para usted la historieta de “aventuras”? 
Cuando uno esta en contacto con la naturaleza, algo nos sucede, algo nos embarga, hay una cierta felicidad en el contacto con el afuera.. Lo tenemos en los genes, por eso la pasión por la caza, por la pesca, los deportes extremos, o no, pero en los espacios abiertos, el montain bike, el motocross. Nuestro espíritu se expande, se regocija, volvemos al origen, a lo ancestral, a lo atávico. De alguna manera somos otra vez cazadores  primitivos corriendo tras la presa que salvara al grupo. Y ahí esta la aventura, en las cosas que pasan en esa zona afuera del mundo protegido, controlado y tranquilo de lo cotidiano. Ahí es donde se nutre la historieta de aventuras. 

Dos páginas del personaje Jackaroe, en D`Artagnan, 1975.

¿Cómo ve a la historieta actual, en el país?
 El panorama, en verdad no me parece muy alentador, ya que los medios para publicar son cada vez más escasos. Y a pesar de los cambios que imponen los tiempos, el aluvión tecnológico, digital , virtual ( nuevos caminos semi explorados aún), la historieta sigue siendo una de las mas hermosas formas de contar una historia, y nosotros somos como los herederos de trovadores y bardos que cuentan historias en las noches de invierno. Creo que esto no morirá nunca. Y es evidente que aun con las dificultades mencionadas existe un gran amor por este arte en la juventud actual, lo que significa que la mística continúa.Y esto es muy positivo y la fuerza de su contenido encontrara, seguramente, los caminos de expresión que necesita . No creo que la historieta vuelva a ser consumida masivamente, y al contrario si, que va a ir mermando  su área de influencia sobre los lectores hasta quedar reducida a un segmento de fanáticos que nunca dejaremos de necesitarla.

Página de la serie El Virginiano, en revista El Tony, 1980.


Historieta publicada en Súperhumor 16, 1982, con guión de Carlos Trillo
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jueves, 7 de junio de 2012

2da tanda de fotos de la inauguración de la exposición “Malón de La Duendes” en la Alianza Francesa de Palermo

El martes 5 de junio quedó inaugurada la muestra  “Malón de la Duendes” en la Alianza Francesa de Palermo. La misma se puede visitar hasta fin de mes. Además de los trabajos de los autores estables de La Duendes, se pueden apreciar un muestrario de los libros y trabajos de maestros como Alcatena, Mandrafina, Horacio Lalia, entre otros, que realizaron para el libro “Cabo por siempre”, editado por La Duendes.

Parados, de izq. a der.: Taro, Fer Gris, Rolkiem, Raúl Barbero, Massaroli, Juaro, Gil, Coscarelli, Oenlao (tapado por Coscarelli), Sergio Castro, ..., Edmunds y Gaspar González. En cuclillas: Ariel Avilez,..., Esteban Espósito, Germán Cáceres y Fer Gris.






Massaroli, Guada y Germán Cáceres

Rolkiem, Oenlao y Ariel Aviles
Lea Caballero, Fer Gris, Guada y Coscarelli
Massaroli, Edmunds y Guada

...., Lea Caballero y Fer Gris